LA INTRAHISTORIA DE LOS PENALTIS

Detrás de las manos divinas de Unai Simón

Sambade, el entrenador de porteros, Valdés, el piscólogo y el propio Luis Enrique tienen mucha resposabilidad en el éxito del arquero español

"No me considero un héroe. Se trataba de ir convencido a un lado", explica el guardameta con humildad

Unai Simón le detiene un penalti a Akanji en la tanda del España-Suiza.

Unai Simón le detiene un penalti a Akanji en la tanda del España-Suiza. / Efe / Anatoly Matsev

Marcos López

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Paró Unai, diseñó Sambade, asesoró emocionalmente Valdés y sostuvo siempre Luis Enrique, quien confesó después que había asistido a "la tanda de penaltis más tranquila" de su vida. En cada penalti, y solo hubo cuatro porque Suiza, que había marcado los cinco a Francia en octavos de final, había un equipo detrás de las poderosas manos del guardameta de España.

Unas manos que antes de cada disparo chequeaba la chuleta que ocultaba su toalla. Sambade, un gallego de A Coruña, estudioso del oficio de portero, es el nuevo entrenador que se trajo Luis Enrique en febrero de este año para suplir al histórico José Manuel Ochotorena. Valdés es el psicólogo que acompaña al asturiano desde hace años, tanto en Roma como en Vigo y Barcelona. Y Unai es el cancerbero que escogió por delante de David De Gea, titularísimo en la Eurocopa de Francia-2016 y el Mundial-2018, a pesar de que hace año y medio era el cuarto en el Athletic por detrás de Kepa, Iago Herrerín y Remiro.

Unai Simón se lanza a por un balón ante Pedri.

Unai Simón se lanza a por un balón ante Pedri. / Reuters / Dmitri Lovetsky

En cada penalti había un estudio exhaustivo del lanzador suizo, firmado por Sambade, que ejerció de preparador de porteros en el Deportivo durante más de una década (del 2000 al 2013), antes de irse a Turquía (estuvo tres temporadas en el Besiktas), viajar a los Emiratos Árabes (Baniyas) y cuyo último trabajo conocido antes de firmar por la selección fue en el Mónaco de Robert Moreno. Extremadamente analítico como siempre ha sido Unai, recopiló toda la información previa de Sambade, chequeó sus emociones con Valdés y habló con Luis Enrique. España estaba en sus manos. Y no es ninguna exageración, más aún tras el primer penalti fallado por Busquets.

"Unai es un especialista, estaba muy tranquilo. Le he dicho que hiciera lo que sintiera. El mérito y la habilidad la tiene él, yo tenía la tranquilidad absoluta"

— Luis Enrique, seleccionador español

"Unai es un especialista, estaba muy tranquilo. Le he dicho que hiciera lo que sintiera. El mérito y la habilidad la tiene él, yo tenía la tranquilidad absoluta", afirmó después Luis Enrique. No es la primera vez que el meta vasco usa una chuleta en una tanda. En un Betis-Athletic (cuartos de final de esta edición de la Copa del Rey), en el que también paró dos penaltis tras analizar, y con acierto, la información procesada antes por Aitor Iruarrizaga, el técnico de porteros de Marcelino, que lo fue antes de Garitano.

"El entrenador de porteros me ha ayudado", aseguró en San Petersburgo, feliz por seguir las indicaciones de Sambade. En el primero se tiró a su izquierda, pero Gavranovic lo engañó porque chutó a la derecha. Justo el paraíso que descubrió después el portero de la selección. A su derecha, lanzó Schärr. Y paró Unai. A su derecha, lanzó luego Akanji. Y paró Unai. "Todos los porteros analizamos a los jugadores. No es un secreto. En las horas previas había visto los penaltis que había recopilado", confesó. "Se trataba de ir convencido a un lado".

"El entrenador de porteros me ha ayudado. Todos los porteros analizamos a los jugadores. No es un secreto. En las horas previas había visto los penaltis que había recopilado”

— Unai Simón, portero de España

Tan convencido fue a la derecha que detuvo dos de los cuatro. Y Vargas, impresionado por la dimensión que había adquirido Unai bajo los palos del imponente estadio de San Petersburgo, lo envió a las nubes. Ni necesitó pararlo. "¿Qué me ha dicho Luis? Nunca haré públicas las conversaciones con el staff", dijo seco el hombre que guio a España hacia Wembley.

Unai Simón, con el trofeo de MVP del partido.

Unai Simón, con el trofeo de MVP del partido. / AFP / Kirill Kudryatsev

"Me gusta que Unai se haya puesto la capa de héroe. Ya demostró ante Croacia de qué pasta está hecho”, explicó el seleccionador. "No, no me considero un héroe", se limitó a responder el guardameta, elegido el mejor del partido por la UEFA. "Yo le habría dado el trofeo a Sommer, ha hecho un partidazo", dijo como si nada trascendente hubiera hecho él. 

Unai Simón, con el trofeo de MVP del partido.

Unai Simón, con el trofeo de MVP del partido. / AFP / Kirill Kudryatsev

"Esto no se entrena, es el don que tiene cada uno para la tranquilidad", argumentó después en el tono más simoniano posible. Frío, sereno, tranquilo, apagado el "subidón" de energía y alegría que proyectó en el césped, levantando incluso a un también eufórico Luis Enrique. "Hay muchos factores que no se pueden entrenar, pero trabajarlo suma porque eso te da calma". Y la calma de Unai llevó a España a la semifinal de la Eurocopa

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