Tres trucos

Los secretos para que la lavadora deje la ropa más limpia

Así puedes lavar plumíferos y chaquetas en la lavadora para que queden como nuevos

Una mujer pone la lavadora en su casa.

Una mujer pone la lavadora en su casa. / Mònica Tudela

Dionisos Rodríguez

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La lavadora es un electrodoméstico muy útil y que permite que ahorraremos mucho tiempo y esfuerzoPero a veces no le prestamos la atención que merece. Y otras muchas, no explotamos todo el potencial que tiene y nos quedamos con solo un par de programas, sea cual sea el resultado que queremos obtener con el lavado.

Para que la ropa quede impecable, hay que sacarle el máximo rendimiento al electrodoméstico. Y para ello, hay tres pautas a seguir.

1. Uso correcto de la lavadora

Quizás el punto más destacable e importante de todos, es saber cómo funciona el electrodoméstico, para así poder sacarle el máximo rendimiento. Para ello, no estaría de más echarle un vistazo al manual de instrucciones, lo que nos permite entender y optimizar la lavadora. Comprender para qué sirve cada programa nos permitirá explotar al máximo todas las capacidades que nos ofrezca.

Normalmente se suele aconsejar limpiar la lavadora una vez al mes, incluyendo los compartimentos del detergente y el suavizante. También habría que limpiar la puerta y las piezas de goma con algún producto no abrasivo. Suele ser recomendable dejar correr un ciclo con el bombo vacío, sin ropa en el interior y con agua caliente. Y es que, la lavadora también necesita unos pocos cuidados para que funcione perfectamente y se pueda alargar la vida útil mucho más tiempo.

2. No poner demasiada carga

Para conseguir que los resultados sean excelentes, es conveniente no cargar la lavadora en exceso. Si se pone demasiada ropa el tambor no podrá girar adecuadamente y puede que no funcione al cien por cien. Si llenamos la máquina con prendas pequeñas, puede también perjudicar al balance del tambor, por lo que es positivo mezclar ropa de diferentes tamaños, introduciendo, por ejemplo, alguna toalla. Lo mismo ocurre si solamente lavamos una manta enorme o un edredón.

También es importante que después de utilizar la lavadora dejemos la puerta del tambor abierta, para facilitar así que se seque por dentro también. Así, evitaremos que se acumule la humedad, que siempre facilita la aparición de bacterias. De esta manera ayudaremos a acabar con el mal olor que dejan algunas lavadoras.

3. Comprobar si hay fugas de agua

Si la lavadora hace cosas extrañas o crees que ha dejado de lavar tan bien como lo hacía antes, sería conveniente revisar que no haya alguna fuga de agua. Normalmente las fugas suelen verse rápidamente porque salen al exterior y dejan charcos de agua, pero hay veces que la fuga puede ser menor y pasa desapercibida. Por ello, es bueno mirar las mangueras. Y, en el caso que encontremos un error sencillo de solventar, como un mal ajuste, podemos arreglarlo nosotros. Si por el contrario percibimos algo más complejo, lo más conveniente es llamar a un técnico.

Si se siguen al pie de la letra estas sencillas indicaciones, es muy probable que se consiga un rendimiento óptimo del electrodoméstico en cuestión y, por tanto, una colada mucho más limpia. También es conveniente poner el detergente adecuado siguiendo las indicaciones del fabricante del producto de limpieza, que suele aconsejar las cantidades en función de la dureza del agua de cada región.