Así suena la grada (virtual) del Camp Nou

Un partido de fútbol con la grada vacía era algo excepcional, casi una anécdota, hasta que llegó el coronavirus para poner el mundo patas arriba. Los primeros encuentros que se empezaron a jugar después del confinamiento –sobre todo en competiciones como la Bundesliga– generaban una sensación extraña en el espectador, de vacío, como si no fuera del todo real. Y eso dificultaba que el aficionado pudiera disfrutar del juego en su totalidad. Por eso, los responsables audiovisuales de LaLiga y Mediapro –la productora encargada de las retransmisiones– pensaron que se tenía que hacer algo para que, dentro de lo que cabe, los espectadores pudieran olvidarse durante los 90 minutos de la situación excepcional que vivimos. Y en una prueba más de que el ingenio se agudiza ante las dificultades, en poco tiempo se gestó la idea de la grada virtual.

No se trata, obviamente, de la protagonista principal de esta película, pero su papel permite que todo el elenco brille, tal y como se está demostrando cada fin de semana. “La grada virtual representa un valor añadido, porque ayuda a que el espectador deje de lado el hecho de que el estadio está vacío. Eso nos ayuda a ofrecer el mejor espectáculo audiovisual posible en las condiciones actuales”, comenta Roger Brosel, responsable de contenidos audiovisuales de LaLiga. Se trata de una combinación de cánticos de la afición local y de reacciones ante lo que sucede en el terreno de juego, que se mezcla con el sonido real que captan los micrófonos de ambiente situados a pie de campo. El 95% de los espectadores escogen esta opción, en una prueba evidente de su éxito.

Primer plano del aparato usado para lanzar las reacciones de público virtual, durante el partido que enfrentó al FC Barcelona y al CA Osasuna en el Camp Nou.

La clave –y la suerte– estuvo en una empresa de videojuegos, EA Sports, que para su serie de juegos FIFA ya había solicitado a LaLiga los sonidos de todos los estadios españoles. En pleno confinamiento se gestó el viaje de retorno de esas grabaciones. “Tenemos una relación estrecha con ellos, así que nos enviaron de vuelta todos esos sonidos ya indexados para que pudiéramos usarlos durante las retransmisiones”, detalla Brosel. Y gracias a ello, aunque un estadio como el Camp Nou esté vacío de espectadores, los goles siguen sonando así:

O cuando se trata de un golazo, así:

Sin embargo, tener los sonidos, ambiente y reacciones que se producen en una grada no era suficiente. Porque si bien el videojuego los reproduce de manera programada, esto no era posible en una retransmisión en directo, en la que todo puede suceder. “Formamos en tiempo récord a técnicos de sonido para que se convirtieran en operarios de la grada virtual, que no deja de ser un trabajo artesanal”, recuerda el responsable de contenidos audiovisuales de LaLiga. Y entonces surgieron figuras como la de Pere Solé de Mediapro, que lleva más de 20 años como ingeniero de sonido en las retransmisiones de los partidos de fútbol, es decir, mezclando desde la unidad móvil todos los sonidos que llegan a través de los diferentes micrófonos de un estadio. Pero llegó la covid-19 y se le añadió una nueva tarea: ser uno de los responsables del desarrollo de la grada virtual.

Peré Solé sigue el juego desde la grada del Camp Nou para operar la grada virtual.

Por un lado, existe un fondo pregrabado de cánticos, que se van lanzando a partir de un algoritmo para que no sigan siempre el mismo orden. Y luego está la parte que corresponde a las emociones espontáneas del público. “Situamos a una operador en la grada, con vista directa al campo, equipado con un aparato con el que va lanzando los diferentes sonidos en base a lo que sucede en el campo”, detalla Solé. Y esto significa un gol, una ocasión fallada, una parada del portero, una subida de intensidad debido a un ataque prometedor, un cambio y un largo etcétera de reacciones, incluso cierta decepción cuando el VAR anula un gol. El trabajo se parece al de un pinchadiscos que va lanzando ‘samplers’ y, por eso, Pere Solé –que también se mueve en el ámbito de la música electrónica– reconvirtió en operadores de la grada virtual a diversos DJ. “Tienen el perfil adecuado, porque están acostumbrados a producir música en directo y ante el público”, asegura.

