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Las notas de la comunidad y el ‘fact-checking’ son estrategias complementarias contra la desinformación, no excluyentes
Meta sustituirá la profesionalidad de las verificadoras independientes por el tiempo libre de los usuarios, una decisión contraria a la evidencia

Mark Zuckerberg se coloca unas gafas Orion AR durante la conferencia Meta Connect, el pasado 25 de septiembre en Menlo Park, California. / GODOFREDO A. VÁSQUEZ / AP

Verificat
VerificatVerificat es una plataforma de fact-checking sin ánimo de lucro en Catalunya. Nos dedicamos a verificar el discurso político y el contenido que circula en las redes y a la educación para el consumo crítico de la información.
Marc Masip
Meta, la empresa propietaria de redes sociales como Instagram o Facebook, dejará de financiar la verificación independiente de hechos. Así lo comunicó su CEO, Mark Zuckerberg, en un vídeo de Instagram en el que también anunció cambios en la moderación del discurso de odio (será más laxa), y en el que acusó falsamente a los 'fact-checkers' de censurar información (en realidad, su tarea es aportar contexto). El dueño de Instagram y Facebook sustituirá su colaboración con las verificadoras, empezando por Estados Unidos, por un sistema de notas de la comunidad parecido al que usa X (antes Twitter).
La idea es que sean los propios usuarios de las plataformas los que puedan añadir contexto a los contenidos cuando lo consideren necesario. La plataforma publicará las notas solo cuando distintas personas con distintos puntos de vista coincidan que se trata de una información útil.
La idea de que sea la comunidad de usuarios la que se encargue de la verificación del contenido en línea no es nueva. De hecho, diversas investigaciones académicas, como una publicada en 'Science' en 2021, la proponen como una manera de expandir la verificación profesional: hay tantas falsedades en línea que los 'fact-checkers' no pueden abordarlas todas, con lo que la colaboración social permite llegar a más rincones de Internet más rápido.
Carta abierta
“Tenemos muchos trabajos que sugieren que las valoraciones de grupos de usuarios son útiles, pero como un añadido al 'fact-checking' profesional, no como un sustituto”, explica a Verificat David Rand, líder de grupo en el Departamento de Ciencias Cognitivas y del Cerebro en la escuela Sloan del Massachusetts Institute of Technology (MIT), y autor de varias publicaciones académicas sobre el tema. Algo que también defendieron 124 entidades de verificación de todo el mundo en una carta abierta, publicada el 9 de enero.
El experto recuerda que “los avisos de los 'fact-checkers' reducen sustancialmente la creencia y las veces que se comparten afirmaciones falsas”. Es algo que su equipo de investigación ha publicado repetidamente en revistas como 'Nature Human Behavior' y 'Current Opinion in Psychology'. Aun así, la medida en que las verificaciones y los consiguientes avisos de falsedad frenan la diseminación de la desinformación en redes depende de factores como la emoción que despierta el contenido original en el usuario y la manera como está escrito un fact-check.
El impacto de las notas de la comunidad, en cambio, es más desconocido. Su aplicación a gran escala en X es relativamente reciente (su uso se extendió a todo el mundo en diciembre de 2022), por lo que la investigación al respecto todavía es escasa.
Los primeros resultados sugieren que, si bien la amplia mayoría de notas que se publican son correctas, su visibilidad es mucho menor que la del contenido falso y, de hecho, tres de cada cuatro nunca acaban haciéndose públicas. Es la conclusión de una investigación realizada por los Centros Contra el Odio Digital (CCDH, por sus siglas en inglés), que analizó 283 publicaciones falsas y engañosas en el contexto de las elecciones de Estados Unidos. 209 de ellas, tenían notas de la comunidad ciertas que la plataforma no llegó a mostrar jamás.
Temas polémicos
“La idea de las notas de la comunidad depende de un grupo grande de usuarios estando de acuerdo en que un 'fact-check' escrito por alguien es útil”, explica a Verificat Callum Hood, jefe de investigación en los CCDH. “El problema es que en temas realmente divisivos no conseguirás que un grupo amplio de usuarios alcancen un acuerdo”. Y sigue, “en consecuencia, las notas de la comunidad no funcionan en temas polémicos”, que es donde más se las necesita. Sus resultados coinciden con las investigaciones periodísticas de 'Bloomberg' y 'Mashable'.
Por otro lado, un estudio reciente ha demostrado que, en entornos controlados, las verificaciones hechas por los usuarios coinciden con las de los 'fact-checkers', y suelen matizar en mayor medida los comentarios que hacen personas que se identifican como conservadoras. Esto ocurre, según esta y otras investigaciones, por el mero hecho de que dicho espectro político tiende a compartir comentarios imprecisos con más frecuencia.
“Cualquier política neutra que trate de abordar la manera en que se comparte la información de baja calidad acabará sancionando más a los conservadores y, potencialmente, parecerá sesgada, aunque no tenga tales sesgos”, concluye el experto. Verificar a todos por igual, como hacen los 'fact-checkers', refleja las características del discurso de cada uno, no los sesgos de los periodistas. Es algo que ya vimos, por ejemplo, en las elecciones catalanas de 2024.
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