Guerra al 'fast fashion'

10 consejos para hacer que tu armario sea sostenible: "Compra menos, elige bien, haz que dure"

MULTIMEDIA | Objetivo 2030: frenar la sobreproducción de la moda de usar y tirar

Cinco empresas pioneras que ayudan a reducir el impacto de la moda en el planeta

Una mujer busca una prenda en una tienda 'vintage'.

Una mujer busca una prenda en una tienda 'vintage'. / EPC

Laura Estirado

Laura Estirado

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Como dicen Sarah Klymkiw y Kim Hankinson en su divertido e imprescindible manual 'Moda sostenible' (Editorial Siruela), "el mundo no necesita producir tantas camisetas ni vaqueros". La maquinaria de la moda quiere que no dejemos de comprar ropa (y que nos deshagamos de ella al poco), pero esto no es sostenible.

"El cambio ha de ser radical, desde las empresas, las marcas, las instituciones y el propio consumidor", advierte Julia Pelletier, profesora de Diseño de Moda de la universidad lED Barcelona. Por su parte, Micaela Clubourg, responsable de sostenibilidad del área de Moda de LCI Barcelona, opina que "como consumidores responsables, una estrategia efectiva es considerar el contexto actual y los avances tecnológicos de la industria para tomar decisiones de compra más informadas. Al realizar cualquier compra, podría ser útil priorizar prendas de composición 100% y evitar aquellas que combinan diferentes fibras".

Las docentes ofrecen a los lectores esta guía de buenas prácticas para nuestro armario:

El lema de la diseñadora Vivienne Westwood era "compra menos, elige bien, haz que dure". Suena a cliché, pero el camino del cambio de paradigma en moda comienza por esta cuestión. La industria quiere que compres mucho (¡es la economía, estúpido!, que dijo Carville), pero en verdad lo que debes de hacer es "comprar mejor", sostiene Pelletier. "Yo misma tengo ropa de hace 30 años", afirma.

Pero para dar con tesoros así hay que hacerse tres preguntas: "¿Qué queremos comprar y para qué? ¿Qué es lo que verdaderamente necesitamos? ¿Nos pondremos la prenda en cuestión en al menos 30 ocasiones diferentes? (al parecer, solo lo hacemos una media de 10 veces antes de desecharla; y los ecologistas piden que sea el triple). Calidad antes que cantidad, si queremos bajar de las 150.000 millones de prendas que cada año se producen en el mundo, según la Fundación Ellen MacArthur. 

¿Realmente necesitamos más?. Analizar con detenimiento qué creemos que nos vamos a poner es clave, así como mirar aquello que nos falta. De esta manera, tomaremos decisiones de consumo de manera más responsable y eficiente.

Igual que los mandamientos, estas son las "cinco erres de la moda": Reducir, Reparar, Recuperar, Reusar y Revender. Reducir: Evitar la compra compulsiva, por ocio o aburrimiento. Reparar: "Revalorizar las prendas a través de la reparación y customización puede ser fundamental para evitar que se desechen, siendo una estrategia clave para cumplir el objetivo de reducir descartes", observa Clubourg. En Barcelona, por ejemplo, existe la iniciativa Didaltruck, una unidad móvil de autoarreglo de ropa que el ayuntamiento pone a disposición de la ciudadanía. El vehículo dispone de todas las herramientas necesarias (incluida una máquina de coser) y una persona técnica especializada dispuesta a ayudar a arreglar y costumizar las prendas. Recuperar: se pueden revisar los armarios familiares y recuperar prendas antiguas u olvidadas: 'viva el 'vintage'!. Reusar: las prendas se pueden intercambiar con otras personas. Revender: en el mercado de segunda mano.

Otra palabra que empieza por 'REnt-', alquilar en inglés, y que también apuesta por el consumo de moda sostenible. Hay ropa para ciertos eventos que solo se van a usar una vez o poco más, y no merece la pena comprar. "Hay gente que la compra y la devuelve con la etiqueta", afirma de forma irónica Pelletier. El alquiler de ropa está en auge en España. Una de las plataformas más conocidas es Lend the Label, por ejemplo, especialista en 'looks' completos de marcas de lujo.

Comprar de segunda mano evita vertederos (o ayuda a reducir sus dimensiones). ¿Por qué no buscar en lo ya fabricado? En la red de tiendas Humana -con 22 puntos de venta en Barcelona, y 52 en toda España-, por ejemplo, aseguran que "desde hace años se han roto multitud de prejuicios y barreras respecto a la moda reutilizada. De ser un sector con escaso prestigio, se ha convertido en algo muy atractivo para un público cada vez más amplio, y también muy joven". Rubén González, Retail Strategy Manager de Humana Fundación Pueblo para Pueblo, sostiene que "se ha consolidado como una alternativa sostenible y asequible que permite definir una identidad propia alejada de las marcas de moda rápida".

BARCELONA 1/10/24 GENTE. Desfile de la 080 Reborn PERSONAJE: Desfile de la 080 Reborn. AUTOR: MANU MITRU

Desfile de la 080 Reborn (con ropa reciclada), en la última edición de la 080 Barcelona Fashion. / MANU MITRU

"Apoya a las marcas que recuperan su propia ropa para reciclarla o que tienen un modelo de negocio circular", insiste Pelletier. Además, Europa también camina por esta senda, de aquí a 2030 todos los textiles comercializados en la UE habrán de ser "duraderos y reciclables". "Las etiquetas de composición correctas y el pasaporte digital pueden ser de gran ayuda para conocer cómo cuidar las prendas, evitando que se descarten con frecuencia y promoviendo así su longevidad", remata Clubourg.

"Cuando ya no necesites una prenda, dónala o véndela en lugar de tirarla sin más", resume Julia.

La profesora de IED Barcelona aconseja: "No dudes en hacer preguntas directas a las empresas sobre sus materiales y sus prácticas en la cadena de suministro. Una empresa transparente estará encantada de compartir esta información". Según la especialista, muchas marcas de pequeño y mediano tamaño ya ofrecen esta información en su web.

Una localización cercana, de kilómetro cero, reducirá el transporte y las emisiones de carbono, así como los plazos de entrega. Esto permite una fabricación más sensible y eficiente, más cerca del punto de venta.

"Las empresas fiables suelen tener información concreta y específica en sus sitios web, en lugar de declaraciones generalizadas sobre sus compromisos con la sostenibilidad", advierte Pelletier, que aconseja huir del 'greenwashing' (orientar la imagen de marketing de una empresa hacia un posicionamiento ecológico mientras que sus acciones van en contra del medio ambiente).

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