ESPANYOL - CELTA (1-3)

La crónica del Espanyol-Celta: derrota perica para acercarse al abismo

Iago Aspas marca el 0-2 del Celta al Espanyol de penalti en el RCDE Stadium.

Iago Aspas marca el 0-2 del Celta al Espanyol de penalti en el RCDE Stadium. / Efe

Marcos López

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Quedaba un cuarto de hora. Perdía el Espanyol (0-2) y muchos pericos abandonaron irritados su estadio. No querían ver el desastre. Ni el postrero gol de Carles Pérez, que certificó una derrota que sitúa al equipo blanquiazul al borde del abismo. Hay derrotas y derrotas. Y esta, la tercera consecutiva tras Valladolid (2-1) y Madrid (3-1), coloca también a Diego Martínez, el técnico, más cuestionado que nunca. “¡Diego, véte ya! ¡Diego, véte ya!”, se escuchó en medio de una tormenta de pitos y bronca que sacuden a la institución, mientras el Celta de Carvalhal se pegaba un festín en Barcelona.

Diego Martínez durante el Espanyol-Celta en el RCDE Stadium.

Diego Martínez durante el Espanyol-Celta en el RCDE Stadium. / Efe

No tenía perdón el Espanyol. Ni perdón. Ni fútbol. Ni coartada. Era un equipo inerte, sin alma, asumiendo su condena, cada vez más cerca del descenso. Más peligrosamente cerca, incapaz de encontrar respuestas a tantos y tantos problemas que se le vienen encima. El gol de Gragera no sirvió ni de consuelo alguno porque Diego Martínez sabe que su puesto corre peligro, serio peligro.

La obra de Carvalhal

El ‘método Carvalhal’ cambió al Celta. Dominó el partido desde el inicio, por mucho que el Espanyol no quisiera arrinconarse en la área de Pacheco. No quería, pero le obligaba el cuadro gallego, que hacía de la presión, ordenada y sensata, una de sus mejores armas. No le duraba demasiada la pelota al conjunto perico, obligado a situar, de nuevo, a Cabrera, un central, como lateral zurdo postizo.

Y cuando el Espanyol se adueñaba del balón lo hacía en zonas tan templadas como lejanas - más cerca de su portero que de Iván Villar, el cancerbero gallego - , por lo que era un dominio intrascendente. Cumplido el primer cuarto de hora, el partido transitaba sin peligro alguno. En ninguna área. Ni un solo remate a puerta del Celta, que estaba tramando el asalto final de la primera mitad.

Vinicius inicia una jugada de ataque del Espanyol ante el Celta en el RCDE Stadium.

Vinicius inicia una jugada de ataque del Espanyol ante el Celta en el RCDE Stadium. / Efe

Ni uno solo tampoco del Espanyol, con Denis Suárez, y ese inconfundible pelo teñido de rubio – rubio pollo es el nombre técnico - que le hacía sobresalir en la tarde-noche de Cornellà-El Prat, transformado en el protagonista emocional. Porque salió mal de Balaídos, enfrentado a Carlos Mouriño, el presidente del club. 

El enfado perico

Se movía todo bajo el signo de la prudencia hasta que un rápido contragolpe gallego se acabó transformando en el prólogo del 0-1. Un golazo de Gabri Veiga que tuvo como aliado indispensable a Seferovic. El astuto delantero del Celta se llevó a la defensa del Espanyol de excursión generando el espacio para que el joven talento gallego (20 años) dibujara un bello derechazo, que provocó el enfado de Diego Martínez porque vio rasgarse toda su estructura defensiva.

Estaban dos de los goleadores de la nueva España de Luis de la Fuente (Joselu y Iago Aspas), pero la estrella fue Gabri Veiga, una de las sensaciones de esta Liga. Tipo que llena el campo. Joven elegante. Chico exquisito. Y, además, extremadamente productivo. Un tiro a puerta, un gol. Un gol que aplastó al Espanyol. No necesitó más Veiga para dibujar un paisaje celeste ya que el penalti, en el último suspiro de Cabrera a Carles Pérez, permitió a Aspas anotar su duodécimo tanto en la Liga y liquidar el partido cuando solo se habían jugado 45 minutos.

Ni con tres centrales

En el descanso intervino Diego Martínez para agitar a un Espanyol plano, soso y aburrido. Sacó a Cabrera, que vivió una tortura como lateral porque Carles Pérez, al que debía marcar, asistió en el 0-1 y luego le hizo penalti, previo al 0-2. El técnico perico cambió la estructura táctica, jugando con tres centrales y apostando por dos carrileros (Rubén por la derecha; Puado, por la izquierda) para levantar a su equipo en medio de una tímida tormenta de pitos que fue arreciando con el paso de los minutos.

Salió el Espanyol, y reactivado por ese nuevo traje táctico, con más energía. No le quedaba otro camino. Hasta que Joselu, un delantero reputado, falló una ocasión imperdonable. Era gol o gol. Pues, no. El balón, caprichoso él, se marchó fuera. Pero el equipo blanquiazul no claudicó, consciente de que era imprescindible levantarse tras una desastrosa primera mitad.

Aunque ese error de Joselu, internacional de nuevo cuño, obró un efecto demoledor para el Espanyol. Y no solo en lo futbolístico sino en lo emocional porque le abandonó hasta la esperanza. Carvalhal también intervino para fortificar el centro del campo con la entrada de Renato Tapia y Franco Cervi. Ya se había apagado la ebullición inicial perica tras salir del vestuario, por mucho cambio que hiciera el criticado Diego Martínez.

Darder inicia una jugada de ataque del Espanyol ante Iago Aspas.

Darder inicia una jugada de ataque del Espanyol ante Iago Aspas. / Efe

Salió abroncado l Espanyol de su estadio, merodeando un territorio pantanoso, sumergido en un laberinto al que no ve salida alguna.

La ficha del Espanyol - Celta (1-3)

Espanyol: Pacheco (4), Óscar Gil (4), César Montes (4), Sergi Gómez (4), Cabrera (3), Vinicius Souza (4), Darder (5), Rubén Sánchez (4), Denis Suárez (4), Braithwaite (4) y Joselu (4).

Entrenador: Diego Martínez (3)

Cambios: Puado (5) por Cabrera (m. 46); Gragera (5) por Vinicius (m. 54); Melamed (5) por Denis Suárez (m. 64); Aleix Vidal (4) por Rubén Sánchez (m. 72); Edu Expósito (4) por Sergi Gómez (m. 72).

Celta: Iván Villar (7), Hugo Mallo (6), Aidoo (7), Unai Núñez (6), Javi Galán (5), Fran Beltrán (8), Gabri Veiga (8), Carles Pérez (8), Luca de la Torre (7), Iago Aspas (6) y Seferovic (6).

Entrenador: Carlos Carvalhal (8)

Cambios: Larsen (6) por Seferovic (m. 60); Renato Tapia (6) por Gabri Veiga (m. 69); Cervi (6) por Luca de la Torre (m. 69); Solari (s.c.) por Carles Pérez (m. 88); Paciencia (s.c.) por Iago Aspas (m. 88);

Goles: 0-1, Gabri Veiga (m 26); 0-2, Iago Aspas (m. 44); 0-3, Carles Pérez (m. 82); 1-3, Gragera (m. 87)

Árbitro: Cuadra Fernández (7), balear.

Tarjetas amarillas: Darder (m. 31); Cabrera (m. 43); Larsen (m. 90 + 1)

Estadio: RCDE Stadium