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Las manos más profesionales de LaLiga Santander

Los fisioterapeutas son imprescindibles para que los jugadores no se lesionen y puedan ofrecer su mejor nivel en la élite futbolística

Lluís Muñoz y Anna SolàBarcelona, 16 de abril de 2019 - 08:26 CET

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Cuando llega el fin de semana pasamos las horas viendo partidos de LaLiga Santander y disfrutamos de los mejores jugadores del mundo. Vemos sus regates, sus goles, sus entradas, sus pases o sus paradas. Una de las principales competiciones deportivas del planeta capaz de captar la atención de millones de seguidores de todo el mundo. Sin embargo, para que los futbolistas puedan desarrollar sus cualidades, necesitan del trabajo de todo un equipo de profesionales que van a aportar sus conocimientos técnicos y médicos al más alto nivel.

Es el caso, por ejemplo, de los fisioterapeutas, que se encargan de velar por la salud de los futbolistas, evitando lesiones y tratando de solucionarlas lo más rápido posible cuando aparecen. Son imprescindibles porque si en la competición no tuviésemos los mejores ‘fisios’ del mundo, sería imposible disfrutar cada semana de los ‘cracks’ del balón. A continuación hablamos con cinco profesionales de la fisioterapia del más alto nivel:

“El nivel de exigencia en LaLiga Santander es altísimo”


David Álvarez. Recuperador físico y fisioterapeuta del Real Betis Balompié.

David Álvarez ejecuta unos ejercicios de recuperación con un jugador del Betis

David Álvarez ejecuta unos ejercicios de recuperación con un jugador del Betis.

Eres fisioterapeuta del modesto Castillo FC canario, tienes tu propia clínica y estás planteándote dejar el mundo del fútbol después de 10 años en equipos de 2ªB y 3ª División. De pronto, un día, mientras estás con un paciente, recibes una llamada, crees que es una broma y cuelgas. Es el FC Barcelona. “Pep Guardiola había sido ascendido al primer equipo y quería montar un nuevo ‘staff’. Uno de los médicos que le iba a acompañar era el canario David Medina, quien me recomendó”, explica el fisioterapeuta David Álvarez, que movido por la curiosidad, no se conformó con ganarlo todo. Después de vivir el mítico ‘sextete’ con el Barça y, tras una segunda temporada de éxitos, se marchó con Thierry Henry a los New York Red Bulls de la MLS para cuidar del astro francés en el final de su carrera. Estuvo cinco años, regresó a casa con la UD Las Palmas y en la temporada 2017-2018 volvió a embarcarse en una aventura internacional con el Birmingham. “En España tenemos el complejo de que lo de fuera es mejor, pero cuando sales ves que aquí hacemos las cosas bien”, cuenta el canario.

Licenciado en INEF y Fisioterapia, esta es su primera temporada en el Betis, donde llegó después de una reorganización del área sanitaria en la que se crea el puesto de responsable de Fisioterapia y Rehabilitación. El cuerpo médico del club verdiblanco está formado por cuatro fisioterapeutas, un enfermero, dos readaptadores, un médico, tres traumatólogos, un podólogo y un nutricionista. Cada día hacen sesiones clínicas en las que se determina el tratamiento y la evolución de cada jugador. La opinión profesional resultante se traslada al afectado, pero también al entrenador o a comunicación del club. Es importante para que no haya diversidad de opiniones y para evitar malentendidos. “Hoy en día en el fútbol moderno hay casi tantos miembros en el staff como jugadores en plantilla, lo que hace indispensable que haya una buena coordinación entre nosotros, unas guías y filosofía de trabajo y unos protocolos de actuación aceptados por todos”, explica el preparador bético, para quien el nivel de exigencia en LaLiga Santander es altísimo, con jugadores disputando entre 60-70 partidos por temporada. Entonces, ¿cómo se evitan las lesiones? “Hay tres factores que influyen: la alimentación, el descanso y el equilibrio emocional. Bien gestionado, tienes el 75% de posibilidades de no lesionarte”.

El cuidado en la alimentación, el descanso y el equilibrio emocional reduce las posibilidades de lesión

Por las manos de David Álvarez han pasado algunos de los mejores jugadores del mundo. Estrellas que, a pesar de todo, también son personas con problemas y preocupaciones. “Hacemos de psicólogos y eso nos permite tener información para compartir con los demás miembros del cuerpo técnico”. Y aunque el ambiente del Betis –liderado por el humor de Joaquín– es inmejorable, reconoce que se deben establecer límites y normas para que la relación profesional sea la mejor: “Los futbolistas tienen un carácter especial, por lo que nunca dejo de aprender de ellos”.

