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Fieles a unos colores

LaLiga Santander y LaLiga 1|2|3 muestran, cada jornada, la pasión con la que viven los aficionados el devenir de sus equipos en la competición. El amor incondicional a unos colores no depende de si la pelota entra o no en la portería rival, ni del número de trofeos y títulos conquistados. Es un sentimiento tan poderoso que ni la lejanía puede mitigar. Desde la distancia, los hinchas hacen oír su voz.

Texto: LLUÍS MUÑOZ / CHRISTIAN MARTÍNEZ Fotos: MARTA JORDIBarcelona, 22 Enero 2019 - 08:26 CET

Desliza para ver

Un videojuego que nunca olvidará

Enamorado de un escudo que le dejó huella la primera vez que lo vio en un videojuego, Sergio Massagué Cobo ‘Kekio’ ejemplifica la pasión por un Levante UD que lleva consigo con orgullo por Barcelona. El flechazo por el equipo 'granota' surgió cuando este militaba en Segunda División B y sigue inalterable ahora que se ha asentado con los mejores de LaLiga Santander. Su historia no va de categorías ni de títulos.

Fiesta de presentación de los Voluntaris Grana del Nàstic de Tarragona.

Enrolado en una familia donde Barça y Madrid copan el protagonismo, Kekio se alejó del éxito que acaparan ambos clubes para sumergirse en el sentimiento 'granota'. De la nada. Sin vínculo alguno con la ciudad del Turia. Por un videojuego que le cambió su vida futbolística. “En uno de aquellos juegos de simulación, mirando clubes de Segunda División B vi el escudo del Levante y me llamó la atención. No sé el motivo. Podría haberme dado por otro equipo pero fue ese y para mí todo cambió”, cuenta.

Me enamoré del escudo del Levante

“Se disfruta mucho más. Valoro mucho cada cosa que da el fútbol. Ganar LaLiga Santander está bien pero la sensación más grande que puedes vivir es un ascenso. Es otro mundo”, rememora cuando cuenta su primera visita al Ciutat de València, instante en el que los levantinistas derrotaron al Castellón y se aseguraron su llegada a LaLiga Santander en el 2010.

Fundador de la Penya Llevantinista Granotes de Barcelona, que supera la treintena de socios, sus compañeros de fatiga no olvidan el día que Kekio se plantó, junto a su pareja, solo en la zona visitante del RCDE Stadium. “Tenía entradas en tribuna pero decidí ir al espacio reservado para fans del Levante esperando la llegada de más aficionados pero… ¡nadie llegó! Animé solo hasta el final, la gente miraba y se reía. Eso sí, el Levante ganó“. Una realidad para un aficionado de fantasía.

Unidas por una promesa

Pocas ligas profesionales en Europa pueden presumir de contar en su segunda categoría con estadios con tanta liturgia como La Romareda. Con un aroma a grandes noches, a gloria europea, a futbolistas célebres e historias ilustres, la visita al templo del R. Zaragoza se convierte en un estímulo para la mayoría de rivales que compiten en LaLiga 1|2|3.

Fiesta de presentación de los Voluntaris Grana del Nàstic de Tarragona.

Conquistando y seduciendo desde tiempos remotos, poner un pie en el estadio zaragocista deja huella. De por vida. Que se lo digan a Ana Aguilar Palacio. Socia de la Peña Zaragocista de Catalunya Alfons Solans, que ha doblado el número de socios. Una promesa de su hermana la vinculó por siempre al Real Zaragoza. “Mi hermana, seis años mayor, me prometió que me llevaría a La Romareda. Era algo que llevaba mucho tiempo esperando. Recuerdo la sensación de entrar al campo y respirar ese fútbol único que se vive allí”, relata.

Quiero ver al Zaragoza en LaLiga Santander

Viviendo en Graus (Huesca) hasta los 11 años, los últimos ocho los ha pasado en Barcelona. Previo paso, corto pero intenso, por Zaragoza y Bélgica, esa visita a La Romareda fue suficiente para rubricar y refrendar un vínculo que se ha mantenido firme en LaLiga 1|2|3, donde el club de sus amores trata de volver a la senda de los éxitos. “Estando de Erasmus en Bélgica seguía todos los partidos. Era la única”, recuerda.

