Prevenir eficazmente la gripe

La gripe es una infección vírica que dura alrededor de una semana y se caracteriza por la aparición de fiebre alta, malestar general, dolores musculares, en ocasiones tos seca, rinitis, etc… Cada año circula entre la población entre los meses de otoño e invierno, siendo especialmente intensa en la población de riesgo y común en la población general. Quizá por esta familiaridad no reconocemos su potencial gravedad ni ponemos los medios suficientes para prevenirla.

Cecilia Vega |  BeContent

Con la llegada del invierno y el frío, la gripe llega también a las consultas de los médicos de familia. Se estima que entre un 5 y 10% de adultos y un 20 y 30% de niños enferma al año y, aunque en la mayoría cursa de forma leve, el efecto y la incidencia en menores de un año, ancianos y personas con enfermedades crónicas arroja unos datos de morbilidad y mortalidad significativos: las epidemias anuales de gripe provocan, según la OMS, entre tres y cinco millones de casos y entre 250.000 y 500.000 muertes en todo el mundo. En España, se estima que la gripe es responsable de un promedio de 8.000-14.000 muertes anuales.

En términos socioeconómicos, la gripe también representa una carga sustancial por el alto coste de los tratamientos médicos (aumento en el número de consultas, hospitalizaciones, tratamiento de complicaciones clínicas, medicamentos) y absentismo laboral. El impacto total de una epidemia de gripe (incluidos los costes directos e indirectos) en los países industrializados puede llegar a 56,7 millones de euros por millón de habitantes, calcula la Comisión Europea.

Tipos de gripe

Para revertir estas cifras, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) considera que la medida de prevención más eficaz es la vacunación, más si cabe en los grupos de riesgo en los cuales la gripe se agrava por sus complicaciones. “La vacunación no es obligatoria en España pero sí es recomendable para mayores de 60 años, personas con enfermedades crónicas y grupos en contacto con población de riesgo como personal sanitario, profesores, policías o bomberos”, explica Luis Ortigosa, Presidente de la Sociedad Canaria de Pediatría y miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría.

Ni todos los tipos de gripe, ni todas las vacunas, son iguales. Según la OMS hay cuatro tipos de virus de la gripe, A, B, C y D, siendo los dos primeros los causantes de las epidemias estacionales.

Los virus de la gripe A se clasifican en subtipos en función de las diferentes combinaciones de dos proteínas de la superficie del virus (H y N) y actualmente están circulando en el ser humano virus de los subtipos A (H1N1) y A (H3N2). La cepa A predomina en aves salvajes y se transmite a través de diferentes especies animales, humanos incluidos. Cuando es transmitida, la cepa muda y el virus cambia sin aviso.

Los virus de tipo B no se clasifican en subtipos, pero actualmente circulan los de dos linajes, B/Yamagata y B/Victoria. Son los más comunes entre los humanos, mutan más lentamente que la cepa A y su incidencia es notable en la población mayor de 65 años, dándose casos de brotes de gripe B en residencias. Tanto los virus A como los de gripe B causan brotes y epidemias y, por ello, en las vacunas contra la gripe estacional se incluyen cada año las cepas pertinentes de virus A y B para prevenirlas.

Tipos de vacunas

Como explica el experto, “cada año la OMS actualiza sus recomendaciones sobre la composición de las vacunas para que estas cubran los tipos más representativos de virus en circulación (dos subtipos gripales A y uno de los virus gripales B)”. Sin embargo, predecir qué linaje B predominará en una temporada, es un desafío dado el nivel de cocirculación de ambos linajes. Tanto es así que el linaje predominante de la gripe B circulante “no coincidió con el contenido en la vacuna en 5 de las 10 últimas temporadas en España”, con una discordancia superior al 80%, advierte Esto se traduce en que el nivel de protección introducido por las vacunas trivalentes no es óptimo.

Es por esta evidencia, que desde 2012, la OMS recomienda la vacuna antigripal cuadrivalente por delante de la trivalente. La nueva vacuna, al incluir los dos subtipos A y ambos linajes B, responde a los cambios en la epidemiología de la gripe que están teniendo lugar en todo el mundo y “es mucho más eficaz”

De hecho, y según el estudio “La salud pública y el impacto económico de la vacunación contra la influenza estacional con las vacunas antigripales cuadrivalentes en comparación con las vacunas antigripales trivalentes en Europa”, a lo largo de más de diez temporadas de gripe (de 2002-2003 a 2012-2013), si en España se hubiera utilizado la vacuna cuadrivalente en lugar de la TIV se podrían haber evitado hasta 150.964 casos de gripe, 13.181 consultas de Atención Primaria, 18.546 días de trabajo, 4.042 hospitalizaciones y 1.511 muertes relacionadas con la gripe. La carga económica que podría evitarse en España con el uso de la vacuna cuadrivalente sería de 21 millones de euros de costes directos y 3 millones de euros de costes indirectos.

¿Hay otras formas de prevenir la gripe?

La mejor manera de evitar contraer esta enfermedad y en especial las complicaciones graves, es la vacunación. Otras medidas que pueden contribuir son:

  • Lavado frecuente de manos y medidas de higiene general.
  • Al toser o estornudar cubrir con pañuelos desechables boca y nariz, o como alternativa cubrir boca y nariz con antebrazo.
  • Limitar el contacto directo con un enfermo y compartir sus utensilios.
  • Ventilar las estancias y limpiar con más frecuencia las superficies de objetos en donde hayan podido quedar secreciones contaminadas (pomos de puertas, barandillas, etc...).
  • Mantener una alimentación variada y realizar ejercicio físico frecuente.