“Los detalles marcan la diferencia en la competición”


Oriol Balañà. Responsable del Departamento de Fisioterapia y Rehabilitación del Girona FC.

Oriol Balañà trata a un jugador en la ciudad deportiva del Girona

Oriol Balañà trata a un jugador en la ciudad deportiva del Girona.

La noche del empate entre el Girona y el Real Zaragoza en el 2017, la velada en Montilivi en la que los albirrojos certificaban su ascenso a LaLiga Santander, Oriol Balañà sufrió y gozó como un jugador y aficionado más. Pero en su caso también lo hizo como responsable del departamento de Fisioterapia y Rehabilitación del equipo ‘gironí’, puesto en el que actualmente lleva cuatro temporadas. “Llegar al Girona fue un cambio importante en mi vida y mi rutina. Entre Segunda División B y LaLiga 1|2|3 hay un salto cualitativo importante en lo que se refiere a la profesionalización del juego, por lo que mi forma de trabajar ha evolucionado”, explica.

Oriol Balañà, con los grados de Ciencias de Actividad Física y del Deporte y Fisioterapia y formación específica en el tratamiento de deportistas de élite, no cuenta el tiempo con años ni semanas. Lo hace con temporadas y jornadas de partido. Desde el 2008 combina el trabajo en clínicas y centros de fisioterapia con el día a día en el terreno de juego. Pasó por las categorías base del RCD Espanyol, por la UD Gramanet y por el CE L’Hospitalet, de Segunda División B. Desde este club dio el salto al Girona FC en 2015, entonces aún militante en LaLiga 1|2|3. “Además del cambio en la rutina profesional, tuve que sumarle el viaje diario desde Sant Cugat del Vallès hasta Girona, pero ahora no lo cambio por nada”, cuenta Balañà.

Tenemos la suerte de que tanto técnicos como jugadores confían en nuestro trabajo

El ascenso a la máxima categoría del fútbol español en 2017 de los rojiblancos supuso entrar a codearse con los grandes equipos de LaLiga Santander y una transformación en el trabajo del equipo médico que Oriol Balañà dirige. Antes y después del pitido del árbitro se realiza un minucioso trabajo por parte de un grupo de profesionales médicos –que en el caso del Girona FC son hasta cinco fisioterapeutas, un médico, un readaptador, un nutricionista y un podólogo–, que lo dejan todo listo para que el partido pueda jugarse con los protagonistas en su mejor forma física. “El principal cambio en LaLiga Santander es que debemos prestar mayor atención a los detalles, porque son los que marcan la diferencia en la competición”, explica el preparador del Girona, quien se reúne entre dos horas y media y tres horas cada día para repasar uno por uno a los jugadores dirigidos por Eusebio Sacristán. “Lo más importante de nuestro trabajo es la comunicación, estar en contacto con todos los miembros del equipo médico y del cuerpo técnico, ir todos en una dirección y que no se nos escape nada”, destaca Balañà.

En su opinión, el trabajo en equipo y la confianza son las claves del vestuario del Girona FC, el conjunto que desde el año pasado ostenta el título de mejor debutante en la historia de LaLiga Santander. “Tenemos la suerte de que tanto técnicos como jugadores confían en nuestro trabajo. Esto nos permite tratar a los jugadores tal como queremos y garantizar su buen rendimiento”, recalca orgulloso el fisioterapeuta.

“La fisioterapia ha de ser una forma de vida”


Rodrigo Herrero. Fisioterapeuta del Villarreal CF.

Rodrigo Herrero, el primero por la derecha, junto al resto de equipo médico del Villarreal

Rodrigo Herrero, el primero por la derecha, junto al resto de equipo médico del Villarreal.

LaLiga Santander exige el máximo. No solo a nivel deportivo, también a nivel físico. Rodrigo Herrero era fisioterapeuta del Club Balonmano Valladolid, había conseguido los títulos más importantes y cuidaba de campeones olímpicos. Sin embargo, le tocaba tratar a 18 jugadores y realizar funciones que iban más allá de la fisioterapia. Por este motivo, cuando el Villarreal le llamó, en el 2012, todavía en LaLiga 1|2|3, no dudó en aceptar. “Es un club que siempre me ha llamado la atención por su trayectoria y por la forma de hacer las cosas”, explica Herrero, quien llegó al ‘submarino amarillo’ para estar una temporada… y ya va por la sexta. Forma parte de un cuerpo médico que cuenta con dos médicos, cuatro fisioterapeutas –más un quinto de refuerzo–, un enfermero, un nutricionista, dos readaptadores y una persona especialista en suplementos ergogénicos.

