En Málaga

La foto viral de Carlos Alegre: el 'rider' que estudia bajo una farola a la espera de su próximo pedido

Los usuarios de Twitter se dividen entre los que elogian la determinación del chico y los que critican las malas condiciones laborales de empresas como Glovo

Carlos Alegre repartidor de glovo  estudiando en Málaga

Carlos Alegre repartidor de glovo estudiando en Málaga / PEDRO G. DÍAZ

Antonio Porras

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Carlos Alegre, de 24 años, se convertía inesperadamente en una sensación en redes sociales después de que una fotografía suya mientras estudiaba bajo una farola en Pedregalejo (Málaga) se difundiera por Facebook. Carlos, de origen madrileño pero que reside en Málaga desde hace ocho años, trabaja como 'rider' y lo compagina con sus estudios de mecánica de motocicletas en la Escuela Mecánica de Motos Andaluza.

En la fotografía, que ya ha dado mucho de qué hablar en redes sociales, el joven aparece aprovechando el tiempo entre pedidos del trabajo para estudiar con sus apuntes. “Entre pedido y pedido, para no perder el tiempo, me voy leyendo los apuntes”, según informa Catalunya Plural declaraba el joven.

La imagen fue tomada por un policía local, quien la compartía por 'WhatsApp' a algunos de sus compañeros de profesión. "Sacó su libro y unos apuntes y estuvo estudiando casi 20 minutos hasta que le entró un pedido", escribió Pedro G. Díaz, el guardia civil que también subió la fotografía en un grupo de Facebook.

Opiniones mixtas sobre la fotografía

La imagen, que ya ha dado la vuelta en internet, se convirtió en tendencia en redes como Facebook o Twitter y generó miles de interacciones.

Muchos comentarios aprovecharon para aplaudir la actitud de constancia y determinación del joven. Aunque Carlos ha declarado que "No quiero ser ejemplo de nada, hay mucha gente en mi situación", muchos usuarios en las redes lo han alabado por convertirse en un ejemplo con su esfuerzo y dedicación.

Sin embargo, las redes sociales también han mostrado un lado más crítico con las condiciones que empujan a los jóvenes a compaginar sus estudios con trabajos precarios. "La escuela es privada y mis padres no pueden pagarla", ha admitido Carlos. "Trabajo para costearla y a mi abuela le pago algo de dinero para ayudar en casa", ha añadido.

De hecho, las precariedad laboral ha sido algo por lo que empresas como Glovo o Uber Eats han sido duramente criticadas.