EL TORNEO CONTINENTAL

Eurocopa 2021: estos son los 7 favoritos

Portugal defiende un título con muchos aspirantes a cogerle el relevo en la cima del fútbol europeo

Francia, Bélgica, Inglaterra y la vigente campeona figuran en el grupo de equipos con más números para ganar

Calendario de la Eurocopa: fechas y horarios de los partidos

Los 12 jugadores a seguir durante la Eurocopa

Portugal, campeón Eurocopa

Portugal, campeón Eurocopa / Efe

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Algunas de ellas siempre están en el grupo de favoritas. Otras siempre han apuntado maneras pero al final se han acabado quedando a las puertas y buscan ahora la oportunidad definitiva. La Eurocopa del covid vuelve a ser cosa de un reducido grupo de selecciones. Son estas:


Italia

Primer test tras el cambio de guardia

Italia fue la gran ausente del último Mundial. Tras el estrepitoso fracaso, la cuatro veces campeona del mundo se puso en 2018 en manos de Roberto Mancini, que se arremangó para rehacer el desaguisado de Gian Piero Ventura. Levantó la bandera del cambio generacional azzurro que ha permitido no solo clasificarse para la Eurocopa con pleno de victorias sino encadenar 27 partidos sin perder.

Mancini observa un lance del encuentro

Mancini, técnico italiano. / AFP / GIUSEPPE CACACE

Si hay un lugar en el que se ha plasmado el cambio de guardia es en la portería. Buffon, tras quedarse fuera del Mundial, se retiró entre lágrimas. «El tiempo pasa y es tirano y es justo que así sea», señaló Gigi, que le pasó el testigo a Gigio Donnaruma. El mítico portero dejó el marco italiano a los 39 años para que lo ocupara el chico de oro de la cantera del Milan, que debutó a los 16 en la Serie A y a los 17 con la selección. Titular indiscutible desde la llegada de Mancini, a los 22 afronta su primera Eurocopa con Italia mientras su manager, Mino Raiola, lo subasta por todo Europa.

Mancini lideró el relevo y lleva 27 partidos invicto

Junto a él han llegado una generación de jóvenes talentos como Nicoló Barella, elegido mejor centrocampista de la Serie A. Prolongación de Mancini en el campo, el seleccionador no ha dudado en aventurar que la brújula del Inter podría ser la estrella de la Eurocopa. Jorginho, tras conquistar la Champions con el Chelsea, le acompañará en un centro del campo que completa Verratti, superados los problemas físicos pusieran en peligro su presencia.

El centrocampista del PSG es de los pocos supervivientes de la vieja guardia, de la que apenas se mantienen en el once dos centrales expeditivos como Chiellini (36) y Bonucci (34) y un extremo, el escurridizo Insigne (30) que sigue dejando en evidencia a los que decían que era demasiado bajito (1,62) para jugar a fútbol. Immobile podría completar el póquer de treintañeros, aunque se disputará la plaza de delantero centro con Andrea Belotti. Mancini, que en su época de jugador formó dupla con Enrico Chiesa en la Sampdoria, reserva la otra plaza de la delantera para el hijo de este, Federico, de las pocas buenas noticias que ha habido este año en la Juve.

Además de una trayectoria inmaculada y un equipo que mezcla veteranía y juventud, solidez defensiva con pegada (4 goles encajados y 37 marcados en la fase de clasificación), contará con el factor cancha en la primera fase que jugará en Roma en un grupo a priori asequible ante Suiza, Turquía y Gales.  ROGER PASCUAL


Bélgica

Tintín De Bruyne y la generación de oro quieren que el cuento se haga real

El almanaque futbolero está repleto de capítulos como el de esta Bélgica. Selecciones modestas en las que, de golpe y porrazo, coincide una generación única, una cosecha excepcional que las hace colarse en la élite a golpe de talento. Les pasó a la Bulgaria de Stoichkov y a la Suecia de Larsson y Brolin en el Mundial de 1994, donde rozaron la final antes de disputarse el bronce. Igual que Bélgica en la última cita mundialista en Rusia, donde acabó tercera tras caer por la mínima ante la campeona Francia en semifinales.

Foden y De Bruyne celebran uno de los cinco goles del City ante el Southampton.

Foden y De Bruyne celebran uno de los cinco goles del City ante el Southampton. / AFP

No se veía en ese país una hornada así desde de los Pfaff, Ceulemans y Gerets, subcampeones continentales en 1980 y cuartos en el Mundial de México 1986, donde echaron a España en los penaltis. Pocas o selecciones hay tan completas en esta Eurocopa como la que dirige el catalán Robert Martínez y que ocupa el número 1 en el ránking FIFA. Empezando por Courtois, el mejor portero de la competición en ausencia de Oblak y Ter Stegen. Arropado por tres centrales veteranos como Alderweireld, Vertonghen y el exazulgrana Vermaelen (101 años entre los tres), solo ha encajado tres goles en una impecable fase de clasificación en la que Bélgica ganó sus 10 partidos marcando 40 goles. 