“Llevo 15 años de socia”, expresa con gran asombro tras consultar y conocer un dato del que no era consciente. “¡Es la mitad de mi vida!”, exclama ejemplificando el apego y la afición por unos colores donde el raciocinio deja paso a los sentimientos.

Recuperando la sonrisa con la llegada de Víctor Fernández al equipo, la ilusión vuelve a estar a la orden del día en el seno del Zaragoza. Escalando posiciones en LaLiga 1|2|3, el propósito sigue siendo el anhelado ascenso. “Todos queremos ver al equipo en LaLiga Santander y volver a tener esa ilusión. Esperamos reencontrar ese estadio que ruge”, afirma. Ella bien sabe que lo prometido es deuda.

Merengue de corazón

En unos bajos de la Rambla Guipúzcoa de Barcelona hay una puerta de acceso al corazón del madridismo. Fundada en 1992, la Peña Juanito concentra en su interior la pasión por un fútbol de una época que se resiste a desaparecer. “Es imposible que deje de seguir al Real Madrid, pero hay que reconocer que el fútbol que más me gusta es el de la época de Pirri o Juanito”, explica Pepe Ribó, empresario jubilado del sector textil, quien aún recuerda el día que visitó el hotel de concentración del equipo y el expresidente Ramón Calderón mandó a un joven Emilio Butragueño apuntarse su teléfono para darle entradas para un partido del Real Madrid en Barcelona. En aquellos días, Pepe reconoce que cuando perdía el Madrid podía llegar a no cenar, e incluso a no dormir.

Aficionados del Real Madrid.

Pepe es catalán y hasta los 16 años estuvo obligado a ir al Camp Nou a ver el Barça con sus padres y hermanos. Eso sí: desde niño, en la televisión en blanco y negro, tenía claro que iba con los blancos. ¿La razón? Señala las fotografías y réplicas de trofeos que tienen en la peña y sonríe. Puede parecer paradójico, pero no, se trata de un catalán, madridista hasta la médula, que internado en el colegio de La Salle, aún recuerda la emoción de celebrar LaLiga Santander, en numerosas ocasiones, las Copas de Europa y las Copas del Rey, enganchado al transistor. Después, tuvo que esperar a la vida adulta para empezar a celebrar en el mismísimo Santiago Bernabéu, entre otros campeonatos, algunas de los 33 campeonatos ligueros cosechados por el Real Madrid a lo largo de la historia: “En el estadio he podido vivir algunos de los días más felices de mi vida”.

Hasta los 16 años tuve que ir obligado al Camp Nou, pero mi corazón siempre ha sido blanco

Peñista desde hace más de 20 años, actualmente Pepe preside la Federación de Peñas Madridistas de Catalunya. Una pasión que le ha llevado a todo tipo de anécdotas y locuras. Como aquella vez en la que el Real Madrid fue a jugar a Valencia y en su empresa había dicho que iba a Bilbao por trabajo… La sorpresa se la llevó su jefe cuando al día siguiente Pepe apareció en la portada del diario ‘As’ celebrando la victoria en Valencia. Una vida de madridismo en la que solo le queda una cosa por vivir: “Ganarle una final de Champions al Barça. Ese día se acaba el mundo”. El Wanda Metropolitano en el 2019 le parece un buen momento para el apocalipsis.

Aficionados del Real Madrid.

Reunión de peñas del Real Madrid en Catalunya.

Un sentimiento compartido

Nada más entrar al emblemático edificio de la Rambla del Centro Galego, en la escalera se encuentra un busto de Castelao con una frase grabada que termina con un acogedor “Hay espazo para todos”. Una hospitalidad gallega que bien personifican Berta Guillín y su hijo Marcel González, de la Peña Deportivista Barcelona. Surgida en el 2011, tiene como objetivo remediar la morriña de no poder ir a Riazor, juntando cada semana más de 20 personas para ver los partidos, en una peña formada por más de 80 deportivistas.

Berta, con la bufanda de la peña deportivista.

Berta, con la bufanda de la peña deportivista.

