EL PULSO POLÍTICO

Ultras y populistas tendrán poca influencia en la Eurocámara

E. O.
BRUSELAS

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A pesar del avance espectacular en algunos países europeos de los partidos de extrema derecha, populistas y antieuropeístas, que no son extrapolables a unas elecciones nacionales, el peso político y la capacidad de influencia de estos partidos en el Parlamento Europeo será limitada.

La suma de los escaños obtenidos por estas fuerzas ultras, populistas y antieuropeístas se situará alrededor de 120. Esto representa el 16% del conjunto de la Eurocámara. Estos partidos además están muy divididos entre ellos y carecen de una línea de actuación política coherente común, por lo que su capacidad de acción política seguirá limitada.

LOS PROEUROPEOS SUMAN EL 75% / Los grandes partidos proeuropeos (populares, socialistas, liberales, verdes e izquierda) suman 562 escaños, lo que equivale al 75% del hemiciclo europeo. Y aún falta contabilizar las nuevas fuerzas progresivas o de izquierda que han entrado en la Eurocámara, que podrían representar un 3% y que aún aparecen en el recuento oficial en el cajón de sastre de «otros», mezclados con populistas y extremistas.

En una posición intermedia se encuentran los conservadores euroescépticos, dominados por los conservadores británicos y polacos. Este grupo de Europeos Conservadores y Reformistas (ECR) no cuestiona la UE, pero que no quiere que aumenten sus poderes. Contarán con 46 escaños, 11 menos que ahora, y representarán el 6,1% del hemiciclo.

A pesar de la espectacular victoria en Francia del Frente Nacional de Marine Le Pen, aún no está claro que pueda reunir diputados de siete países diferentes para poder constituir un grupo parlamentario ultra. Le Pen cuenta con el apoyo del Partido de la Libertad (PVV) holandés, de la Liga Norte italiana, del Vlaams Belang belga y del Partido de la Libertad (FPO) austriaco. Además podría contar con los Demócratas Suecos (SD). Pero otras formaciones ultras, como el Partido Popular Danés (DF) y Partido Finés (PS), han rechazado hasta ahora cualquier alianza. Le Pen, para mejorar su imagen, rechaza por su parte aliarse con los neonazis griegos o el Jobbik húngaro.

El antieuropeísta británico Nigel Farage (UKIP), por el contrario, estará mejor posicionado para reeditar su actual grupo de Europa de Libertad y Democracia (EFD). Aunque el grupo gana siete escaños hasta sumar 38 (5% del total), su papel se limita a votar en contra de la mayoría de la legislación europea y a efectuar intervenciones llamativas en el pleno. Farage también ha rechazado aliarse con Le Pen por antisemita.