'Black Mirror', sigue la pesadilla tecnológica

Los seis nuevos episodios, que se estrenan este viernes, figuran entre los más oscuros de la saga

Los actores de 'USS Callister', el episodio que abre la nueva tacada de 'Black Mirror'.

Los actores de 'USS Callister', el episodio que abre la nueva tacada de 'Black Mirror'. / periodico

Juan Manuel Freire

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El año pasado, 'Black mirror', la famosa serie de Charlie Brooker sobre los efectos colaterales de la tecnología, sorprendió entregando un raro final feliz: el de 'San Junípero', una historia de amor en tonos neón con 'hit' ochentero de Belinda Carlisle como tema principal.

En realidad era un final relativamente feliz, pero, desde luego, insólito en el contexto de 'Black mirror', una antología de historias generalmente deprimentes sobre las posibilidades más oscuras de redes sociales, gadgets, realidad virtual o aumentada… "Veo las noticias, y me empapo de lo que está pasando", ha dicho Brooker, quien escribe o coescribe todos los guiones. "Pienso en lo peor que podría pasar, y lo escribo".

La gran aceptación de 'San Junípero', episodio favorito de fans y ganador de dos premios Emmy, podría haber marcado la siguiente temporada de la serie, ya cuarta, segunda para Netflix, que podrá verse completa desde el viernes. Pero sus responsables han preferido seguir siendo imprevisibles.

Amargura y terror

Quien prefiera, con toda lógica, entrar sin información previa en esta cuarta temporada, quizá debería dejar de leer aquí. Quien siga leyendo tampoco encontrará 'spoilers' muy graves: tan solo premisas básicas de los seis nuevos episodios. 

¿Puede el espectador digerir una temporada especialmente amarga de 'Black mirror' mientras deja atrás un año plagado de catástrofes a todos los niveles como el 2017? La pregunta no parece haber pasado por la cabeza de Brooker y socios, quienes han decidido conducir 'Black mirror' a nuevos niveles de oscuridad nihilista y apostar a menudo por el terror puro.

La colección se abre (aunque, en realidad, los episodios se pueden consumir en cualquier orden) con 'USS Callister', una inquietante 'space opera' sobre un juego de realidad virtual y el "dios gilipollas" que lo domina, encarnado por Jesse Plemons, quien se reúne con Cristin Milioti después de 'Fargo'. Sin entrar en detalles, diremos que se trata de la mejor versión de 'Star Trek' en un puñado de eones.

Jodie Foster dirige

El nivel no baja con 'Arkangel', dirigido por Jodie Foster y con Rosemarie DeWitt como una madre que, tras perder a su hija por un momento, decide probar un software experimental para que algo así no vuelva a suceder. Como en otras ocasiones, 'Black mirror' se limita a tomar una tecnología preexistente (en este caso, aplicaciones de control parental como Spyzie y OurPact) y darle solo una ligera vuelta de tuerca. Ciencia ficción a la vuelta de la esquina.

El citado terror puro, sin contemplaciones, llega sobre todo en dos episodios, 'Crocodile' y el filmado en blanco y negro 'Metalhead'. En el primero, dirigido por John Hillcoat ('La carretera'), Brooker se sirve de un particular dispositivo electrónico para recordarnos lo difícil –o imposible– de borrar el pasado. El segundo, una exhibición de economía narrativa a cargo del director David Slade, es un juego de gato y ratón entre una mujer de pasado e intenciones casi ignotos y un perro robótico.

Completan la remesa 'Hang the DJ', sobre una singular comunidad de citas 'online', y 'Black museum', trilogía de historias (como el especial 'White christmas') sobre un museo de innovaciones tecnológicas que acabaron usándose para cometer crímenes. Feliz Navidad.

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