En Colombia

Un pueblo será rociado con agua bendita desde un helicóptero para acabar con la violencia

Imagen de archivo de un cura

Imagen de archivo de un cura / PIXABAY

María Aragón

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El asesinato en junio de una niña pequeña, de tan solo diez años, seguido por el de un comerciante, provocó el anuncio de medidas inmediatas por parte de la Iglesia en el pueblo de Buenaventura, Cali (Colombia).

El obispo de la Diócesis de la zona, Rubén Darío Jaramillo, no dudó en anunciar para la segunda quincena de julio un exorcismo a la ciudad por completo, para acabar con la criminalidad.

Acabar con la violencia es el objetivo de Buenaventura, y lo harán a través del lanzamiento de agua bendita desde un helicóptero de la Armada Nacional, según informó Radio Caracol.

"Hay que sacarle el diablo para volver a la tranquilidad en una ciudad que ha perdido con tanta maldad, tantos hechos de corrupción, crímenes y narcotráfico en nuestro puerto", decía, explicando que el acto se llevará a cabo entre el 13 y el 14 de julio coincidiendo con las fiestas patronales. En el helicóptero también viajarán la alcaldesa y un periodista invitado para reportar los hechos. 

La decisión se tomó después de dos asesinatos que conmocionaron a la ciudad, que se echó a las calles en señal de protesta. Primero con la violación y asesinato de una menor por parte de su tío, y después por el fallecimiento de un comerciante en mitad de un forcejeo entre un artista y un policía. 

"Solo con una bendición desde el aire no vamos a lograr nada, necesitamos recuperar la confianza", explicó el religioso en La W Radio. "Sabemos que el demonio no es un ser con cuernos y cola, el mal que hay en el mundo existe y se manifiesta a través de la destrucción de vida humana y dignidad de las personas".