Aquí, sin embargo, el trabajo se lleva a cabo en una soledad insólita, ya que no dejar de ser extraño ver un partido de fútbol rodeado de sillas vacías. Pero casi mejor, porque tienen que estar 100% atentos al juego, sin distracciones. Solé combina su trabajo como ingeniero de mezclas en la unidad móvil con el de operador y explica sus sensaciones: “Tienes que combinar en directo una decena de elementos, pero no es tan difícil como parece, aunque sí que tienes que estar muy concentrado, por lo que solemos acabar los partidos con mucha tensión. Además, con la práctica vas mejorando y cada técnico aporta su estilo personal, aunque no sé si eso se nota en la retransmisión, porque no deja de ser un complemento a la voz de los locutores”.

Un complemento, eso sí, fundamental para eliminar “la sensación de vacío” que genera una grada desierta y ayudar al espectador “a que se meta por completo en el partido”. Y que el Camp Nou siga sonando al Camp Nou, cuando la afición anima:

O cuando entona cantos clásicos como ese “1899, neix el club que jo porto al cor, blaugrana són els colors…”. Que suena así:

O, simplemente, en ese momento en el que el público se da cuenta que el chut ha salido desviado por milímetros y la afición grita “¡Uiiii!”

Se trata, en cualquier caso, de acompañar sonoramente al espectador durante la retransmisión para que no se produzca una pérdida de atención, que es lo que los análisis indicaban que sucedía durante las primeras retransmisiones. “Es verdad que al principio llamaba mucho la atención el sonido real de lo que sucede en el terreno de juego: los gritos de los jugadores, el sonido del balón, el impacto contra el palo… Pero una vez ha pasado la novedad, se produce en el espectador la sensación de estar ante un entrenamiento o partido amistoso. Creo que la grada virtual mejora mucho el producto y ayuda al cerebro a centrarse en el partido en condiciones de normalidad”, explica Roger Brosel, que añade que el planteamiento siempre fue de ‘animar en positivo’, por lo que se descartó añadir silbidos o reacciones antes las polémicas.

Micrófono de ambiente colocado en el córner del Camp Nou.

De todos modos, la existencia de ese ambiente virtual no significa eliminar el sonido real, sino que todo suma, tal y como comenta Pere Solé: “Siempre buscamos un equilibrio, porque en ningún caso queremos engañar al espectador, sino darle una apariencia de similitud. Como técnicos, nos encanta captar los sonidos reales, como el ruido del balón al contactar con la red. Cada vez tenemos más micros de ambiente e incluso un sistema de ‘tracking’ capaz de seguir la trayectoria de la pelota y que va subiendo o bajando los micros a partir de su situación en el campo”. Y están, por supuesto, los comentarios de los locutores, que en España prácticamente no dejan mucho espacio al silencio, a diferencia de otras ligas, como la inglesa o la francesa.

Todo ello a la espera de que vuelvan los aficionados a los estadios de LaLiga Santander y LaLiga SmartBank que son, al fin y al cabo, los que realmente ponen emoción a esto del fútbol. Y ya que se habla de sonido, ¿se podrán escuchar las conversaciones de los jugadores, entrenadores o árbitros en LaLiga tal y como sucede en otros deportes, como el baloncesto o el fútbol americano? “Las retransmisiones tienden a ser cada vez más inmersivas y yo creo que seguiremos este camino, porque enriquece el espectáculo”, responde Brosel. “Cada vez tenemos más acceso y están cambiando cosas, así que creo que, aunque será difícil, llegaremos a ello”, añade Solé. En todo caso, queda claro que si se quiere vivir el fútbol los cinco sentidos, el oído juega un papel fundamental.