Y es que además de la solidez defensiva, si algo caracteriza al bloque de Martínez es su apuesta ofensiva. No solo por tener un depredador como Lukaku, máximo goleador de la historia de Bélgica y que ha llevado a hombros al Inter al Scudetto. O peloteros como el colchonero Carrasco, Mertens y los hermanos Thorgan y Eden Hazard (pese a los problemas físicos que le han perseguido desde que llegó a Madrid, Martínez sigue confiando en él). Sino, sobre todo, por la magia de De Bruyne, líder indiscutible de los diablos rojos.

El Messi de Pep en Manchester vio como se le esfumaba la primera corona europea del año y se niega dejar escapar la segunda. Si en con el City puede tener más ocasiones, su Eurocopa y la de esta generación belga es esta. Aunque se perderá el debut por el cabezazo de Rüdiger en Champions, Tintín De Bruyne está dispuesto a partirse la cara para lograr la joya de la corona. Con la estrella misteriosa aspirar al título no es un cuento ni parece tan lejano como la luna. ROGER PASCUAL


Países Bajos

Del pasado, no lleva ni el nombre

La actual Holanda se emparenta con la recordada de los viejos tiempos solo por la camiseta naranja. Incluso ha cambiado el nombre: el correcto y más formal apelativo que debe utilizarse es Países Bajos, algo que ayuda a esquivar las dolorosas comparaciones con el pasado.

El equipo más audaz y rupturista en una época por promover el fútbol total en los setenta y mantener un esquema con extremos cuando ya habían desaparecido en los noventa es hoy una selección convencional que ha claudicado incluso a la moda contemporánea de jugar con tres centrales que, en algunos casos, significa alinear cinco defensas.

Lo dijo medio bromeando Ronald de Boer, el hermano gemelo de Frank, el seleccionador, al ver esa teórica ofensa: “Johan Cruyff se revolvería en su tumba”. Lo manifestó un contemporáneo de la antigua leyenda azulgrana, Kees Kist, delantero internacional de los setenta.  “Lo que ha hecho Frank es una violación total del fútbol holandés”, proclamó. “Llevamos décadas jugando al fútbol con un estilo dominante en el campo. Somos un país de fútbol que juega abiertamente, que presiona y que muchas veces domina”, dijo Kist, agraviado al cambio y, sobre todo, al resultado frente a Escocia (2-2): ¿de qué sirven cinco defensas si encajas dos goles?

Frenkie de Jong, en un partido preparatorio para la Eurocopa.

Frenkie de Jong, en un partido preparatorio para la Eurocopa. / Maurice van Steen Efe/Epa

Cruyff se revolvería en su tumba viendo a la Holanda de Frank y “al Barça de Ronald Koeman”, el antiguo seleccionador, por su ruptura con la tradición táctica holandesa, aunque Ronald encuentra cierto “atractivo” al audaz cambio de los dos entrenadores adaptándose al material humano que manejan. El excentrocampista apuntaba la utilidad de reforzar la seguridad defensiva con tres centrales, lo que no limita, a su juicio, que un equipo no pierda capacidad ofensiva.

Pero su hermano Frank, como los demás seleccionadores, anda ajustando piezas. Él, sobre todo. Lleva solo nueve partidos al frente del equipo nacional. Solo ha perdido uno, en Turquía (4-2) y ha empatado tres. Ni los resultados son brillantes ni tampoco el juego encandila. Países Bajos se abraza al pragmatismo antes que a la fantasía, la efectividad a la belleza. Es un camino que ya había comenzado hace tiempo.

Hay muy pocas piezas fijas. Solo el centro del campo, con De Roon, Wijnaldum y De Jong, puede recitarse de carrerilla. Los laterales Demfries y Wijndal son los titulares. Las dudas de De Boer se centran en el eje de la defensa (Aké, De Vrij, De Ligt, Blind, Timber…) y en el acompañante de Memphis Depay en el ataque. El esquema ha reducido la nómina de delanteros. Wout Weghorst, un semidesconocido delantero que no pasó por ninguno de los tres grandes y juega en el Wolfsburgo, ha sido el acompañante de Depay en los dos últimos ensayos. La ausencia de Jasper Cillessen, descartado por dar positivo por covid-19, abre la portería a la disputa entre Krul y Stekelenburg.

