La crisis blanquiazul

Diego Martínez se tambalea en un Espanyol entre tinieblas

El equipo perico llega al parón con pésimas sensaciones tras tres derrotas seguidas que le sitúan al filo del descenso. La afición apunta por primera vez al técnico, que pierde crédito pero seguirá en el puesto.

Diego Martínez, en el partido ante el Celta.

Diego Martínez, en el partido ante el Celta. / RCDE

Raúl Paniagua

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Si las dos derrotas anteriores ante un Valladolid angustiado y un Madrid siempre superior fueron asumidas como algo más o menos aceptable, el batacazo del sábado en el RCDE Stadium supuso un duro revés para el Espanyol. El equipo blanquiazul esperaba recuperar el camino del triunfo y en apenas 45 minutos fue derribado por el Celta. 

La reacción final, otro clásico del cuadro catalán, fue insuficiente y se consumó un nuevo desastre en casa, donde los pericos han sumado 13 de 39 puntos posibles. Solo el Elche regala más en su estadio. Las cifras blanquiazules en Cornellà son de descenso, pero el cuadro de Diego Martínez sigue fuera de la zona de alarma gracias a la caída del Valencia en el Metropolitano. 

Situación límite

Inmerso ya en el último tercio de campeonato, el Espanyol camina entre tinieblas en una situación límite. El enfado de la grada tras la derrota ante el cuadro vigués es el síntoma más claro del nerviosismo que vuelve a instalarse en el club. Parte de los hinchas dispararon contra las altas esferas con el clásico "directiva dimisión", pero también se dirigió por primera vez el foco al entrenador, que había coleccionado más apoyos que críticas hasta ahora. 

Aunque Diego Martínez se mostró totalmente convencido de sacar adelante el proyecto y el vestuario expresó su confianza en el banquillo, con Joselu a la cabeza, su crédito empieza a agotarse, al igual que el del director deportivo Domingo Catoira. La preocupación es máxima y Chen Yansheng espera una reacción inmediata. El recuerdo del descenso de 2020 está demasiado cercano y los temores son inevitables. Otro descenso a Segunda sería una catástrofe.

El año pasado a estas alturas el conjunto de Vicente Moreno estaba ocho puntos por encima del descenso

En aquel curso maldito pasaron cuatro entrenadores por el banquillo (Gallego, Machín, Abelardo y Rufete) y no sirvió de nada. "Anímicamente es un golpe muy duro. Hemos fallado y toca levantarse. La tabla es importante en la jornada 38", reflexionó el preparador gallego, que prefiere no obsesionarse con un posible despido en el futuro. "Los entrenadores estamos expuestos a ello todas las semanas". Por ahora, mantendrá el puesto y estará en el banquillo en Montilivi

Siete equipos en tres puntos

El Espanyol suma 27 puntos en 26 jornadas, un bagaje peor que el de la campaña pasada, cuando llevaba 29 tras ser arrollado por el Villarreal (5-1) a estas alturas de Liga. Sin embargo, la zona baja no estaba tan apretada y los blanquiazules, dirigidos entonces por Vicente Moreno, tenían ocho puntos de margen con los puestos de alarma que cerraba el Cádiz

Darder, junto a Gragera, en un entrenamiento del Espanyol.

Darder, junto a Gragera, en un entrenamiento del Espanyol. / RCDE

La exigencia de este curso parece mayor. Ahora, por ejemplo, hay siete equipos en un margen de tres puntos. El Getafe, que empezó esta pasada jornada en zona de descenso, es 13º con 29 puntos, por delante de Sevilla, Cádiz, Valladolid, Espanyol, Valencia y Almería, penúltimo con 26. El Girona (31 puntos) y el Mallorca (32) tampoco tienen el objetivo sellado.

Será difícil salvarse con los 39 puntos que bastaron la campaña pasada a Cádiz, Mallorca y Getafe. El Granada se fue al infierno con 38. En anteriores campañas, la frontera de la salvación se movió entre los 36 puntos del Elche en 2021 y los 43 que necesitó el Leganés en 2018 pasando por los 37 y los 41 del Celta en 2020 y 2019, respectivamente.

Final dramático

Le quedan por delante 12 jornadas de alta tensión al conjunto catalán, que debería sumar cinco triunfos para asegurarse la calma. Seis de ellas serán en casa (contra Athletic, Cádiz, Getafe, Barça, Atlético y Almería) y seis fuera (Girona, Betis, Villarreal, Sevilla, Rayo, Valencia). El cierre de la Liga, con la penúltima jornada en Mestalla y la última en casa contra el conjunto de Rubi puede ser dramático.

Este sábado, al menos, la afición respondió de maravilla. Con 26.231 espectadores el RCDE registró la mejor entrada de la temporada. Al final del choque, Darder se tuvo que dirigir a los hinchas para pedir calma. "Los primeros jodidos somos nosotros. Nos disculpamos porque habéis estado a la altura y nosotros nos. Esta imagen tenemos que cambiarla. Nos vamos a dejar todo hasta el final", proclamó el capitán.