Abro hilo

Los tuits de Karla Sofía Gascón y las piezas que no encajan en el puzle de la polarización

El batacazo de la actriz trans, una idea del Pedro Sánchez y la identidad de Barbijaputa, protagonistas de la semana en las redes

Karla Sofía Gascón, eliminada de la promoción de 'Emilia Pérez'

Karla Sofía Gascón, eliminada de la promoción de 'Emilia Pérez' / EUROPA PRESS

Daniel G. Sastre

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Los diarios de derechas publican estos días 'auges y caídas' de Karla Sofía Gascón, la actriz trans que hizo historia y la deshizo en 10 días. En uno de los viajes al estrellato de ida y vuelta más vertiginosos que se recuerdan, Gascón ha pasado de ser recibida por el ministro de Cultura –que la puso como ejemplo del talento de las intérpretes españolas–, de recibir mensajes y felicitaciones de Pedro Sánchez y Demi Moore, al abandono general cuando salieron a la luz unos tuits en el que hacía referencias a los "putos moros", al "foco de infección" que es el islam, y a las "ratas nazis-onalistas" de los independentistas catalanes. De todo ello ha dado cuenta puntual la red social X, que es también donde se publicaron, entre 2019 y 2024, los mensajes que han hundido cualquier opción que tuviera de llevarse el óscar. Y también de volver a pisar el despacho del ministro Ernest Urtasun.

Gascón es trans, pero también es racista y españolaza, entre otras cosas que en absoluto pueden tolerar quienes la encumbraron en primera instancia por el triunfo de la diversidad que representaba su irrupción en la élite del cine. En un mundo cada vez más polarizado, la actriz tiene ahora cosas que irritan tanto a la facción que encarna Donald Trump –que hace unos días firmó un decreto para prohibir que las mujeres trans participen en competiciones deportivas femeninas– como a la que le hace frente. Y por eso está sola, hasta el punto de que Netflix y el equipo de la película 'Emilia Pérez' la han apartado de la promoción hasta los Oscar, y no es seguro que Gascón no tenga que retirar su candidatura.

Quizás el mejor resumen de la situación lo ha hecho en X la también denostada –aunque se podría pensar que se lo ha ganado a pulso– escritora Lucía Etxebarria: "Después de ver quién era en realidad Karla Sofía Gascón y cómo os convenció de que era una persona completamente diferente, realmente creo que se merece el óscar".

Karla Sofía Gascón  presenta Emilia Pérez

Karla Sofía Gascón presenta Emilia Pérez / CONTACTO

Es casi seguro, por ejemplo, que Gascón no recibirá más mensajes de felicitación de Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno lleva semanas, más o menos desde que Donald Trump y Elon Musk tomaron el poder en EEUU y dejaron claro que el espacio público virtual es uno de sus principales campos de batalla, o el principal, empeñado en erigirse en una especie de contrapoder de esa "tecnocasta". Sánchez advirtió el pasado miércoles de que "la obsesión por el 'like' distorsiona la realidad, empobrece el debate público y nos empuja a elegir un bando" y de que "las redes sociales son hoy auténticos campos de batalla, no se discute, se ataca; no se argumenta, se descalifica". Hace algunas semanas, en Davos, ya se mostró partidario de acabar con el anonimato en las redes.

Al presidente cabe reconocerle audacia. Cuesta imaginarse a ninguno de sus antecesores bajando hasta ese punto al barro para hablar de 'likes'. Pero en esto de la falta de sentido del ridículo, como ha demostrado antes con otras cosas, puede que sea Sánchez quien está en sintonía con los tiempos, y no quienes creen que se comporta de un modo estrafalario. Así que démosle un margen de confianza con las formas y con el diagnóstico. Lo que ya parece totalmente fuera de la realidad es el antídoto que propone contra el veneno que se supone que propagan Musk y otros: que la UE impulse sus propias redes sociales y navegadores como alternativa. "O seguimos el rumbo y nos dejamos llevar por la corriente o diseñamos y construimos tecnología", dijo.

No se sabe cómo piensa el presidente seducir a los ciudadanos europeos para que, en vez de elegir por sí mismos la plataforma que más les gusta, se muden en masa a una institucional. "Eso, eso, que vuelva el No-Do", le contestaban en X, que ya se sabe que es territorio enemigo para Sánchez.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, en el acto del Observatorio de Derechos Digitales.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, en el acto del Observatorio de Derechos Digitales. / José Luis Roca

La tercera protagonista de la semana entronca tanto con Karla Sofía Gascón como con Pedro Sánchez. Se trata de Barbijaputa, que ha salido del anonimato en internet –como predica el presidente del Gobierno– tras tener que declarar en un juicio por un supuesto delito de odio, porque, como Gascón, escribió hace años unos tuits con chistes de dudoso gusto, en el caso de Barbijaputa contra los judíos. Han sido 16 años de mensajes, primero en Twitter y después en X, y también de novelas, de columnas periodísticas y de pódcasts, hasta que esta semana se ha desvelado que se llama en realidad María Pozo Baena.

"Empieza una nueva etapa para mí", ha dicho la activista feminista en una grabación, colgada en su página web, en la que da por hecho que en poco tiempo saldrá del todo del anonimato. Es decir, que no solo se conocerá su nombre real, sino también su cara. Ella presenta el caso como una persecución de sus enemigos políticos, que en realidad buscaban que se diera a conocer con nombre y apellidos, y asegura que explicará todos los entresijos de su proceso judicial.

Muchas personas han crecido con la incertidumbre de saber quién estaba detrás del perfil de Barbijaputa, que tiene más de 265.000 seguidores en X. Durante una época se acusó a Ignacio Escolar, director de eldiario.es, de utilizar ese nombre como seudónimo para escribir lo que no podía expresar a cara descubierta. Curiosamente, Escolar declaró esta semana en el juicio para defender a Pozo Baena, en calidad de responsable de uno de los medios en los que colabora. La derecha también creyó ver durante años detrás de Barbijaputa a la cómica Raquel Sastre, que incluso tuvo que demostrar judicialmente que no lo estaba.

Lo mejor del caso es que, si se hace una búsqueda en X, un usuario desveló ya en 2018 el nombre real de la tuitera. Y nadie le hizo ni caso.

Capturas de tuits de @barbijaputa en la red X.

Capturas de tuits de @barbijaputa en la red X. / EPE

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