Ejemplo de 'slow fashion’ patrio

Kaotiko, moda joven y sostenible, 'made in Barcelona' a la conquista del mundo

La marca catalana se ha convertido en un referente 'cool' de los 'millennials' que buscan exclusividad y un compromiso con la economía local y el medio ambiente

Dos modelos con prendas de la colección 'Genderless' de Kaotiko.

Dos modelos con prendas de la colección 'Genderless' de Kaotiko.

Laura Estirado

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Los que ahora visten de Kaotiko a las puertas del instituto o la universidad no habían nacido o llevaban pañales cuando Ángel Palacios y Katia Vilagines, un matrimonio de un cordobés y una francesa afincados en Barcelona abrieron la primera tienda de la marca de las dos K en la calle de Cucurulla, en el centro de la ciudad condal. En aquellos 30 metros cuadrados vendían Adidas, Nike o Levi’s a la juventud, pero había un tipo de producto que los clientes les pedían y que ninguna de estas grandes marcas les ofrecía. Así que dieron un salto al vacío y decidieron crear su propia línea para cumplir los deseos de sus clientes. Estaban en Barcelona, potencia de la industria textil, con Mataró e Igualada a tiro de piedra. 

La idea del nombre rotundo y cacofónico se le ocurrió en un 'brain storming' a un empleado de la tienda que había estado por EEUU y Japón y tenía la teoría de que los nombres más sonoros se quedaban en la memoria por más tiempo. Y así fue, porque desde 1999 hasta ahora ha llovido mucho, pero Kaotiko sigue manteniendo la misma filosofía con la subió la persiana el primer día: "Acercar la moda a la calle, creando una comunidad que comparte mucho más que un estilo de vida". Pero no solo eso, el sello 'made in BCN', que apuesta por la producción local y el consumo responsable en las antípodas del ‘fast fashion’, ha dotado a las prendas de un carácter exclusivo muy apreciado por los 'millennials', de entre 18 y 25, que además valoran mucho el respeto por el medioambiente.

El valor de lo artesano

"Nuestro público es el que prefiere una sudadera original y buena a muchas de peor calidad", dice con orgullo Germán Bernad, actual director ejecutivo de la compañía. "Los chavales vienen buscando algo distinto y saben que cuidamos mucho el producto. Hacemos artesanía pura. Eso lo valoran mucho. Y sobre todo no encontrarse en clase con 15 personas vestidas con lo mismo". 

El CEO no estuvo desde los inicios de Kaotiko, pero casi. Las prendas con rollo 'cool', urbano, 'athleisure' y surfero conectaron enseguida con el público y Ángel y Katia abrieron más tiendas en Barcelona (Gran Via 2, La Maquinista -que ha cerrado este año-, en el Maremagnum, otra en la zona alta de la ciudad...). "Aquellas tiendas compraban calzado a Diesel, donde mi hermano Juan Ramón era el director comercial, y también a Puma Internacional, donde yo era el director comercial", recuerda Bernad. Cuando el matrimonio Kaotiko decidió expandir el negocio fuera de la ciudad se alió con la familia Bernad, que en 2015 compró el 51% de la marca. Y así llegaron las actuales nueve tiendas físicas que la marca tiene diseminadas por la geografía: dos en Madrid (Fuencarral y el centro comercial Plenilunio), otra en Barcelona (en el centro comercial Glòries), Platja d'Aro, Valencia, A Coruña, Mallorca y San Sebastián.

En este tiempo también ha habido fructíferas incursiones fuera, con 'pop ups' en Berlín (por tres meses) y en Londres (dos semanas). "Lo hemos hecho para sembrar y para que la web recogiera los frutos", cuenta Bernad, que constata que España es el principal mercado de la producción de la web, el 80%; y el otro 10% es Alemania, donde Zalando les ha dado mucha visibilidad. También venden en Francia, Bélgica... y "un porcentaje minúsculo" en Estados Unidos y Sudamérica.

Bernad es optimista, ya que la empresa prevé facturar 2 millones de euros en 2021 solo a través de Zalando, con quien selló un acuerdo hace poco más de un año, y alcanzar así los 10 millones de euros este ejercicio.  

Tienda de Kaotiko, en la Rambla de Catalunya, 54, de Barcelona.

"Nuestro público es el que prefiere una sudadera original y buena a muchas de peor calidad"

Germán Bernad

CEO de Kaotiko

Explosión del 'e-commerce'

En el último año, Kaotiko se ha volcado en su 'e-commerce', que ha crecido un 150%, mientras que las tiendas físicas se han resentido por la falta de turistas a causa de la pandemia (sus establecimientos están en los centros de ciudades acostumbradas a recibir muchísimos viajeros). Por ejemplo, en Barcelona, la 'concept store' está en la Rambla de Catalunya, 54. "La tienda de Cucurulla se nos quedó pequeña y en 2019 nos trasladamos a un edificio emblemático. Había sido una ferretería y una galería de arte a principios del siglo pasado. Quisimos conservar la fachada, la placa y la tipología de la letra", explica Germán, cuya familia posee desde el 2018 el 90% del capital de la sociedad (los fundadores, Palacios y Vilagines, mantienen el 10% pero no participan de la gestión).

"Lo que me enamoró de la marca es que la producción era local y que los proveedores son de toda la vida. El mismo cortador, el mismo planchador, el mismo bordador… incluso han pasado de generación en generación. Nosotros hemos sido siempre así, no es una cosa de ahora de la pandemia. Y mira que es muy fácil irte a Portugal o Asia y que te cueste todo la mitad, pero yo me niego porque mi marca perdería muchísima frescura. ¿Sabes lo brutal que es que cada lunes saques un listado de ventas de las tiendas y tú mandes a fabricar solo lo que necesitas, y que no hagas un sobre-'stock'? ¿O lo que es coger el coche y en 20 minutos plantarte en Mataró y tomarte un café con el bordador, con el cortador… y ver cómo va tu prenda? Cómo la cosen, cómo la bordan…", dice orgulloso. "La pandemia solo ha hecho que confirmar lo que ya sabíamos en Kaotiko, que hay que hacer un consumo responsable, que no tiene ningún sentido comprar cuatro prendas iguales, es mejor comprar dos sostenibles", defiende.

La compañía, que tiene más de 80 trabajadores en plantilla y otros 130 indirectos, ha trasladado su sede a la calle de Josep Pla, en el Poble Nou de Barcelona y mantiene su centro de producción en Mataró para la confección de sudaderas y camisetas, sus 'hits', que representan el 90% de su producción total. El resto procede de tres proveedores nacionales: el punto y la lana, de Igualada, las prendas vaqueras, de Granada, y el calzado, de Elche, de donde procede Bernad y su familia.

"Lo que me enamoró de la marca es que la producción era local y que los proveedores son de toda la vida. El mismo cortador, el mismo planchador, el mismo bordador…"

Germán Bernad

CEO de Kaotiko

Nuevos proyectos

Desde hace un año y medio han abierto la línea 'Genderless', con tallas desde la XS hasta la XL. "Hacemos fotos con modelos hombre y mujer, para que cada uno se ponga lo que quiera, cuando quiera y como quiera. Esta colección funciona muy bien. Ahora mismo ya es un 20% de la producción", señala el CEO. Y desde Navidad han estrenado una colección Kids, de la que también se encarga el equipo de diseño de Barcelona.

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