'Eva Stories', la serie de Instagram sobre los últimos días de una niña judía

¿Y si una niña hubiese tenido Instagram durante el Holocausto? De esta premisa parte la nueva inciativa storytelling a través de Instagram Stories para contar la vida de Eva Heyman, conocida como la Ana Frank húngara, que fue víctima de la masacre nazi y enviada a las cámaras de Auschwitz en 1944, cuando tenía 13 años. El proyecto audiovisual se llama Historias de Eva y pone imágenes a los últimos meses que plasmó la adolescente en su diario.

#EvaStories ha sido idea del empresario de medios y tecnología Mati Kochavi y su hija Maya. "En la era digital, cuando la capacidad de atención es baja pero la emoción es alta, y dado el número cada vez menor de sobrevivientes, es imperativo encontrar nuevos modelos de testimonio y de memoria", ha explicado Kochavi en un comunicado.

"Solo el 2,7% de lo que se habla hoy sobre la Shoá en Europa y Estados Unidos proviene de los jóvenes", comenta Kochavi, que reivindicareivindicando "nuevos modelos para el recuerdo y testimonio dado que muchos adolescentes pasan varias horas del día en esta plataforma".

"Uno de los objetivos es aumentar la conciencia y el conocimiento de los más jóvenes, sean judíos o no, sobre la Shoá. Las redes sociales son el mejor camino para llegar a las generaciones más jóvenes", resalta, en un país donde 40 supervivientes del Holocausto mueren cada día como media. El 29% de los 210.000 supervivientes en Israel tiene más de 85 años.

Con apoyo del Gobierno

El proyecto fue aprobado por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien ve en este proyecto un medio para reforzar el papel de Israel como refugio y patria histórica para los judíos.

"Todos los días, episodio por episodio, la gran tragedia de nuestra gente está esencialmente expuesta a través de la historia de una niña", ha dicho Netanyahu en Twitter. También ha asegurado que proyectos así son importantes "para que el mundo los entienda, para que recordemos lo que perdimos y lo que nos fue restaurado con la fundación del Estado de Israel".

Críticas por frívola

Ha habido algunas críticas de que una versión de Instagram del Holocausto no era un enfoque apropiado.

"El camino de Eva Stories a los selfis a las puertas de Auschwitz-Birkenau es corto y empinado", ha titulado esta semana en el periódico Haaretz de Israel, Yuval Mendelson, profesor de educación cívica.

Tal controversia sobre la representación histórica del Holocausto no es nueva, ha dicho Tobias Ebbrecht-Hartmann, del departamento de comunicación de la Universidad Hebrea, quien sí apoya el uso de los medios sociales para llegar a las generaciones más jóvenes.

"Este es un enfoque interesante... para crear de alguna manera una forma interactiva de relacionarse con esta historia. No solo aprendiendo sobre ella, sino respondiéndola de alguna manera", defiende Ebbrecht-Hartmann.

70 días de duración

La cuenta de Instagram, basada en la reproducción audiovisual del diario personal de Eva, se puso en marcha el pasado miércoles, conincidiendo con el inicio del Yom Hashoá (jornada del recuerdo del Holocausto), y durará 70 días.

"Basada en una historia real. En memoria de los seis millones de judíos asesinados en el Holocausto", reza la frase promocional de la serie, incluida como acto alternativo y complementario de los actos oficiales del Museo Yad Vashem de Jerusalem. 

La película está formada por 70 vídeos de entre tres segundos y tres minutos que se han grabado con móviles. En ellos se ven los momentos de alegría de Eva hasta la llegada de los tanques alemanes, también aparece el momento de la deportación y asesinato de los judíos húngaros. 

Eva Heyman nació en la localidad transilvana de Nagyvarad, el 13 de febrero de 1931. A los 13 años empezó a escribir su diario. Explicaba las cosas propias de una chica de su edad, sus ilusiones y sueños. Hasta que llegaron los nazis y su vida cambió. "Querido diario, eres el más afortunado del mundo, porque no puedes sentir, no puedes saber algo terrible que nos ha sucedido. ¡Han venido los alemanes!", escribió. También describió su nueva vida en el gueto, hasta el 30 de mayo de 1944, cuando escribió por última vez: "Querido diario: No quiero morir, quiero vivir aunque sea la única persona que quede aquí. Esperaría el fin de la guerra en algún sótano, o en el tejado, o en algún otro escondite. [...] con tal de que no me mataran, de que me dejasen vivir. [...] No puedo escribir más, querido diario, me saltan las lágrimas". Tres días después la subieron en el tren hasta Auschwitz, donde murió 17 de octubre de 1944.

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