Viral en Facebook

El vídeo que pone de manifiesto la violencia contra las mujeres: "Si piensas que exageramos, mira esto"

Zuleika

Zuleika / periodico

María Aragón

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La actriz argentina Zuleika Esnal lleva dos años registrando y condenando públicamente a través de sus cuentas la violencia contra las mujeres. Una violación masiva a una chica de 16 años en Brasil en 2016 y una similar en Argentina a una niña de 13 años le hicieron reflexionar sobre las opiniones al respecto, donde esas jóvenes, según parte de la sociedad, no debían estar en el lugar de los hechos. "Entonces bancátela (jódete)". 

De esa reacción surge un vídeo viral en el que Zuleika Esnal usa una violación masiva a una adolescente como hilo conductor de todas las agresiones que sufren las mujeres y cómo tienen que revivir los hechos con la condena pública. Un vídeo que ha sido compartido por miles de personas por lo impactante de su relato.

En el vídeo, que ya se ha convertido en un alegato feminista, narra cómo 30 hombres violaron a una chica de 16 años. "Ella contó 28 pero antes de quedar inconsciente le pareció escuchar a uno: "Somos 33". Dice que la drogaron porque no podía moverse, que se reían de ella porque pensó que iba a morir. Que el alma duele más que la vejiga destrozada. Dice que se baña todo el día, todo el tiempo. Que siente culpa aunque no sabe muy bien de qué. Y que sueña que le sale basura de los ojos y la boca".

Automáticamente pone el foco en la reacción de quienes deberían proteger a esa menor: "Lo primero que preguntó la policía fue si alguna vez estuvo en una orgía. 16 años tiene. Lo segundo, que por qué estaba donde estaba. Estaba donde estaba porque la drogaron, y así drogada se la llevaron a una casa abandonada. La violaban de dos en dos para ir más rápido. Algunos repetían como si fuera un plato de comida", lamenta.

Y le recordó situaciones que vivió anteriormente, y que viven la mayoría de las mujeres en algún momento de su vida. "Vi la foto de uno de esos hombre con la lengua fuera al lado de la vagina de esta chica. Pensé en mí misma cuando con 15 un tipo me siguió con la pija fuera. Y a los 21, volviéndome en tren y un pibe se masturbaba en el asiento de al lado y se reía porque grité. Vi el asiento manchado y vomité. Lo mío no fue nada, algunas pesadillas de vez en cuando..."

Esta joven tiene vergüenza porque es lo primero que aprenden las mujeres. Te juzgan: te emborrachaste, te gusta acostarte con hombres, andas sola de noche, hablas con cualquiera... "Bancátela". Así que, explica, vivimos en un mundo donde denunciar una violación se convierte en algo peor. "Porque el que debería protegerte te llama puta aunque no lo diga. Cuestiona tu ropa, tus gustos, tus horarios, tu cuerpo, tus hábitos, tu concha. No, señores, lo que deberíamos cuestionar es qué clase de hombres estamos criando. De esos que agarran una mina y se la pasan entre todos como si fuera una cerveza hasta que solo quedan los restos. ¿Qué hacemos con eso? Se lo debemos a esta chica y a todas las demás. A cada hija, a cada hermana, a cada compañera. Porque pudo ser cualquiera de nosotras y puede volver a ser".