Frank de Boer está mucho más cerca de Louis van Gaal que de Cruyff, algo lógico y natural porque fue su entrenador en el Ajax y también su seleccionador. Con Johan la relación, si existió, fue somera, nada profunda. El jefe del combinado naranja necesita resultados por la pérdida de protagonismo del equipo en los últimos años en los certámenes internacionales. Pocos futbolistas carismáticos tienen tirón en el gran público. Hablarán los resultados por Holanda. Perdón, Países Bajos. JOAN DOMÈNECH


Francia

La reina del mundo apunta al doblete

Finalista de la pasada Eurocopa (perdió la traumática final de 2016 en París ante Portugal), campeona del mundo en 2018 y favorita indiscutible en el torneo que se estrena mañana. Francia es la selección más poderosa, el rival temido por todos.

Con una plantilla fantástica y equilibrada en todas sus líneas –incluso su once suplente podría aspirar a mucho– y una mezcla perfecta de físico y talento, los bleus esperan sellar el 11 de julio su doblete. Cualquier resultado que no sea el título sería una desilusión que seguramente acabaría con Zinedine Zidane en el banquillo en lugar de Didier Deschamps, que lleva en el cargo desde 2012 y aspira a ser campeón de Europa y del mundo como jugador y seleccionador.

El francés Antoine Griezmann, del Atlético, golea con Francia.

El francés Antoine Griezmann en un partido con Francia. / AP / FRANÇOIS MORI

La generación que triunfó en Rusia desea marcar un ciclo similar al que fijó la selección española entre 2008 y 2012. Mimbres no le faltan. Desde el veterano portero Lloris al genial Mbappé, pasando por una zaga solvente y una medular comandada por el incansable Kanté. Solo faltaba la guinda y la puso Benzema con su regreso seis años después de ser apartado por el entrenador.

El regreso de Benzema refuerza un fantástico bloque temido por todos

 Si en otras selecciones históricas muchos jugadores pasarían desapercibidos por la calle, en Francia sobran referentes. Son favoritos en todas las casas de apuestas, por delante de Inglaterra y Bélgica, pese a comenzar en el grupo de la muerte.

En el once no faltará Griezmann, que suele rendir mucho mejor en la selección que en el Barça. Dembélé tendrá su clásico papel de agitador y Lenglet completará el trío azulgrana con un papel testimonial. Los franceses no ganan la Eurocopa desde el año 2000, cuando batieron a Italia con un gol de oro de Trezeguet (2-1). Deschamps capitaneaba un bloque brutal que venía de coronarse en el Mundial de 1998. Repetir la serie es el objetivo. RAÚL PANIAGUA


Alemania

Löw encara su adiós entre luces y sombras

Tres años después, el recuerdo aún duele. Alemania, esa selección habitualmente infalible, sufrió el mayor ridículo de su historia en Kazán. La campeona del mundo de 2014 se fue a la calle tras una humillación ante Corea. En un grupo con los asiáticos, México y Suecia, el bloque de Joachim Löw acabó último.

Joachim Löw en una rueda de prensa

Joachim Löw en una rueda de prensa / archivo

En condiciones normales, ese batacazo habría supuesto el despido del técnico, pero la federación germana mantuvo la paciencia por respeto al pasado. Su despedida llegará en esta Eurocopa. Hansi Flick, el preparador que llevó al Bayern a su última Champions, sustituirá a Löw, que vivirá su último gran torneo en una selección que dirige desde 2006, cuando relevó a Jurgen Klinsmann, con quien estuvo dos años de ayudante. Los tropiezos de los últimos tiempos, incluida la vergonzosa goleada ante España en la Liga de las Naciones (6-0), no oscurecen el excelente trabajo de Löw, que forjó un conjunto fiable y atractivo que tuvo su cenit en Maracaná.

Los germanos persiguen un golpe tras su ridículo en el pasado Mundial

Esas dudas de la última época y la sensación de un final de ciclo ensombrecen a un combinado que sigue contando con magníficos jugadores. La vieja guardia la comanda el capitán Neuer (sin Ter Stegen, lesionado, se evita cualquier polémica). A su lado estarán Hummels y Müller, recuperados para la causa en el último momento, sin olvidar a astros como Kimmich, Gundogan y Kroos. La variedad de recursos es enorme en el ataque, en el que ni siquiera tienen sitio asegurado Havertz y Werner, campeones de Europa con el Chelsea.

La goleada en el último amistoso ante Letonia (7-1) ha aportado algo de luz antes del exigente debut ante Francia, verdugo de los germanos en las semifinales de la pasada Eurocopa. La presión siempre es elevada en una selección que no se corona en la cita continental desde 1996. RAÚL PANIAGUA


Portugal

Talento unido en la defensa del título

Cristiano Ronaldo sigue siendo la indiscutible estrella de la selección de Portugal, por goles, por rendimiento y por carácter, pero los resquicios de aquella selección campeona en 2016 acompaña ahora al atacante de la Juventus con una colección de recursos, calidad y talento a un nivel que pocas veces ha atesorado la selección ibérica en su historia reciente.

