'DOODLE' DE GOOGLE

Nettie Stevens, la genetista que descubrió por qué se nace hombre o mujer

La reputada investigadora estadounidense halló en un escarabajo las bases cromosómicas del sexo

Nettie Stevens, la investigadora a la que hoy Google rinde homenaje.

Nettie Stevens, la investigadora a la que hoy Google rinde homenaje. / periodico

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Nettie Stevens protagoniza el 'doodle' de Google de este jueves 7 de julio. Esta investigadora estadonidense fue quien descubrió, junto a Edmund Beecher, las bases cromosónicas del sexo, es decir, que fue la primera que halló la respuesta de por qué se nace mujer o hombre.

La genetista Nettie María Stevens (Cavendish (Vermont), 7 de julio de 1861 - Baltimore (Maryland), 4 de mayo de 1912), que hoy habría cumplido 155 años, amplió los campos de la embriología y la citogenética. Antes de establecer el sistema XY de determinación del sexo, a principios del siglo XIX los biólogos evolucionistas y los filósofos habían lanzado muchísimas teorías sobre cómo se establecía el sexo (como que dependía de los factores externos durante el desarrollo o por factores hereditarios).

ESTUDIO DEL ESCARABAJO TENEBRIO MOLITOR

Recoge Wikipedia que en 1905 publicó su trascendente trabajo 'Studies in Spermatogenesis with Special Reference to the "Accessory Chromosome"' , resultado de una investigación en el escarabajo Tenebrio molitor. Sus pesquisas la llevaron a estudiar la diferenciación celular en embriones y luego en el análisis de los cromosomas.

Observando estos últimos, la científica constató, en primer lugar, que los cromosomas existen como estructuras parejas en las células, en vez de largos bucles o hilos como muchos todavía sostenían, dando fin así a un largo debate.

DIFERENCIA ENTRE CROMOSOMAS

Stevens comprobó que las células somáticas de la hembra contenían 20 cromosomas grandes, es decir, 10 parejas mayores, mientras que las masculinas tenían 19 grandes y 1 pequeña, es decir, 9 parejas de cromosomas grandes y una constituida por un grande y otro pequeño.

La investigadora llegó a la conclusión de que los espermatozoides que poseían un cromosoma pequeño eran los que determinaban el sexo masculino, y aquellos que tenían los 10 cromosomas del mismo tamaño determinaban el sexo femenino. En otras palabras, considerando que en la terminología moderna el cromosoma pequeño se llama Y, mientras que su pareja homóloga llama X.