EFECTOS DEL CORONAVIRUS

Los músicos catalanes denuncian su situación en un documental

TV-3 emite 'Rere el mirall, la música', un retrato desesperado del sector en el que participa María del Mar Bonet

Maria del Mar Bonet, en el Liceu.

Maria del Mar Bonet, en el Liceu. / FERRAN SENDRA

Rosa Díaz / EFE

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Músicos conocidos y desconocidos, managers, regidores de conciertos, técnicos y representantes de otras muchas profesiones relacionadas con la música denuncian la situación desesperada del sector, en general, y de muchas personas, en particular, en el documental 'Rere el mirall, la música".

María del Mar Bonet es una de las intérpretes que participan en este retrato desesperado impulsado por la Academia Catalana de la Música y que este lunes emite TV-3. "Hay muchos músicos que se han quedado sin trabajo", comenta María del Mar Bonet, que se considera afortunada porque durante el verano logró concretar alguna actuación en directo, pero sabe que muchos de sus compañeros de profesión llevan ocho meses parados y, en muchos casos, no han recibido ninguna ayuda de la Administración.

Es el caso de Jaume Piqué, 'road manager' de Rosalía y regidor de conciertos que, en circunstancias normales, hubiera trabajado "todo el día y todos los días, desde marzo hasta octubre, que es la temporada fuerte de festivales", y que sin embargo no ha trabajado nada durante los últimos meses.

"El mundo de la música no está formado sólo por músicos, hay muchas profesiones ligadas a este sector a las que hemos querido dar voz en este documental", ha aclarado a Efe el director del filme, Alexis Borràs.

Profesión poco regulada

La música "ha sufrido la crisis de la covid, como la ha sufrido toda la sociedad -aclara-, pero hay agravantes o situaciones específicas a destacar en este caso, ya que es una profesión poco regulada, donde los trabajadores en paro se han quedado mayoritariamente desprotegidos, y es también un sector poco valorado por los políticos, que han optado por sacrificarlo".

"Somos como cucarachas, hace mucho que resistimos como podemos y somos los grandes desconocidos. Los políticos desconocen el sector", añade Marco Mezquida, un reconocido pianista que ha querido dar su testimonio junto a otras caras visibles de la música catalana, como Alguer Miquel (Txarango) Gerard Quintana y Chicuelo.

El documental muestra situaciones dramáticas, como las que han llevado a la asociación Actúa Ayuda Alimenta a repartir comida entre los profesionales más duramente afectados por la crisis, "pero lo que impera es la reivindicación desde la dignidad", puntualiza Borràs.

Una dignidad que no impide decir las cosas por su nombre, como hace el director de la Asociación de Salas de Conciertos de Cataluña (ASACC), Lluís Torrents, cuando advierte que la situación es "de devastación, con todas las salas cerradas desde hace ocho meses".

"El sector está en vías de desaparición y muchas salas nunca más volverán a abrir", augura este empresario, que gestiona la emblemática Razzmatazz, que lleva cerrada desde el pasado mes de marzo y seguirá sin abrir esta semana, a pesar de que las primeras medidas de la desescalada se lo permite.

Peor abrir que cerrar

"El aforo, los horarios y las condiciones impuestos en esta primera fase de la desescalada hace inviable que abran las salas grandes, que pierden más dinero si abren que si siguen cerradas", lamenta desolado.

El documental no sólo narra la afectación de la covid en este sector tan amplio y heterogéneo, del que viven músicos, docentes y técnicos de sonido, entre otros, sino que también se detiene en "poner en valor la importancia de tener un sector musical rico", según su director. "No se puede vivir sin cultura. La música es un alimento necesario, imprescindible -asegura María del Mar Bonet-, tanto para los que la hacen como para los que la escuchan, y los que la hacen no deben permitir que maten sus sueños".