LOS OCTAVOS DE FINAL DE LA EUROCOPA

Francia aguarda a la mejor versión de Mbappé para superar a Suiza

El delantero del PSG aún no ha marcado en esta Eurocopa

Deschamps podría optar por jugar con tres centrales ante la baja de Digne y las molestias de Lucas Hernández

Mbappé saluda a la salida de su hotel en Bucarest.

Mbappé saluda a la salida de su hotel en Bucarest. / AFP / Frank Fife

José María Expósito

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Si Francia afronta esta Eurocopa como gran favorita al título es en parte por su vitola de campeona del mundo. Y aquel éxito empezó a fraguarse en Rusia-2018 contra la Argentina de Messi, en la inolvidable galopada de un insultantemente joven Kylian Mbappé (19 años entonces) que no acabó en gol, sino en penalti, y que abrió un espectacular encuentro (4-3) que el astro francés remató con dos goles. Este lunes contra Suiza (21 horas. Telecinco), también en octavos de final, Francia confía en volver a ver al mejor Mbappé, en que rompa por fin su sequía en el torneo y que la 'tricolor' se lance definitivamente a la misión de unificar el título mundial y el continental.

Habiendo acabado primera del 'grupo de la muerte' sería atrevido criticar el rendimiento de los 'bleus', pero no parece que el bloque de Didier Deschamps haya dado el 100% de lo que la entidad de sus jugadores invita a pensar. Francia derrotó con un autogol de Hummels a una Alemania que por momentos la tuvo acorralada, se aseguró el pase a octavos con un inesperado empate ante Hungría (con gol de Griezmann) y conservó el liderato de grupo en un vibrante duelo con Portugal (2-2) que sirvió además para que el perdonado Benzema, por partida doble, volviera a marcar seis años después con la selección.

Un tanto en nueve partidos

Así que todos esperan ahora a Mbappé. Nadie le reprocha nada. Se le alabó su generosidad defensiva ante Alemania y se destacó que provocó un penalti ante Portugal. Pero, siendo el jugador más codiciado del planeta, que su nombre siga sin aparecer en la lista de goleadores genera un ruido atronador. De hecho, no ha marcado en los cuatro últimos partidos con la selección y solo ha logrado una diana en los últimos nueve, números muy pobres para el máximo goleador de las tres últimas ediciones de la liga francesa.

"En el 2018 era mi primera gran competición, era el momento de hacerme valer ante el mundo. Después realicé tres temporadas exitosas, gané no pocos títulos con el equipo y a nivel individual. Ahora estoy en una etapa diferente de mi carrera y aún tengo que confirmar, pero será con ayuda del equipo. Nunca hay que aislarse del conjunto", decía el delantero antes de la Eurocopa. Pero KM7 es consciente de lo que se espera de él: "Por supuesto que hay que ayudar a los compañeros, pero los delanteros están ahí para ser el final de la cadena, estar en los 30 últimos metros y tratar de ser lo más decisivos posibles".

En cualquier caso, Mbappé no es el mayor quebradero de cabeza para Deschamps. Tras perder a Ousmane Dembélé por lesión, al seleccionador se le juntan ahora la lesión del exazulgrana Lucas Digne con las molestias de Lucas Hernández, con lo que tendrá que improvisar un lateral zurdo o modificar el sistema y jugar con tres centrales. Thuram, Lemar, Koundé y Rabiot también están entre algodones.

Suiza y su techo de cristal

Enfrente tendrá a una Suiza abonada a los octavos de final, que ha alcanzado en los últimos cuatro grandes torneos, pero también a caer en ellos. Esta ronda es un techo de cristal para el conjunto helvético desde que alcanzó los cuartos en el Mundial de 1954, disputado precisamente en su país.

Suiza no ha ganado a Francia en los últimos 29 años y nadie le echará en cara no hacerlo este lunes. Pero, tras un mal inicio de torneo, la goleada a Turquía en la última jornada de la fase de grupos le permitió pasar como tercera y soñar con seguir avanzando. La solvencia del portero Sommer, la experiencia de Shaqiri (bigoleador ante Turquía) y la pujanza del delantero Embolo palidecen ante la pléyade de estrellas de Francia, pero garantizan la competitividad.

El Estadio Nacional de Bucarest, con el 50% de aforo (29.500 personas), alberga un duelo del que saldrá el rival de España o de Croacia en cuartos de final.