Su paso por el balonmano le permitió un aprendizaje que le ha valido para el fútbol de élite. Ambos deportes comparten lesiones de rodilla y tobillo, y por lo tanto, ha aprovechado conocimientos anteriores. También, desde el club, le permiten continuar con la formación y asistir a cursos donde estar al día en las últimas técnicas y aparatos. Sin embargo, más allá de las aptitudes, la clave principal para ser un fisioterapeuta de un club que pertenece a LaLiga es la pasión. “Es importante que tu trabajo se convierta en una forma de vida porque te resultará más fácil llegar a los objetivos”, cuenta el preparador del Villarreal, quien define la fisioterapia como la prevención de lesiones y, en caso de que se produzcan, como el mejor tratamiento posible. Es la cara más oscura de fútbol: “Después de una lesión, el jugador es el que más sufre, pero aseguro que los ‘fisios’ también lo pasamos fatal. Llegamos a celebrar más su vuelta a los terrenos de juego que un gol”.

Después de una lesión, el jugador es el que más sufre y los ‘fisios’ lo pasamos fatal

La conversación transcurre después del apasionante 4-4 entre Villarreal y Barça. Una semana de tres partidos, con viajes, esfuerzo físico y tensión. Un ritmo que a Rodrigo Herrero le hace perder la noción del tiempo: “Una temporada en LaLiga Santander pasa rápido. Cuando te das cuenta estás terminando la competición y empezando la pretemporada”. Una exigencia para el cuerpo técnico, pero también para los futbolistas, los cuales, para el preparador del conjunto castellonense, destacan por su fortaleza mental. Son los grandes protagonistas. “Nosotros estamos para facilitarles las cosas, pero ellos son los que juegan y también los responsables principales de llevar unos buenos hábitos”, detalla Herrero, antes de destacar la importancia para el Villarreal de mantener un mismo estilo de juego y una misma preparación física, desde el equipo más pequeño del club hasta el primer equipo: “Tenemos jugadores en plantilla que han pasado por las categorías inferiores y esto nos ayuda mucho, porque ya llegan con la educación necesaria en nutrición, entrenamientos, prevención o trabajo de gimnasio”.

“Esta temporada no hemos tenido ninguna recaída”


Alejandro Lanchas. Fisioterapeuta del C.D. Leganés.

Alejandro Lanchas acompaña a Nyom a hacerse un tratamiento

Alejandro Lanchas acompaña a Nyom a hacerse un tratamiento.

Alejandro Lanchas es un apasionado de su trabajo y del equipo en el que lo desarrolla: el CD Leganés. El club pepinero, definido por él mismo como “un club muy familiar”, actualmente está en la mejor liga de fútbol del mundo y, le acogió tan bien hace 10 años, que Lanchas no se ha separado del conjunto en ningún momento. Empezó tratando a los futbolistas de categorías inferiores, para convertirse en el máximo responsable de fisioterapia del primer equipo masculino durante las últimas siete temporadas, participando en el retorno del equipo a LaLiga 1|2|3 en la temporada 2013-14 y el ascenso a LaLiga Santander. Fue en junio del 2016 en Anduva, ante un Mirandés agónico, gracias al gol de Insúa. “Empecé en Segunda División B y de repente estábamos en la élite del fútbol español; para mí es un sueño estar aquí”, recuerda el fisioterapeuta, para quien su vida gira en torno a lesiones por prevenir y por curar, ya sea de deportistas de élite como Cuéllar o Bustinza, de deportistas amateur o de personas sedentarias. Compagina su trabajo como máximo responsable de fisioterapia del primer equipo del club leganense, con la dirección de su clínica.

Aunque el equipo de Pellegrino cuenta con uno de los servicios médicos con menos oficiales de la LaLiga Santander, con tres fisioterapeutas, un readaptador y un médico, Lanchas presume del buen trabajo que están llevando a cabo: “Esta temporada no hemos tenido ninguna recaída”. Con formación como fisioterapeuta, pero también como técnico en imagen para el diagnóstico –aunque no es el responsable de llevar a cabo las pruebas de este tipo en los jugadores que trata–, Lanchas obtiene una perspectiva más amplia sobre las lesiones de los jugadores y puede llevar a cabo un tratamiento global. Apuesta por la prevención como la base del trabajo del Leganés y destaca el trabajo que no se ve, aquel que no se lleva a cabo en el terreno de juego: “Todo lo que podamos hacer antes de que lleguen las lesiones es fundamental para que el jugador esté siempre disponible en el terreno de juego”.

