ENTREVISTA

Pilar Ordóñez: "El 'satisfyer' es un hito en la historia"

La actriz madrileña rompe tabús en la sala Ars con el espectáculo 'Miss Tupper Sex'

Pilar Ordóñez, en un momento del espectáculo 'Miss Tupper Sex', en la sala Ars

Pilar Ordóñez, en un momento del espectáculo 'Miss Tupper Sex', en la sala Ars / periodico

Inma González

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Se define como "heterocuriosa". Le gusta preguntar, cuestionarse, aprender. Y pregunta a pregunta, la actriz <strong>Pilar Ordóñez</strong> (Madrid, 1963) escribió un libro, 'Miss Tupper Sex', "un sexo manual para mujeres abiertas" que tuvo el suficiente éxito como para poder costearse un curso de interpretación con la ‘coach’ de Juliette Binoche y Nicole Kidman en Nueva York. Allí presentó un monólogo que ha llevado por medio mundo y que ahora, tras una primera etapa en el Eixample Teatre y el Capitol, se puede ver en la sala Ars.

Cinco años ya con 'Miss Tupper Sex', vaya acogida.

Sí, estoy muy contenta. Cuando estrené la obra en Nueva York, no pensé que me daría tantas satisfacciones. Pero resistir cinco años no es fácil, ha sido un 'work in progress'. Los que vieron el espectáculo la primera vez que lo traje a Barcelona también disfrutarán si vienen ahora porque es totalmente diferente. La esencia es la misma, pero he ido poniendo y quitando cosas. 

¿Que hable de sexo explica en parte ese éxito?

Por supuesto, la gente quiere saber, porque sigue siendo un tema tabú. Todos tenemos grandes lagunas en información sexual porque nadie, ni en el colegio ni la mayoría de veces tampoco en casa, te explica nada. Aprendemos con las amigas, con los colegas y muchos con el porno. Y cuando ya nos ponemos a ello, la mayoría utilizamos el método prueba-error. Así que, aunque mi intención principal es divertir, también hago divulgación. Tras ver la función, nadie se va del teatro diciendo que ya sabía todo lo que he contado.

"Todos tenemos grandes lagunas en información sexual. La mayoría hemos aprendido con el método prueba-error”

Y lo cuenta con un lenguaje tan llano que sorprende.

Cuando me planteé hacer esta obra me pregunté: “A ver, quiero ser políticamente correcta y convertirme en la doctora Ochoa o quiero llegar a todo tipo de gente?”. Y elegí lo segundo. Si hablo de penes y vulvas, el espectador desconecta, así que hablo de pollas y coños. Yo busco una conexión con el público, por eso le hablo de tú a tú, como si fuera la vecina del quinto.

¿Nadie se ofende?

Transito por una línea muy fina, pero cuento con dos armas. En primer lugar, con las ganas de saber. Yo no me presento como una sabelotodo, sino como alguien que quiere saber más. No soy doña lista, solo una mujer que pregunta, que experimenta, que cuestiona y que comparte lo que aprende. Y en segundo, con el humor. Yo sería capaz de dar una clase de matemáticas en la universidad memorizando el contenido y echando mano del humor. La educación a través del humor sería tan sencilla que todo el mundo aprendería el doble en la mitad de tiempo.

Ha llevado ‘Miss Tupper Sex’ a Nueva York, Madrid, Barcelona, Buenos Aires, Montevideo, México, Cancún, Cartagena de Indias… ¿La gente se ríe de lo mismo sin importar de dónde sea?

Básicamente, sí. De hecho, el espectáculo es el mismo aquí que en Latinoamérica. Solo cambian algunas palabras. En vez de perrito caliente, digo pancho. Y en vez de citar a Isabel Preysler, hablo de las geishas. Pero no solamente la gente de diferentes partes del mundo se ríe de lo mismo, también de diferentes edades. Yo he tenido hasta tres generaciones en la misma función: abuela, madre y nieta.

Pero no es una obra "para chicas"…

No, es para ellas y para ellos. Aunque es verdad que trato de transmitir la idea de que la que la liberación real de la mujer empieza por la liberación sexual, por decidir practicar sexo con quien quieras, cuando quieras, como quieras y donde quieras.

Y con lo que quieras... Durante la función muestra un arsenal de juguetes sexuales.

Los juguetes sexuales, que me proporciona Amantis, son el eje conductor, me permiten enlazar todos los temas de los que quiero hablar: desde la menstruación hasta la masturbación femenina. ¡Porque parece que hasta hace cuatro días las mujeres no nos masturbábamos!

¿Gracias al 'satisfyer'?

No solo al succionador de clítoris, pero gracias a él se ha empezado a hablar más abiertamente de ello. Y eso un hito en la historia general, no solo en la de las mujeres.

"Gracias al succionador de clítoris se ha empezado a hablar abiertamente de la masturbación femenina"

Quizá Manolo, su pareja imaginaria en la función, no esté de acuerdo.

El 'satisfyer' no es un sustituto, es un complemento, eso es lo que tienen que entender los Manolos del mundo. Manolo es una mezcla de todos los hombres que he tenido como pareja e incluso de los que no he tenido y he visto tirados en el sofá. El primero, mi padre. ¿Cómo no se te va a bajar la libido, cómo no se va a acabar la magia, cómo no se va a romper la pareja? Yo he llegado a la conclusión de que vivir en pareja mata al amor y además es limitante. Estoy en un momento en el que me apetece relacionarme con hombres pero no vivir con ellos, compartir nuestras miserias.

En estos años con la obra en cartel, ¿ha cambiado algo en cuanto a conocimiento sexual?

Ha cambiado el contexto. La sociedad es más abierta, se acepta más la diversidad y también se denuncian más los abusos con campañas como el #MeToo. Pero por otra parte la educación sigue estancada. Incluso va a peor, con propuestas como el pin parental. Los chicos y chicas siguen aprendiendo en internet, donde el sexo se muestra de una manera fea y sucia. Sería más sano que alguien se lo explicara en el instituto, ¿pero qué director o qué profesor lo va a proponer? No se atreven porque les va el trabajo en ello.

¿Hasta cuándo en Barcelona?

Mientras venga gente al teatro. Aunque es un espectáculo pequeñito, convence. Además, cuento con grandes colaboraciones, como Ágatha Ruiz de la Prada, que firma el vestuario y la escenografía, y Hans Pirretas, que ha compuesto la banda sonora. Tengo otros proyectos en marcha -colaboro en varias emisoras de radio, he hecho un 'casting' para la próxima película de Benito Zambrano, estoy escribiendo una serie que presentaré a Netflix, doy clases de interpretación…-, pero me encanta subirme al escenario y de momento el público responde. Yo creo que los catalanes están necesitados de humor después de tanta crispación.