Aragonès y la ministra de Transportes inauguran las obras del carril bus de entrada a Barcelona por la B-23

El 'president' de la Generalitat, Pere Aragonès, ha encabezado este viernes el acto de inicio de las obras del carril bus de entrada en Barcelona por la B-23, entre Sant Feliu de Llobregat y la avenida Diagonal de Barcelona. El acto ha tenido lugar en el mirador del carril bici de Esplugues de Llobregat.

Además del 'president', también han participado en la inauguración el conseller de Territori, Juli Fernàndez, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, y el delegado del Gobierno en Barcelona, Joan Borràs. La presencia de tantos cargos responde al convenio firmado entre el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) y el Gobierno regional de Cataluña hace nueve meses. 

El acuerdo consistía en que el Estado financia las obras con hasta 20 millones de euros de los fondos NextGeneration del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Por su parte, la Generalitat ejecuta las obras "con el compromiso de traspasar la titularidad de la vía estatal a la comunidad autónoma tras su finalización", asegura el Ministerio.

El acto ha comenzado con la explicación técnica del proyecto, a cargo del director general de Infraestructuras de Movilidad del Departamento de Territorio, David Prat. A continuación, tomó la palabra la ministra de Transportes, y Aragonés cerró el acto.

Para Aragonès, conseguir una movilidad más eficiente y sostenbile “es un elemento clave” para garantizar derechos de la ciudadanía como el trabajo, la educación o el medio ambiente: “Ponemos en marcha todos los instrumentos que tenemos para potenciar el transporte público, que gane eficiencia, y nos ayude con el objetivo de reducir en un 25% la circulación de vehículos privados en el área metropolitana de Barcelona en los próximos 10 años”.

“Este proyecto, que tiene un impacto directo en la vida cotidiana de los ciudadanos, es un gran ejemplo de lo que podemos lograr cuando trabajamos juntos. La colaboración entre administraciones es fundamental para garantizar el éxito de cualquier proyecto de infraestructuras importante”, ha asegurado la ministra Sánchez.

Las obras tendrán un presupuesto de 17,6 millones de euros y deberían acabar en 29 meses, es decir, en verano de 2025. Se espera, además, que unos 600 servicios de transporte pasen cada día por el carril bus, lo que supondrá unos 4 millones de pasajeros anuales. Además, el carril bus comportará el ahorro anual de unas 34 toneladas de dióxido de carbono.

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El Departamento de Territorio asegura que el nuevo carril "permitirá disminuir el tiempo de trayecto de los buses en 15 minutos en hora súper punta, y unos 10 minutos en hora punta". Es decir, un ahorro de tiempo global para los usuarios de 237.300 horas al año. Esta actuación se enmarca en la estrategia del Gobierno para reducir un 25% el uso del vehículo privado en el área metropolitana de Barcelona.

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