Visto en Twitter

El surrealista relato de cómo los plátanos se 'inventaron' para envenenar a la población

Un tuitero explica la teoría de la conspiración sobre esta fruta y cómo las Islas Canarias se formaron para no llamar la atención con grandes fábricas

Plátanos

Plátanos / Pixabay

María Aragón

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Si hay algo que prolifera en Internet es el gusto por las teorías de la conspiración. Unas más realistas que otras, unas para tomárselo en serio... y otras con mucho humor. 

Es el caso del último hilo que triunfa en Twitter. ¿Nadie había reparado en el peligro que suponen los plátanos para la poblaciónDr. Garco tenía sus sospechas y se ha puesto a investigar. Décadas de silencio sobre un alimento que probablemente busca el envenenamiento total de la población.

En esa época hubo muchas dudas sobre cómo debían ser los plátanos, pero finalmente y tras "multitud de pruebas y rediseños", se optó por el formato que podemos encontrar en cualquier parte. Sin duda, eso de hacerlos fáciles de pelar tenía un objetivo malvado: 

Cuando fue consciente no dio crédito, pero investigó. ¿Por qué no hay fotos de plátanos antes de 1957? 

Y aquí, ojo, es donde verdaderamente empieza la teoría de la conspiración. Este tuitero ha dado con la clave del control, que era la producción de millones de plátanos para exportar a todo el mundo. ¿Cómo hacerlo sin que nadie sospeche? Fábricas tan grandes llamarían la atención.

Aquí las pruebas.

Hay una versión oficial de la creación de las islas que se basa en un volcán. Pero Dr. Garco ha dado con la verdad.

Suponiendo que la versión fuera cierta ¿cómo puede un volcán escupier fuego debajo del agua del océano? "No tiene sentido, de toda la vida el agua ha apagado el fuego". 

Pero siguiendo con la conspiración. El plátano tiene potasio. "¿Alguien en su sano juicio le daría potasio a sus hijos?" Que el potasio se utiliza para fertilizantes y pólvora, y con una simple búsqueda en Internet...

Solo hay que ver las nubes tóxicas que hay sobre las Islas Canarias.

¿Cómo mantener esto durante años? Fácil: lavado de cerebro a través de buenas playas.

Las pruebas, dice, son apabullantes. "Es hora de despertar y de dejar de mirar para otro lado, hay que decir no al lobby del plátano".