En Burdeos

Vinos, ostras y costillas en el menú del maratón "más largo del mundo"

El Marathon du Médoc reúne a 8.500 corredores, la mayoría disfrazados, en una prueba que es tanto una fiesta colectiva como un gran festín gastronómico.

Marathon du Médoc

Marathon du Médoc / Philippe Lopez

France Presse

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El Marathon du Médoc, celebrado el sábado en el suroeste de Francia, ha sido calificado como "el más largo del mundo" y requirió un hígado y unos riñones bien entrenados para completar los 42,195 km del recorrido.

Pero también podría conocerse como la carrera en la que sales con más peso del que llegaste o la maratón a la que llegas corriendo y vuelves rodando.

Tras dos años de ausencia debido a la pandemia de la covid, 8.500 corredores, la mayoría de ellos disfrazados y caminando al ritmo de bandas musicales, han participado en una carrera plagada de sentido del humor, que atraviesa los viñedos de las grandes denominaciones de origen del vino -Pauillac, Saint-Julien, Haut Médoc y Saint-Estephe- en la orilla izquierda de la región de Burdeos.

Marathon du Médoc

Marathon du Médoc / Philippe Lopez

Vestidos de Rambo, de pirata del Caribe o con disfraces en forma de cajas de palomitas gigantes, la mayoría de los miles de maratonistas aficionados -entre los que se encontraban muchos extranjeros- se han presentado enfundados en excéntricos disfraces para responder al tema "El Médoc hace su propio cine" de esta 36ª edición.

Los ganadores Freddy Guimard, en la carrera masculina, y Sandra Gouault, en la femenina, han completado el recorrido en 2 horas y 29 minutos y 3 horas y 10 minutos, respectivamente. El premio: su propio peso en litros de los mejores vinos de la zona.

Marathon du Médoc

Marathon du Médoc / Philippe Lopez

Festín gastronómico y popular

Pero no todo es competición y menos en la Maratón del Médoc. La mayoría de los participantes se han tomado su tiempo para darse un festín. Tienen hasta 6 horas y media para cruzar la línea de meta y volverse a casa con una botella de vino como recompensa.

La Maratón de Médoc es un espectáculo en sí mismo, porque a lo largo del evento se ofrecen a los corredores 21 "pruebas deportivas" -en este caso degustaciones de grandes vinos ofrecidas por los 'chateaux' por donde discurre el recorrido de la prueba- y luego hasta 18.000 ostras, 200 kg de entrecot y helados como refrigerio.

"Hay muchos refrescos... es muy, muy copioso. Hacemos kilómetros, pero no hay ninguna noción de tiempo", ha explicado Nicolas Alain, un corredor aficionado que ha venido "para relajarse".

Para la viticultora Emeline Borie, que ha dispuesto de un punto de avituallamiento en el kilómetro 20 de su finca del Château Grand-Puy-Lacoste, "el agua está bien, pero el vino está mejor".