Consejos laborales

Siete preguntas trampa de una entrevista de trabajo (y sus respuestas)

La búsqueda de empleo no solo requiere elaborar un buen currículum que se adapte al puesto requerido, sino también preparar un discurso que haga de ti el mejor candidato para el mismo

Un hombre se somete a una entrevista de trabajo.

Un hombre se somete a una entrevista de trabajo. / periodico

Vega S. Sánchez / Barcelona

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Llegado el mes de septiembre, empieza el año escolar y se reactiva la búsqueda de empleo tras el parón estival. Es época, pues, de entrevistas laborales. Cada vez son más las exigencias requeridas para optar a un puesto de trabajo y, por tanto, cada vez es mayor (y más difícil) el filtro que los entrevistadores y responsables de recursos humanos de las empresas utilizan para poder elegir a sus nuevos empleados.

La búsqueda del primer empleo también es una ardua tarea para los jóvenes que pretenden incorporarse al mercado laboral, y heterogéneos los consejos para encontrar el primer empleo.

Debido a esta alta competitividad, no es nada fácil acceder a una entrevista de trabajo. Y una vez en ella, es posible tener que responder a preguntas como "¿Por qué crees que deberías ser tú el seleccionado y no otro?".  Para poder salir airoso de esta pregunta y otras por el estilo -las llamadas preguntas trampa-, hay una serie de respuestas:

1. ¿Por qué tú y no otro candidato?

Es fácil caer en la trampa y responder a esa pregunta dando solo un listado de aptitudes técnicas. Sin embargo, el entrevistador ya tiene el currículum -por un lado- y, por el otro, es difícil que la formación entre los candidatos sea muy diferente. En este caso, es recomendable aportar experiencias y habilidades adquiridas a lo largo de la trayectoria profesional o vital, tales como las dotes de comunicación, organización y liderazgo. Expertos en selección, como Carlos Abelló, director en Catalunya de Spring Professional -consultora del Grupo Adecco-, coinciden en que "se valora mucho el compromiso y la capacidad de adaptación al cambio de una persona". 

2. ¿Qué rasgos destacarías de tu persona o personalidad?

En esta cuestión, hay que tener dos premisas claras: no hay que referirse a cuestiones de ámbito privado y sí es conveniente aportar información orientada a conseguir el trabajo. Por ello, es necesario destacar logros profesionales y académicos o las habilidades que te hacen idóneo para el puesto.

3. ¿Cuál es tu mayor defecto?

Es una de las preguntas más comunes, así como lo son también sus respuestas: "Soy demasiado perfeccionista", "tengo adicción al trabajo"... respuestas que podrían considerarse en realidad una virtud. Lo ideal es ser sincero, recomienda Abelló, pero destacando una debilidad que, con el tiempo, se haya convertido en fortaleza. Y, sobre todo, omitir aquellas respuestas que puedan perjudicar, como si se es lento, disperso o impuntual.

4. ¿Por qué quieres trabajar en nuestra empresa?

Para sortear esta pregunta, es necesario informarse previamente de a qué se dedica la empresa y destacar los puntos favorables en los que se puede contribuir a mejorarla. "Hay que hablar profundamente del proyecto, tener las expectativas muy claras y, sobre todo, decirlo", asegura Abelló.

5. ¿Por qué dejaste el último trabajo?

Otra vez, juega un papel fundamental el decir la verdad, aunque la causa sea un despido. Siempre se puede preparar la respuesta con antelación para que no sea tan evidente, pero sin dejar cabos sueltos, para que el entrevistador no tenga que elucubrar ni descubra mentiras.

6. ¿Qué opinas de tu último jefe?

Aunque os llevarais fatal, él fuera un incompetente, no supiera delegar ni sacar provecho de ti... es mejor no hablar mal de exjefes (ni excompañeros), puesto que da la impresión de que eres alguien en el que no se puede confiar. Procura -aunque sea difícil- tragarte la inquina que te haya quedado y contestar y orientar las respuestas de forma positiva.

7. ¿Hay alguna pregunta?

Al contrario de lo que pueda parecer, 'no' no es la respuesta correcta. Es verdad que no conviene acribillar a preguntas al entrevistador, pero si no se hace ninguna se demuestra apatía y falta de interés. Además, se puede aprovechar para hacer preguntas concretas sobre un departamento. En caso de que no se haya hablado del tema, este es el momento de hablar de las espectativas salariales.

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