Cristiano Ronaldo, durante el último partido de la Juventus.

Cristiano Ronaldo, durante el último partido de la Juventus. / AFP / MIGUEL MEDINA

Con el reto de reeditar el título, después de haber ganado también la última edición de la Liga de Naciones, el seleccionador Fernando Santos tiene a su disposición un equipo equilibrado, con potencial y jugadores de máximo nivel en todas la líneas y capacidad para dominar los partidos ante cualquier rival.

Cristiano llega secundado por la calidad del equipo

Portugal tiene a jugadores instalados en el máximo mundial como Bruno Fernandes, Bernardo Silva o Rúben Dias, tres finalistas de competiciones europeas, titulares e importantes en sus equipos. Además, atesora el talento joven del atlético Joao Félix o de Nuno Mendes, el lateral izquierdo de 18 años campeón de la Primeira Liga con Sporting, también con Pedro Gonçalves.

Capítulo aparte se merecen los centrales Fonte y Pepe, en la pelea por ser titulares con toda justicia por su rendimiento, con 37 años el campeón de la Ligue 1 con el Lille y 38 el ex madridista, cuartofinalista de Champions con el Oporto. Más allá, la clase media de los portugueses está en una fase de maduración que les permite contar, por ejemplo, con unos atacantes consolidados en grandes ligas como Diogo Jota y André Silva, o un centro del campo pleno de fuerza y fútbol con nombres como Renato Sanches,Sérgio Oliveira o Rúben Neves, además de William Carvalho o Danilo Pereira.

Los problemas con el coronavirus también han alcanzado a la concentración de Oeiras, a las afueras de Lisboa, de la que tuvo que salir por ser positivo el valencianista Guedes, pero ya se ha reintegrado tras dar negativo.

Con todo, la exigencia para Portugal va a ser máxima desde la primera fase, integrado en el grupo más competitivo del torneo, el menos indicado para luchar por ser uno de los terceros clasificados, junto a otros dos grandes favoritos como Francia y Alemania, y con Hungría como convidado de piedra, sobre todo con la ausencia de su gran talento joven Dominik Szoboszlai, aunque jugará en su país con el estadio Ferenc Puskás de Budapest con el aforo completo. ALEJANDRO GARCÍA


Inglaterra

Una venganza para cambiar la historia

Harry Kane ha confesado que hace pocos días terminó de ver Juego de tronos. Qué oportuno. El destino le ha servido en bandeja la posibilidad de rendir tributo a la venganza, concepto flotante de la serie. Inglaterra debuta el domingo contra Croacia, el equipo que descarriló a los leones de Gareth Southgate del Mundial de Rusia de 2018. Sucedió en semifinales, a un palmo de la final. ¿Cómo no ver el partido inaugural de la selección inglesa con el prisma de la venganza?

Harry Kane corre eufórico tras marcar el 1-2 de Inglaterra a Túnez.

Harry Kane corre eufórico tras marcar el 1-2 de Inglaterra a Túnez. / FRANCIS R MALASIG

Por supuesto que no, dicen los protagonistas, no hay sed de venganza. «Nos dolió mucho esa derrota, pero no podemos mirarlo así», concedió Kane, punta del Tottenham. Tras el verano puede que pertenezca a otro club con mayores aspiraciones si su pulso con la propiedad del club londinense acaba como quiere él, con traspaso. Ya se verá.

Los ingleses se estrenan ante Croacia, el equipo que los apeó en Rusia

Kane es la bota explosiva, la cabeza rematadora, el gol de una Inglaterra con aspiraciones. Si llegaron a semifinales en un Mundial, ¿qué no pueden hacer en una Eurocopa? «Siento que estamos en un buen momento, pero no significa nada. Hay que trabajar al máximo. Hace mucho tiempo que como país no ganamos un torneo, de modo que si nos centramos podemos llegar muy lejos».

Southgate cuenta con una plantilla amplia en calidad, con muchos jóvenes deslumbrantes, pero es evidente a ojos de todos los observadores que carece aún de un equipo titular claro. Demasiado donde elegir.

La historia obliga a ser pesimista. No hay inglés que se permita ensoñaciones, pero con bazas como Rashford, Sterling y el propio Kane, y esos chicos repletos de talento como Foden, Mount, Grealish o Bellingham, los suspiros de grandeza no están fuera de lugar. Y soñar con una venganza tampoco. ALBERT GUASCH

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