EL PULSO POLÍTICO

La UE abre la batalla por la renovación de sus cargos

ELISEO OLIVERAS
BRUSELAS

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La Unión Europea (UE) abrirá hoy con una cumbre extraordinaria de los líderes de los Veintiocho la batalla política para la renovación de sus altos cargos: la presidencia de la Comisión Europea, la jefatura de la diplomacia europea y la presidencia permanente de la UE.

El candidato del Partido Popular Europeo (PPE), el exprimer ministro luxemburgués Jean-Claude Juncker, afirmó ayer que la victoria de su partido en las elecciones del domingo le da el derecho a ser el primero en buscar una mayoría que lo respalde en la Eurocámara y en el Consejo Europeo, donde los líderes de los Veintiocho deben nominar  un candidato por mayoría calificada .

El primer obstáculo que debe vencer Juncker es precisamente la oposición de algunos líderes a su nombramiento, en especial el primer ministro británico, David Cameron, que lo considera demasiado federalista europeo. Juncker indicó que no le preocupaba la oposición de Cameron. «No me pongo de rodillas ante ningún dirigente. He ganado las elecciones», declaró Juncker.

No obstante, la cancillera alemana, Angela Merkel, reconoció que serán necesarias «intensas conversaciones» entre los líderes y en la Eurocámara, porque el grupo popular no dispone de suficientes diputados para alcanzar la mayoría absoluta de 376 votos que requiere el nombramiento del presidente de la Comisión Europea. Esas negociaciones, añadió Merkel, «no se limitarán sólo a los nombres, sino también deberán abarcar el contenido de las políticas» a aplicar.

GRAN COALICIÓN / Juncker admitió que necesita el respaldo de los socialistas para asegurarse los 376 votos necesarios para obtener el puesto. «La única opción posible es la gran coalición entre los dos grandes partidos», reconoció, pero los socialistas tienen otros planes. Una primera reunión entre Juncker y el candidato socialista a dirigir la Comisión Europea y presidente del Parlamento Europeo, el alemán Martin Schulz, durante la noche electoral para buscar ese apoyo socialista no fue bien.

Schulz además anunció desafiante a la televisión alemana ARD: «Trataré de buscar una mayoría para mí. Veremos quién logra al final el mayor respaldo». Los dirigentes del grupo socialista condicionaron su apoyo a Juncker a un cambio sustancial de política económica de la Comisión Europea y destacaron que el grupo popular, a pesar de ganar las elecciones, ha sufrido una pérdida de 60 diputados. Los dirigentes socialistas se esforzaron en presentarse como la mejor «alternativa viable» para presidir la Comisión Europea y recordaron que el PPE «ha dirigido Europa en los 10 últimos años, en especial durante la crisis».

El problema para Schulz y el grupo socialista es que de momento tampoco alcanzan el listón de los 376 votos, aunque llegaran a obtener el respaldo de liberales, verdes e izquierda europea. Los socialistas aspiran a que la candidatura de Juncker se convierta en inviable y a sumar votos con algunas de las nuevas fuerzas progresistas que han entrado en la Eurocámara.