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El tuitero que se ha convertido en la voz de muchos padres que tienen pesadillas con whatsapp y el cole

Niña en el colegio

Niña en el colegio / Pixabay

María Aragón

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Narró la pesadilla de cuidar la mascota del colegio el fin de semana, explicó cómo había sido expulsado del grupo de Whatsapp de padres y salió corriendo de una reunión con profesores en la que la clásica 'chupipandi' no paraba de hacer de las suyas. Se llama Eugenio d'Ors, y en Twitter ya es conocido por sus grandes y divertidos relatos sobre eso de tener hijos en edad escolar.

Hace unas semanas Eugenio asistió atónito a una conversación que—dice—demuestra una preocupación por las tonterías que "realmente asusta". Estaba en uno de los grupos de Whatsapp del cole y hablaban del color y forma de la camiseta de los niños para el Carnaval. Pese a que había una directriz clara por parte de la tutora, "parte de arriba verde", pareció no ser tan claro para ellos. 

"Que si camiseta o jerséi, que qué verde porque hay muchos verdes y tienen que ser todos iguales, que si manga larga o corta, que si la del Decathlon está agotada, que entonces debajo qué llevan... Hasta hubo uno que envió una imagen de un verde Pantone especificando la referencia, alucinante", explica a El Periódico. "Por no hablar del comedor, del uniforme, de los festivales, de las excursiones, padres que resuelven por whatsapp los deberes de sus hijos... es asombroso". 

Con su crítica en clave de humor, este tuitero se ha convertido en toda una referencia para quienes quieren huir de este ambiente, pero también de las 'cosas' del propio cole. ¿Qué es eso de tener que cuidar a la mascota de la clase todo un fin de semana? Angustia y estrés para una tarea familiar que sin duda trastocaba todo el fin de semana familiar. 

Expulsado del grupo de padres

Pero si por algo se recuerda a Eugenio en Twitter es por cómo fue expulsado del grupo de whatsapp de padres. Aunque él matiza que no fue buscada ni esperada, sino que solo quería un poco de "polémica divertida", logró el aplauso de miles de seguidores, que vieron cómo una foto del negro de whatsapp—que todo el mundo conoce—acabó con él aliviado ante conversaciones que nada tenían que ver con sus hijos. 

"No buscaba que me expulsaran", dice. "Simplemente les dije que para hablar de sus cosas montaran otro grupo. Envié el negro para reírme un poco, no pensé que se lo tomarían tan a la tremenda. Ojo, no todos se molestaron, que hubo quien se rió. Lo que está claro es que si la cosa hubiese continuado así, me habría despedido con educación y me habría largado".

"Es insoportable", recalca, mientras explica lo variopinto que pueden ser estos grupos. "Los hay donde la gente es educada y solo pone cosas importantes relacionadas con el colegio. Yo estoy en algunos de esos. Pero es que hay otros grupos infumables: bromitas, política, cadenas solidarias, chorradas entre ellos. Creo que hay gente que tiene una necesidad imperiosa de compartir bobadas, y esa necesidad es inversamente proporcional a la empatía que sienten hacia los otros miembros del grupo, que tienen que aguantarlas".

Tanto en esos grupos virtuales como en el día a día, las famosas 'chupipandi' son objeto de sus críticas. Como en las tediosas reuniones donde los padres creen tener la razón siempre. En la última que contó, se marchó cansado de discusiones. "Solo me he largado de una. No podía más con la acumulación de olores en un sitio tan cerrado y tan cargado de tensión. Pero soy de los que aguanto con bastante paciencia", dice riéndose. 

Eugenio matiza que estas chupipandis existen en todas partes, no solo en los colegios. "Son pandillas herméticas que niegan la amistad o la relación con cualquiera que no pertenezca a su grupo, a no ser que surja algún interés. Entonces todo son sonrisas", dice.

"Disfruta desde la barrera"

¿Cómo saber si te encuentras en una de ellas? "Cuando hablas y se ríen forzado, cuando hay silencios, cuando hablan bajito entre ellos y se ríen, cuando te ignoran y se ponen a hablar de asuntos que solo ellos conocen..." Él no para de reírse de estas situaciones. "Soy más bien solitario y los observo en la lejanía. Solo con estudiarlos durante varios días puedes saber quiénes se caen mal, quiénes son más afines, quién lleva más o menos tiempo en la chupipandi. Como si fuera un documental de animales".

Y ojo, advierte, salir de ahí es muy complejo. "El grupo engancha. Pero si lo logras, te das cuenta de lo que es la libertad. Eso sí, estás marcado de por vida. Eres pasto de rumores y murmuraciones, lo cual tiene su punto divertido también, no te creas". 

Ante todo, tiene un mensaje de optimismo, para qué liarla si puedes disfrutar desde la barrera: "Aguantad, que luego ya os desahogaréis en Twitter".