Berta viste una camiseta personal del futbolista Jose Ramón, del año 2000, cuando el ‘Eurodepor’ empezó el milenio consiguiendo LaLiga Santander, hasta el momento su único título liguero. Un regalo de su padre, muy conocido en A Coruña, por haber retransmitido los partidos del RC Deportivo en Riazor durante más de 40 años. Precisamente, 2000 fue el año en el que Berta llegó a Barcelona. “El día que ganó el Dépor LaLiga Santander grité tanto el gol de la victoria, que en un bar muy culé no quisieron darme cambio. Por la calle, los pocos deportivistas que nos encontrábamos, nos abrazábamos como si nos conociésemos de toda la vida”.

Ser de los que ganan es muy fácil, ser del Deportivo nos parece mejor

Marcel baja la cabeza. Viste la camiseta de la temporada pasada de Schär, cuando el equipo descendió a LaLiga 1|2|3. A sus 16 años se sabe de memoria el penalti de Djukic –que su madre no ha podido ver nunca repetido–, la final de la Copa del Rey, el 4-0 al Milán, y quién son Valerón o Djalminha. Nacido en Catalunya, pero sobre todo, deportivista, el día más emocionante que ha vivido con el conjunto gallego fue cuando pudo ver el empate a dos entre Barça y Deportivo de la temporada 2015-2016, con su madre y su abuelo en un partido de LaLiga Santader. Tres generaciones deportivistas en el Camp Nou. “En el colegio, mis amigos siempre me preguntan por qué soy del Depor. No solo les he mostrado la historia, sino que les he enseñado que es más que un sentimiento y, como dice mi madre, porque nos mola sufrir”.

Marcel, Berta y el abuelo. Tres generaciones de seguidores del Depor en el Camp Nou.

El abuelo, Berta y Marcel. Tres generaciones de seguidores del Depor en el Camp Nou.

Madre e hijo comparten un sueño: ver juntos al Deportivo en una final de Copa del Rey. Sin embargo, la pasión por los colores, también les hace reñir. “Muchas veces Marcel se enfada porque me quejo de que el equipo juega mal. ¿Puedes creer que me ha llegado a decir que no soy ‘una deportivista de verdad’ después de toda la vida al pie del cañón?”

Berta y Marcel, con sus camisetas del Deportivo de la Coruña.

Berta y Marcel, con sus camisetas del Deportivo de La Coruña.

Pero, ¿cómo explicarle a un extraterrestre que eres más deportivista cuando estás en LaLiga 1|2|3 que cuando te estás jugando ganar LaLiga Santander? Berta no duda, y entonando la melodía del ‘Baúl de los Recuerdos’ de Karina canta: “Ser de los que ganan es muy fácil, ser del Deportivo nos parece mejor”. Parece imposible que con aficionados así, el Dépor no esté de vuelta en LaLiga Santander muy pronto.

El Athletic sigue siendo una gran familia

Debe ser difícil nacer en Bilbao, que tu padre y tu abuelo te expliquen lo que sucedió en la ciudad en 1983, y no ser del Athletic Club. Los Altos Hornos se pararon, la ría congregaba a sus dos lados a un millón de personas venidas de toda Vizcaya y por la propia ría bajaba la mítica gabarra con los jugadores celebrando la consecución de LaLiga Santander, la última lograda por el Athletic. “Si ganásemos otro título liguero, lo primero que haría sería coger el coche e irme para Bilbao.

Naike Pérez, un seguidor del Athletic de Bibao en Santa Coloma de Gramenet.

Naike Pérez, un seguidor del Athletic de Bibao en Santa Coloma de Gramenet.

Celebraciones así son imperdonables perdérselas”, explica Naike Pérez, un bilbaíno que el amor trajo a Santa Coloma de Gramenet hace dos años. Mecánico de profesión, se vio con la necesidad de buscarse una familia y, de esta forma, llegó a la peña Lehoi Beltz (León Negro) de Barcelona, donde unas 100 personas, se acercan a ver los partidos al Mesón 21 del distrito de Sants. “A 600 kilómetros de Bilbao, peñistas como nosotros seguimos manteniendo la llama por los colores”.

