DEPORTE

El árbitro que hace bailar a los niños en torneos de fútbol: "Waka waka"

Mar Thiaw es famoso en Galicia por cantar con los pequeños tras los partidos

El árbitro

El árbitro / periodico

Mamen Hidalgo

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La amabilidad sorprende en un ámbito donde acostumbramos a ver tensión y violencia. El arbitraje suele ser foco de polémica, indignación e incluso agresiones en el deporte base. Pero la historia de Mar Thiaw da sentido a la lucha de los colegiados por instaurar un ambiente puramente deportivo.

El pasado fin de semana se disputaba un torneo de fútbol base en Noia (A Coruña) para celebrar el fin de temporada. Los protagonistas eran niños de 11 años, pero la estrella de la jornada resultó ser el colegiado, un marinero que a las seis de la mañana estaba metiéndose en la cama y a las 11 ya estaba vestido de corto sobre el césped. Al final de la jornada, dejó el silbato de lado y agarró un micrófono para integrar a todos los equipos con una canción.

En el vídeo, se ve cómo los pequeños asisten atónitos a una clase magistral de Mar con el famoso 'Waka Waka' de Shakira, canción del Mundial 2010. Frente a ellos, montó un bonito espectáculo: "Ahora viene el baile, atentos", se escucha en la escena mientras les anima a repetir lo que él hace. "Piernas abiertas, bajamos un poco el cuerpo..." Y lo más importante, el apoyo: "¡Por favor! ¡Aplaudid los padres!".

No era la primera vez que Mar se involucraba así con los niños en un torneo. Pese a que lleva nueve años arbitrando, la idea comenzó en el verano de 2017. "Estaba en Cruido en un torneo con los niños más pequeños, de benjamines y alevines. Y en la pausa vi un micrófono. Yo en Senegal cantaba, tenía el título de monitor de tiempo libre. Así que me puse a cantar, se juntaron los niños y bailamos. Como estábamos en un descanso, les dije que al final de la jornada lo hacíamos. Se pusieron a saltar y todo", explica a EL PERIÓDICO.

Dos semanas después, en otro torneo en Boiro, fueron los propios niños los que propusieron bailar, ya le conocían. Desde entonces, los campeontaos de final de temporada son más festivos que antes. "Es mi forma de ver el fútbol con los niños, bromeando", dice. "A veces las complicaciones vienen de los padres, así que yo trato de meter un ambiente de amistad con los niños. Siempre digo que aquí no estamos para aplicar el reglamento, sino para ayudar a que se diviertan".

Mar cree que la tarea de los colegiados debe ser educativa. Por eso, narra, cuando un niño hiere a otro, llama a los dos. "Al niño que lastima le digo que pida perdón". Igual que cuando el portero encaja un gol por un error. "En esos casos voy a hablar con él para decirle que no pasa nada. Y al final del partido llamo a todos para que se den la mano y se saluden". Pese a que ha vivido momentos de tensión en el fútbol, cree que son casos aislados. "Cuando todos nos metemos en el partido para pasarlo bien, no hay problema".

Todo son halagos hacia él en la región. Así lo cuenta Ana Bouzas, directiva del Bastavales UD. "Solo le falta salir a hombros de los campos", explica a EL PERIÓDICO. "Pero no se porta así solo con los niños, también con los adultos. A nosotros nos arbitró un partido de veteranos, de mayores de 30, y parecían críos, estaban encantados". Ana es consciente de que es una excepción en un mundo de rectitud, pero matiza: "Él se hace respetar y no tiene la actitud que tienen otros. Debería ser formador de árbitros para las bases, para demostrar que no hay que ser sargento. Es un hombre que termina el partido y todo el mundo le aplaude".

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