metro de san petersburgo

La acción de una feminista contra el 'manspreading': echa lejía en la entrepierna de los hombres

La activista rusa Anna Dovgalyuk ha protagonizado una polémica actividad contra el famoso despatarre en el transporte público

Manspreading

Manspreading / periodico

María Aragón

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El famoso despatarre en el metro o el transporte público que algunos hombres hacen, ocupando su espacio e incluso invadiendo el de quienes se encuentran a su lado, se ha convertido en objetivo prioritario para la activista rusa Anna Dovgalyuk

El pasado martes, en el metro de San Petersburgo, 70 hombres conocieron de primera mano las acciones de esta feminista que está dispuesta a terminar con el 'manspreading', el hábito de algunos hombres de sentarse con sus piernas separadas, una acción que considera una "agresión de género" y una falta de respeto a las mujeres que están cerca. 

Con 30 litros de agua mezclados con seis de lejía, Dovgalyuk y un grupo de amigas recorrieron el transporte público para "marcar" a los hombres que estaban realizando esta práctica, dejándoles una mancha en el pantalón en escasos minutos. "La concentración de esta mezcla es 30 veces mayor que la que usan las mujeres para lavar la ropa, se come el color en minutos". 

Como si de un experimento con animales se tratara, en un vídeo que se ha hecho viral en las redes sociales, aseguran que 70 "especies" fueron marcadas de esta manera. "No solo queremos terminar con los 'manspreaders', sino marcarlos, identificarlos, para que todo el mundo pueda entender qué parte de su cuerpo les controla".

El vídeo está "dedicado" a todos los hombres que tienen este despatarre como conducta y en beneficio de todas las personas que han tenido que soportar esta "declaración de hombría" en público. 

"Es extremadamente importante para mí llamar la atención de las personas hacia este tema, para provocar una discusión y, en consecuencia, la creación de normas legislativas que penalicen el ‘manspreading’, porque se trata de una falta de respeto público hacia las mujeres y niños y es una vergüenza para la sociedad", dijo.

Lejos de la polémica, ella insiste en esta campaña y avisa: "Moscú y Kazan, preparados".