EUROCOPA 2021

La final de la 'Euro-Brexit'

La final de la Eurocopa se contempla en Italia y en altas esferas europeas con el prisma político de un enfrentamiento entre uno de los nuestros contra una anfitriona ya fuera de Europa

Aficionados italianos celebran el pase a la final de la Eurocopa.

Aficionados italianos celebran el pase a la final de la Eurocopa. / Alessandro Di Marco

Irene Savio

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Desde la victoria de Inglaterra sobre Dinamarca el pasado miércoles, una pregunta sarcástica, y más o menos ácida, según desde dónde se la mire, ha estado dando vueltas por Italia. «¿Qué hace Inglaterra compitiendo por la Eurocopa si el Reino Unido está fuera de la Unión Europea?». La ironía, que estuvo presente toda esta semana en forma de decenas de memes y burlas sobre los ingleses, finalmente también se coló en los despachos de más alto nivel y, más significativo aún, en las calles.

El Brexit ha levantado ampollas en estos años en Italia, país que ha seguido de cerca todo incidente y dificultad sufrida por la comunidad de medio millón de italianos que viven en el país anglosajón. Así, con una competición tan popular como la Eurocopa, cierto sentimiento de revancha y orgullo europeísta ha salpicado también a las tertulias sobre la final de hoy. 

Lo reflejaba de manera elocuente un reciente tuit de Beppe Severgnini, un cronista muy conocido de Il Corriere, que publicó una fotografía del conjunto británico con una X sobre ocho de sus once jugadores ingleses, y la frase: «Inglaterra sin inmigración». 

«Choque de civilizaciones»

Otros fueron aún más explícitos. «La Italia europeísta del primer ministro italiano Mario Draghi contra el Brexit de primer ministro británico Boris Johnson. No es una final. Es un choque de civilizaciones», escribieron, en un tono jocoso pero no demasiado. Un debate que, mucho más veladamente, también remitió al proprio Draghi, quien en junio sugirió que la final de la Eurocopa no se jugase en Londres, «la capital de la variante Delta», como remató bravamente el analista deportivo Lorenzo Vendemiale, en referencia a las altas tasas de contagio por coronavirus que en estos momentos afectan al país anglosajón. 

Las supuestas irregularidades en la semifinal de Inglaterra ante Dinamarca, entre ellos la utilización de un láser contra el portero danés que la UEFA ha decidido investigar y los abucheos al himno danés, alimentaron aún más este clima. «Si lo hubiéramos hecho nosotros, nos habrían dicho de todo», llegó a decir algún comentarista transalpino. «Sea como fuere, después del Brexit, y de lo que les han hecho a los daneses, nos vengaremos», resumió Flavio, un camarero romano de 23 años. 

«Euro 2020, Inglaterra y el penalti. Los tifosi redescubren el Brexit», tituló asimismo AdnKronos, una agencia de noticias del país, que tan solo pocos días antes había elogiado, tras el partido Italia-España, a Luis Enrique

«El corazón de la presidenta Von der Leyen es para los azzurri»

— Eric Mamer, portavoz de la presidenta de la Comisión Europea

La selección italiana ha intentado, desde que empezó la Eurocopa, esquivar todo debate que tuviese una identidad política. Pero no tuvo particular éxito. Prueba notable ha sido la decisión del conjunto transalpino de no arrodillarse, si sus contrincantes no lo hacían, en referencia al gesto en apoyo del movimiento Black Lives Matter. Una postura contorsionista que finalmente molestó a contrarios y favorables y dio titulares durante días. Según los azzurri, la idea era evitar que la política se refleje en el deporte.

Telón de fondo político

Pero Italia no ha sido la única excepción que ha confirmado la regla. También en otros países europeos la política ha sido un telón de fondo más o menos constante durante la competición. En Alemania, por ejemplo. Allí, antes del partido del 29 de junio ante Inglaterra, un diario alemán llevaba el siguiente titular: «Todo listo para la Euro-Brexit». Y otro, el tabloide Abendzeitung, puso este irónico título: «Tiempo de decir adiós».

Lo misma ha pasado en Francia. «Mucha gente en Francia está decepcionada. Piensan que la competición ha sido organizada para que Inglaterra gane», comentó Pierre-Etienne Minozio en un artículo en L’Equipe titulado: «Primero el Brexit, ahora esto».

Incluso la alemana Ursula von der Leyen y el belga Charles Michel, respectivamente presidenta de la Comisión Europea y presidente del Consejo Europeo, han hecho saber que desean que hoy gane Italia. «El corazón de la presidenta es para los azzurri», dijo Eric Mamer, el portavoz de von der Leyen, sin pelos en la lengua.