Fútbol
Espanyol y Girona firman un empate de entrega y combate
El derbi catalán acabó con reparto de puntos, después de que el conjunto blanquiazul remontase el gol inicial de los visitantes, que consiguieron un punto en el 2-2 de Herrera.
Sergi López-Egea
Periodista
Periodista especializado en ciclismo desde 1990. Ha seguido regularmente el Tour como enviado especial desde 1991 al igual que la Vuelta, varias ediciones del Giro, la Volta y Mundiales de la especialidad. Autor de los libros 'Locos por el Tour' (con Carlos Arribas y Gabriel Pernau, RBA), 'Cumbres de leyenda' (con Carlos Arribas, RBA y reedición en Cultura Ciclista), 'Cuentos del Tour', 'Cuentos del pelotón', 'Cuentos del equipo Cofidis' y 'El Tourmalet', todos ellos de Cultura Ciclista.
El Espanyol tiene una perla en su delantera. Se llama Joselu y es el hombre en el que confían los pericos para salir de una vez de ese maldito pozo sin fondo que solo conduce al desastre del descenso. El Girona tiene pequeñas estrellas que nunca se entregan, que no se dan por vencidos, que pelean hasta el pitido final por sumar al menos un punto, como sucedió este sábado cuando Herrera empató el derbi catalán (2-2) en los instantes en los que Espanyol empezaba a pensar que iba a lograr la segunda victoria de la temporada en casa.
Pero cuando un equipo no quiere perder y cuando el otro no se da por vencido, entonces solo puede ocurrir lo de este sábado, que acabe el encuentro con empate, un resultado que, de hecho, benefició más al Girona, más tranquilo en la zona central de la tabla, que a un Espanyol que necesita los puntos como oxígeno para apartarse del descenso del que no pueden salir por mucho que lo intenten y peleen por ello.
Fue un partido donde el Girona nunca se dio por vencido, un encuentro en el que los dos equipos jugaban al ataque, como si quisieran decirse que pase lo que pase no hay que rendirse. Marcó primero el Girona, obra de Toni Villa. Así se llegó al descanso, con la sensación de que al Espanyol le iba a resultar casi imposible igualar el tanto visitante. Para el Espanyol cada partido que juega en casa se convierte en una especie de muro que hay que escalar, como si no hubiese fin, como si nunca se pudiera superar el obstáculo.
Un solo triunfo en casa
Prueba de ello es que ante el Girona tampoco consiguió la segunda victoria de la temporada en casa. Y si no se logra ganar como local resulta casi imposible olvidarse del peligro del descenso por muy animada que estuviera la grada que vivió el empate del Camp Nou como un victoria, como una lucha de clases contra el poderoso vecino azulgrana, en un encuentro que unió a la hinchada blanquiazul ofendida por el perdón momentáneo que Robert Lewandowski obtuvo para disputar el derbi. Y por si fuera poco, en el siguiente duelo, en este caso de Copa, el Espanyol superó una prórroga para eliminar al Celta y aumentar todavía más ese sentimiento de unidad entre los seguidores pericos.
Por eso, no querían perder. Por eso, salieron en la segunda parte convencidos de que podían remontar ese gol adverso del Girona con una careta mucho más ofensiva que la que exhibieron hasta el descanso. Y entonces comenzó la transformación perica gracias a los cambios. Como si fuese casi un milagro, el primer balón que tocó Puado, tras sustituir a Expósito, acabó en gol para iniciar una remontada momentánea gracias al tanto de Joselu que dio la vuelta al marcador. Por fin, el Espanyol parecía que iba a sumar la segunda victoria de la temporada ante una hinchada animadísima.
La fe gerundense
Todo un error, porque el Girona no había viajado hasta Barcelona para coger la autopista y regresar a casa con cero puntos en la bodega del autocar. Si viajaron, si corrieron y pelearon, fue para amarrar por lo menos un empate que, al estilo de lo que hizo el Espanyol, llegó con el movimiento en el banquillo. Herrera, que había sustituido al emergente Ramon Terrats, emuló a Puado y en un la primera jugada de ataque con su participación consiguió el tanto del definitivo empate. Fue un punto peleado con garras de felino, una igualada que llegó con dos equipos que no se entregaron y que rehuyeron de conformarse con el empate que entregó un punto a un Espanyol sin suerte y a un Girona peleón.
La ficha del partido
ESPANYOL: Álvaro Fernández; Gil, Sergi Gómez, Cabrera, Brian Oliván; Edu Expósito, Calero, Darder, Melamed, Joselu y Braithwaite.Técnico: Diego Martínez. Cambios: Puado por Expósito (m. 49); Montes por Gil (m. 82), R. Sánchez por Brian (m. 82) y Roger Martínez por Calero (m. 82).
GIRONA: Gazzaniga; Arnau, Bueno, David López, Gutiérrez; Terrats; Toni Villa, Iván Martín, Aleix García, Riquelme y Castellanos. Técnico: Míchel. Cambios: Samu Saiz por Toni Villa (m. 62); Herrera por Terrats (m. 70);Stuani por Castellanos (m. 70); Valery por Riquelme (m. 80) y Couto por Iván Martín (m. 80).
GOLES: 0-1 . Toni Villa (m. 32); 1-1, Puado (m. 50); 2-1, Joselu (m. 75), 2-2, Herrera (m. 84)
ÁRBITRO: Del Cerro Grande (madrileño).
TARJETAS: Expósito (m. 3), Castellanos (m. 8), Brian (m. 20), Rubén Sánchez (m. 87) y Herrera (m. 88).
ESTADIO: RCDEStadium.
ESPECTADORES: 21.429.
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