Terapia asistida

Niños hospitalizados en Sant Joan de Déu juegan con perros para combatir el miedo

El centro incorporó las intervenciones asistidas con animales como un modelo profesionalizado que ahora trabajan para exportar a otros hospitales

La Clàudia haciendo bailar la Bamba y la Pipa, dos de los perros de la Unidad funcional de intervenciones asistidas del Hospital Sant Joan de Déu

La Clàudia haciendo bailar la Bamba y la Pipa, dos de los perros de la Unidad funcional de intervenciones asistidas del Hospital Sant Joan de Déu / periodico

LAURA FÍGULS / ACN / Esplugues

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La pequeña Clàudia es la protagonista de un cuento con un príncipe y una rana juguetona. Pide a la rana que baile y, como lo hace, le da un premio. En realidad, el príncipe y la rana son dos perros, y detrás del cuento está la Unidad funcional de intervenciones asistidas con perros del Hospital Sant Joan de Déu.

La unidad utiliza el vínculo humano-animal como un recurso terapéutico para que los niños ingresados alcancen objetivos físicos y emocionales, como encontrar la motivación o reducir el miedo o el dolor en un tratamiento.

Para un niño, no es lo mismo, por ejemplo, estirar el brazo para ofrecer una galleta a un perro, que hacerlo en el marco de una rehabilitación.

Trabajar física y emocionalmente

La unidad, integrada por profesionales del hospital y del Centro de Terapias Asistidas con Canes (CTAC), trabaja con los niños hospitalizados a través de sesiones en las habitaciones, pero también en salas de espera.

Además, también puede intervenir en adolescentes, adultos y gente mayor. Los objetivos de estas sesiones van muy ligados “a la motivación, emoción, esfuerzo, superación y habilidades sociales”, señala Andrea Galofré, una de las técnicas del CTAC.

Una sesión puede tener como finalidad que un niño se incorpore a la cama después de una intervención quirúrgica, que empiece a comer, que ponga los pies en tierra o que se tome la medicación.

Estos son objetivos directos y concretos, pero también se pueden trabajar muchos otros aspectos como bloqueos emocionales o bien valorar como funciona una medicación. Y combatir el miedo, la tristeza y buscar la motivación durante un tratamiento o una rehabilitación.

Exportar el modelo

Aunque hace años que se trabaja con intervenciones asistidas con animales en entornos hospitalarios, sobre todo en otros países, la unidad de Sant Joan de Déu ha abierto el camino en España a la hora de establecer un modelo “profesionalizado” y que concibe las intervenciones como “un servicio integrado en la estructura hospitalaria”, que pueden requerir desde los médicos de Urgencias a los neurólogos.

Este es el “valor añadido” del proyecto de Sant Joan de Déu, señala Francisco Javier Lozano, coordinador de la unidad.

Las intervenciones con perros se iniciaron en Sant Joan de Déu en 2009 como una prueba piloto y, después de tres años, sus responsables decidieron que era hora de consolidar el proyecto con la unidad funcional.

Ahora, los artífices de esta iniciativa consideran que toca “expandir” este modelo a otros centros sanitarios de Catalunya de toda España. “Tenemos la capacidad de exportarlo, y el deber. En el ámbito científico, cuando hay evidencias que un proyecto funciona, se debe compartir”, subraya Lozano.

De hecho, Lozano y su equipo ya están acompañando otros hospitales y tienen incluso algún proyecto internacional en estos primeros pasos para introducir un modelo profesional de intervenciones con perros en hospitales “de mucho peso y relevancia”.

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