La surrealista conversación del cómico Agustín Durán con una mujer que buscaba pareja

"Hola, quiero conocer a alguien para parejas. ¿Cómo hago? Quiero más información". El mensaje no dejaba lugar a dudas. La mujer acudía al Facebook del cómico Agustín Durán para encontrar el amor como si se tratara del programa First Dates. Lo que no sabía es precisamente que ella se iba a convertir en protagonista. "En los pequeños círculos me llaman AgusTinder", le dice, ofreciendo confianza para que viera que estaba en buenas manos con eso de buscar pareja.

Lo primero que hizo fue entablar una conversación básica para comprobar que no se trataba de un bot, sino que detrás de esa pregunta había una persona de carne y hueso con intereses y emociones. 

Ella respondía: "Soy de República Dominicana". 

Agustín seguía el rollo como si de verdad él se encargara de concertar citas. ¿Edad? 46. Perfecto, pues ahí va una foto de los posibles candidatos en función de eso. "Solemos tener más pero ya sabe, en esta época del año los chicos se enamoran".

Ahí va esa primera foto. Partidazos. Lo más demandado de España.

La interesada quiere recalcar un dato importante para ella y pregunta si son solteros y por qué las fotos no están separadas. Pero se decide: le gusta Álex Pinacho, de La Vida Moderna. "Está en que él quiera", dice. Aquí puede haber amor.

Pero no contesta, así que Durán manda otra tanda de candidatos. "Estos también están disponibles y dispuestos a chatear".

Ella empieza a mosquearse, insiste en que esta búsqueda es seria. Él trata de que confie: "Si quiere le enseño mis valoraciones en Trypadvisor y verá cómo nuestros clientes tienen el corazón contento, lleno de alegría". Entonces, ¿cuál le gusta? La respuesta:

"Quiero alguien que no me engañe, porque soy buena". Así que Agustín Durán tira de sinceridad: "Los dos son un poco pájaros, unos truhanes y unos señores, aman la vida y aman el amor". Si busca un hombre caballeroso, tiene a quien necesita.

"Se llama Floren, es un poco más mayor pero es educado y tiene tierras", le dice. "¿Cómo es que tiene tierras? Parece que no le interesa. Y sigue preguntando por él. Ella empieza a mandarle audios y él le dice que no puede escucharlos, para que no se venga muy arriba. En un giro de los acontecimientos, ella empieza a querer videollamadas. 

Primero le manda una foto.

"Si se fija en los pies del muñeco parecen unos huevacos, pero es efecto óptico. Yo de portahuevos uso una XS". 

Agustín es incapaz de asustarla. Ni hablando del premio 'Espuerta de Oro' recibido en La Roda. 

La conversación fue creciendo. Cada vez más surrealista, pero ella era poco asustadiza.

Y tuvo que concluirla. 

En un momento, la historia pasó de un posible romance a decirse cosas como estas:

Pero ella tiene protección. Cree que es buena, que tiene a Dios a su lado, y que no le da miedo nadie. Esta historia podía tener varios giros.

Al final, y después de todo el esfuerzo, no triunfó el amor.