Empecé en Segunda División B y de repente estábamos en la élite del fútbol español; para mí es un sueño estar aquí

Como parte del tratamiento que realiza, destaca el acompañamiento psicológico a los jugadores: “Nosotros tenemos que estar ahí en todo momento para ayudarles en todas las facetas, especialmente durante las lesiones, que son momentos duros para los futbolistas”. Al fin y al cabo, todo se centra en la mejora de los protagonistas del juego. “Creo que los ‘fisios’ tenemos una profesión que nos permite ser felices, porque al final lo que hacemos es ayudar a las personas”, reflexiona el preparador del conjunto madrileño, orgulloso de que en tan solo tres temporadas en la máxima categoría, hayan logrado importantes resultados: “Los tres fisioterapeutas del equipo aportamos nuestro granito de arena a un trabajo multidisciplinar, que va del entrenador a los utilleros, en el que nosotros somos una pieza más que garantiza el buen rendimiento del conjunto”.

“El Eibar me ha enseñado a interiorizar el fútbol desde el sacrificio”


Manu Sánchez. Fisioterapeuta de la S.D. Eibar.

Manu Sánchez (derecha) y el doctor Alberto Fernández ayudan a Pape Diop tras lesionarse en un partido

Manu Sánchez (derecha) y el doctor Alberto Fernández ayudan a Pape Diop tras lesionarse en un partido.

Esta historia tiene ciertos ecos de un fútbol de otra época. Manu Sánchez lleva toda una vida ligado al Eibar: como fisioterapeuta del primer equipo desde hace 16 temporadas; antes, como jugador de todas las categorías formativas del club y, desde niño, como aficionado. “Estuvimos 18 años consecutivos en la categoría de plata y recuerdo vivir permanencias agónicas con mi padre. En aquellos años aprendí a interiorizar el fútbol desde el sacrificio y a ver al equipo por encima del jugador”, explica Sánchez, que las ha visto de todos los colores en el club: en 2ª División B el cuerpo médico era de cuatro personas; después de cinco temporadas en LaLiga Santander son cuatro los fisioterapeutas. Un tiempo en el que han pasado de jugar en campos de césped artificial a lograr importantes resultados ante históricos de la competición.

En un fútbol globalizado, esta es la historia de un club que a pesar de que su dimensión deportiva haya cambiado, ha sabido mantener la filosofía. “Por ejemplo, comemos juntos en el 'Txoco' de Ipurua, dos o tres veces por semana, y los jugadores tienen que poner y recoger la mesa. Si renunciamos a los valores, un club de una ciudad obrera de 27.000 habitantes no estaría donde está”, cuenta Sánchez, para quien la evolución del club ha ido de la mano de un crecimiento personal. LaLiga Santander exige un nivel de elite, para el que ha tenido que adaptarse mediante formación, conversaciones con otros fisioterapeutas y adaptándose a las nuevas técnicas y aparatos que aparecen día a día. “La misión de un fisioterapeuta es procurar que haya las mínimas lesiones posibles y, en caso de que las haya, hacer una gestión adecuada”, explica el fisioterapeuta ‘eibartzale’, quien reconoce que el contacto continuo con los jugadores les hace establecer una confianza especial. Las emociones son inevitables: “Si ellos sufren con una lesión, yo también; si ellos están felices por volver a los terrenos de juego, yo también”.

Los futbolistas son los protagonistas: si ellos meten el balón en la portería, jugaremos un año más la mejor liga del mundo

Los equipos suelen tener un clima especial en sus vestuarios. En Eibar, Manu Sánchez, cada mañana, cuando llega a Atxabalpe, no se encuentra con el ambiente tranquilo que tiene en su clínica — también ubicada en el municipio eibarrés—, al contrario, desde primera hora suena la música alta, aparecen las bromas y se genera una complicidad única. Una plantilla de profesionales, que el preparador vasco clasifica en tres tipos de futbolistas: el que se acerca a ellos con regularidad; el que va a verles cuando lo necesita; y el que no se pasa por fisioterapia en toda la temporada. Eso sí: Sánchez tiene claro que el protagonista absoluto de un club es el jugador: “Son ellos quien meten el balón en la portería y, también, son ellos los que nos van a mantener una temporada más disputando la mejor liga del mundo”.