El inicio del campeonato

Cuestión de confianza

El equipo español prepara su estreno de mañana ante Italia en un clima de seguridad e ilusión

Iniesta y Casillas firman autógrafos a aficionados tras el entrenamiento de la selección, ayer.

Iniesta y Casillas firman autógrafos a aficionados tras el entrenamiento de la selección, ayer.

CARLOS F. MARCOTE

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En su primera tarde libre desde que trabajan en Gniewino, la selección española y sus técnicos vieron por televisión cómo Grecia arruinaba la fiesta a los anfitriones polacos (1-1), aunque les dejaba vivos porque pudo ser mucho peor para los locales. España tomó buena nota, así como del abultado triunfo ruso sobre la República Checa (4-1), mientras prepara su estreno de mañana contra Italia en Gdansk. Un debut que los jugadores españoles esperan ya con ansiedad y también con la intención de hacer todo lo necesario para comenzar a acercarse a un título que les coronaría como los protagonistas de algo no conseguido por nadie hasta ahora: ganar tres grandes campeonatos consecutivos.

A unos les gusta más que a otros llevar colgado el cartel de rival a batir, pero todos son conscientes de que, aun sin Puyol y Villa, España tiene jugadores y argumentos para conseguirlo. No se trata, sin embargo, de adelantar acontecimientos. Es lo que dijo ayer Vicente del Bosque a un periodista que se acercó a él en el centro de prensa, una vez acabado el único entrenamiento del día, para pedirle una entrevista cara a las semifinales. «Pues no queda nada para eso... Lo primero es que el equipo cumpla bien contra Italia, se acerque a su nivel y por supuesto que saque un resultado positivo para asentarse», contestó el seleccionador mientras enfilaba hacia el hotel para comer con los jugadores.

ESPERANZA / Uno de estos, Piqué, acababa de dar casi una clase magistral a los informadores sobre lo que debe ser transmitir ilusión, seguridad y esperanza a todo el mundo: a sus compañeros de selección, a los aficionados y a todo el país, si eso fuera posible con alcanzar un nuevo título continental. «Sabemos la situación, cómo está el país, lo complicado que está todo. Yo solo les pediría que confíen en nosotros, que no les fallaremos», dijo el central del Barça después de aclarar una y otra vez que no existe el más mínimo problema de convivencia dentro del grupo. Nada de tiranteces con Ramos, sobre las que no ha dejado de especularse.

Era un mensaje premeditado que llegó dispuesto a propagar cuantas veces fuera necesario durante una rueda de prensa en la que puso de relieve una soltura y una claridad de ideas sobresalientes. Todos, incluido Fernando Llorente, le escucharon encantados. «Con Sergio hay muy buen rollo. Al final, las cosas se sacan un poco de quicio. Pasó también cuando, durante la temporada, dijeron que me llevaba mal con Guardiola y nunca fue así. Ahora pasa con Sergio. Desde fuera se exageran las cosas. Es verdad que durante una época nos enfrentamos en muchos clásicos, hubo mucha tensión y puede que pareciera que las relaciones se hubieran distorsionado, pero ahora no es así», explicó Piqué, que zanjó el asunto personal con Ramos metiendo la directa: «Estoy orgulloso de formar parte de este equipo y de que Sergio esté al lado».

PUYOL, UN HERMANO / Eso no significa que no vaya a echar de menos a Puyol. «Para mí es como un hermano. Llevo cuatro años con él, pero creo que tenemos la calidad suficiente y los jugadores para sustituirle y que no se note su ausencia. Carles y Sergio son jugadores parecidos, fuertes, muy físicos, van al corte y van bien por arriba. Es normal que con Carles conecte mejor porque hemos jugado mucho juntos y con él me entiendo solo con una mirada, pero con la calidad que tiene Sergio va a ser fácil adaptarnos».

Y, por supuesto, al central azulgrana no le cuesta nada admitir la condición de favoritos y pasearla por donde haga falta. «Si nos ven así es porque tenemos equipo para ganar. A lo mejor añade presión porque todas las miradas están puestas en ti, pero a mí me gusta. Prefiero ir con este cartel. Podemos vivir con la presión porque la tenemos en nuestros clubs día a día», añadió Piqué, a quien tampoco le molesta lo más mínimo la euforia que se respira en el entorno de la selección: «Si después de ganar una Eurocopa y un Mundial no hay euforia, apaga y vámonos. Pero debemos medirla y tener los pies en el suelo. Haber ganado todo eso no te da absolutamente nada y por ello empezar con un triunfo sería muy importante y a partir de ahí jugar bien. Al final ganaremos si somos nosotros mismos y podemos implantar nuestro juego», sentenció.

A su lado, Llorente aceptó el papel secundario que le tocó jugar en la rueda de prensa del día. También tendrá un rol parecido en el partido de mañana contra los italianos. Aunque ayer Del Bosque se cuidó mucho de dar pistas fiables, la competencia principal está entre Torres y Negredo, con ventaja para el primero.