El jurado considera culpable al acusado de matar a su mujer e hija una 'noche de Reyes' en Esplugues

El jurado ha considerado que el acusado de matar a su mujer y su hija en la noche de Reyes de 2020 en Esplugues de Llobregat es culpable de dos delitos de homicidio con intencionalidad, alevosía y ensañamiento. Rechazó que su reacción estuviera condicionada por un trastorno de personalidad y aprobó por unanimidad la agravante de parentesco, y de género en el caso de la mujer.

También le ha declarado culpable de un delito de maltrato hacia la pareja. Los hechos ocurrieron la noche del 5 de enero cuando movido por los celos, el acusado atacó a la madre y la hija mientras dormían juntas con uno o varios cuchillos, causándoles múltiples heridas mortales. La mujer había expresado su deseo de terminar la relación, pero todavía convivían juntos.

El jurado considera probado por unanimidad que el acusado atacó a las víctimas cuando se encontraban en la cama durmiendo y que lo hizo con intencionalidad de matarlas, con ensañamiento y alevosía, ya que ninguna de las dos tuvieron oportunidad de defenderse porque las cogió por sorpresa y porque el hombre tenía mucha más corpulencia.

Así, hizo referencia al informe forense, la pericial policial y también a que la noche de los hechos, el acusado llamó a los servicios de emergencias él mismo para explicar que había matado a su mujer ya su hija.

En este mismo sentido, también ha valorado que se abalanzó sobre la mujer, le dio múltiples cuchilladas y le provocó 52 heridas que le causaron la muerte. Además, también concluyó que el hombre agredió a su hija con un cuchillo y le hizo una herida a la yugular que acabó con la vida de la niña de tres años. El jurado, además, indicó que el acusado provocó a la menor un gran sufrimiento psíquico porque presenció cómo su padre ponía fin a la vida de su madre.

Prueba a través de mensajes

Por otra parte, el jurado ha aprobado por unanimidad la agravante de parentesco y de género en el caso de la mujer, al considerar que el acusado no aceptó la decisión de la víctima de separarse y tuvo una "actitud de control y posesión" hacia la mujer.

Asimismo, el jurado considera que el acusado la sometió a "una dinámica de continuados reproches, insultos, seguimientos y vigilancias, e incluso ataques de tipo físico y psíquico, lo que le provocó una profunda situación de malestar emocional y desasosiego".

Además, el jurado ha manifestado que todo ello ha quedado acreditado a través de los numerosos mensajes aportados como prueba, así como mediante las declaraciones emitidas por varios testigos durante el juicio. Por otra parte, también considera probado por mayoría que el acusado ejerció este maltrato psicológico con la voluntad de menoscabar la integridad psíquica de su mujer.

Paralelamente, el jurado ha rechazado de forma unánime que la reacción del acusado estuviera condicionada por un trastorno de personalidad y por tanto se ha negado a tener en cuenta este hecho como atenuante.

El jurado se ha remitido al informe que llevó a cabo el médico del Hospital Universitario de Bellvitge, que atendió al hombre después de los hechos y que apunta a que no presentaba signos de ansiedad psíquica o física. También ha mencionado otros informes aportados durante el proceso judicial que indican que no sufre un trastorno de personalidad al tiempo que ha descartado que en el momento de los hechos estuviera afectado por una crisis epiléptica.

Además, el jurado también concluyó que los padres y abuelos de las víctimas sufren trastorno depresivo y estrés postraumático como consecuencia de los hechos.

Discapacidad del 42%

Durante el juicio celebrado en la Audiencia de Barcelona, el hombre alegó un supuesto trastorno mental transitorio, diciendo que tenía una discapacidad que le provocaba fatiga y que la ruptura con su pareja le acabó de desequilibrar esa noche. Asimismo, aseguró que en el momento de los hechos "perdió el control" de su cuerpo y su mente e incluso la conciencia. Además, dijo que cuando vio lo que había hecho se "horrorizó".

De hecho, el hombre tiene una discapacidad reconocida del 42% por una anemia falciforme, que le provoca dolor, fatiga, falta de oxígeno e incluso epilepsia. Poco antes de lo sucedido le dieron la baja porque estaba con depresión y fatigado.

La Fiscalía y la acusación particular se reafirmaron en sus acusaciones y penas. Así han reiterado que acusan al hombre de dos asesinatos con alevosía y ensañamiento y el agravante de parentesco, en el asesinato de la mujer con el agravante de discriminación de género, y en el caso de la menor por tener menos de 16 años.

También le acusan de un delito de maltrato habitual. Por todo ello, le piden prisión permanente revisable por el asesinato de su hija, más cinco años de libertad vigilada si saliera de prisión y 10 de prohibición de aproximación y comunicación con la familia de la mujer. .

También le pide 25 años de cárcel por el asesinato de la mujer, cinco de libertad vigilada y diez de prohibición de aproximación y comunicación con la familia de la víctima. Por el maltrato habitual le piden tres años de cárcel y prohibición de tener armas durante