A pesar de vivir a 600 km de Bilbao, mantenemos la llama por los colores

En la televisión de la peña están jugando un partido de LaLiga Santander Athletic y Sevilla. Naike sufre con cada jugada, hasta que marca el primero Iñaki Williams, detiene sus palabras y estalla de júbilo. Para este entusiasta seguidor, ser de los ‘leones’ va mucho más allá de la razón. “Son sentimientos que uno no controla. Soy del Athletic por identificación con mi ciudad, y porque el club, aunque haya sufrido la modernización del fútbol, sigue siendo una familia”. La pasión por el Athletic la lleva grabada en el cuerpo con dos tatuajes. Un amor que le gusta transmitir al resto: hoy la peña tiene dos invitados procedentes de Italia y Naike ha explicado con orgullo como el Athletic ha jugado toda su historia con jugadores nacidos en el País Vasco, un modelo que para él es innegociable. También ha destacado la magia de San Mamés: “Cuando entras al campo, se te olvida el rival y la situación del equipo. Se crean unas energías que te hacen sentir que vas a ganar”.

El Athletic sigue siendo una familia.

Naike asiste a un partido del Athletic junto a otros aficionados rojiblancos.

Entre los recuerdos de Naike aparecen partidos en San Mamés vividos con gran emoción. Uno de los días que más recuerda es cuando el Athletic remontó en LaLiga Santander un 0-3 a Osasuna con goles de Yeste, Tiko y, su gran ídolo, Julen Guerrero, en el último minuto. “Tenía 18 años, estaba con los amigos y fue una auténtica locura”. Es precisamente esa locura por el Athletic la que Naike aprovecha para desplazarse con el equipo siempre que puede. Ya sea por Europa, como la vez que fue con sus padres hasta Bélgica, o por otros campos de LaLiga. “Viajando conoces otras ciudades, pero también el fútbol y el Athletic en estado puro”.

Naike, en el estadio del Español.

Naike, en el estadio del Espanyol.

Doha es verdiblanca

“Hay una leyenda que recorre el mundo entero, verde y blanco son sus colores”. A modo de profecía, el autor del himno del Real Betis siempre tuvo claro que la pasión por el club andaluz traspasaría fronteras. Haciendo bueno el cántico que semana tras semana resuena en el Benito Villamarín, Daniel Pérez Camacho ha hecho posible que los colores verdiblancos tengan presencia en Doha (Catar).

Daniel Pérez Camacho.

Daniel Pérez posa con su bufanda del Betis en el bar LaLiga Lounge en Doha.

Instigador de la primera peña bética en Oriente Medio, motivos laborales le trasladaron a vivir en el Golfo Pérsico en 2012. “La vida no es fácil. A veces te aleja de lo que queremos y es impredecible, como el Betis”, cuenta Pérez. “Podemos decir con tranquilidad que Doha es verdiblanca. Somos 141 socios. ¡El número 100 fue un catarí! En la ciudad nos hemos hecho famosos por nuestras fiestas, con fútbol, flamenco y la mejor paella. Lo hacemos todo en LaLiga Lounge en Doha”, detalla.

En la ciudad somos famosos por nuestras fiestas, con fútbol, flamenco y la mejor paella

Orgulloso de ver la bandera de su peña en el Villamarín y otros rincones del mundo –“tiene el nombre en árabe y los fans la han visto como algo original y diferente. Se ha convertido en un símbolo de un Betis universal”, expresa– el sentimiento verdiblanco de Pérez hace parada en Barcelona. De la nada. Un recuerdo imborrable.

Daniel Pérez Camacho.

Daniel con dos socios de la peña bética de Doha.

“Por un viaje de trabajo me encontraba solo en la Ciudad Condal el día del derbi andaluz. Un socio de nuestra peña me recordó que somos una gran familia, así que me planté con mi bufanda en la de Sant Feliu de Llobregat”, explica. “Sin conocer a nadie, siendo un absoluto desconocido, su presidente Antonio González y los allí presentes me trataron como un familiar. Intercambiamos bufandas y desde aquel día mantenemos el contacto. Nunca lo olvidaré”, asegura con cierta nostalgia. La añoranza de un bético de pro al que la distancia no ha logrado robarle un ápice de su amor por unos colores.