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Amelia Dimoldenberg, la entrevistadora del flirteo

Amelia Dimoldenberg, este mes. / MICHAEL TRAN / AFP


Natalia Araguás
Natalia AraguásPeriodista
Periodista
Uno de los encuentros más esperados de la última gala de los Oscar acabó por no producirse: el de Amelia Dimoldenberg (Londres, 1984), corresponsal de la alfombra roja de los premios, y su 'crush', el actor Andrew Garfield, al que había entrevistado en su programa de YouTube ‘Chicken Shop Date', con una química tan evidente que alcanzó los 10 millones de visualizaciones. Aunque Dimoldenberg, que saltó a la fama recreando citas en establecimientos de pollo frito de Londres a modo de entrevista en ‘Chicken Shop Date’, haya conseguido que charlen con ella de Hugh Jackman y Ryan Reynolds a Cher, Jennifer Lawrence o los Jonas Brothers, por citar solo algunas de la impresionante lista de estrellas que se han dejado seducir entre muslitos y patatas fritas, fue con el protagonista de los últimos Spiderman con quien logró una sintonía más palpable. Esta vez, Andrew Garfield no ha tenido ocasión de espetarle aquello de “me sigues como una capibara salvaje”, como en los Globos de Oro de 2023. A cambio, Amelia Dimoldenberg sí se topó en los últimos Óscar con su novia, Monica Barbaro, flamante Joan Baez en el biopic de Bob Dylan. “He oído que tenemos algo en común”, la abordó, lejos de achantarse. Y luego le aclaró que ambas habían debutado en el teatro con ‘Sueño de una noche de verano’, frente al alivio de Barbaro.
Es el tono habitual de Amelia Dimoldenberg: frescura, coqueteo y ‘zascas’ con flema inglesa cuando el entrevistado le gusta demasiado. “Cuando notas que alguien te odia en Inglaterra es que se está enamorando”, le confesó a Seth Meyers en la NBC. Todo empezó hace más de una década, mientras estudiaba periodismo de moda en Central Saint Martins, con una columna en una revista juvenil llamada 'The Cut'. Recrear citas le pareció un buen modo de conocer a los artistas de la música electrónica londinense. Eligió un establecimiento de pollo frito como escenario, por ser tan popular en Gran Bretaña como improbable para una cita romántica. Tres años después dio el salto a YouTube y notó que estaba triunfando cuando la empezaron a parar por el campus al grito de “la chica del pollo frito”. También se dio cuenta de que era creativa, pero no de un modo artístico, y de que la moda, y no digamos sus estudios, estaban pasando a un segundo plano. Hoy en día, su canal en YouTube tiene casi tres millones de suscriptores y la Academia la nombró en 2024 embajadora en redes sociales y corresponsal de los Oscar, lo que la afianza como reportera de alfombras rojas.
Pese a haber convertido el flirteo en un estilo periodístico, Amelia Dimoldenberg sigue soltera, según ha aclarado recientemente, desmintiendo los rumores que la relacionaban con el productor Adam Faze, ex novio de Olivia Rodrigo. Al poco de comenzar a hablarse del romance, sus seguidores le advirtieron de que Faze era “el ex tóxico” al que Olivia Rodrigo había dedicado canciones. Imagen de marcas como Olay, Bumble y Levi’s, brilla en lo profesional: Channel 4 y BBC Three quisieron comprarle el formato y los derechos de ‘Chicken Shop Date’ pero ella se negó, fiel a la plataforma que le ha dado fama mundial.
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