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iertamente no es ni la mitad del monto que aportó en 2019, que superó los 154.000 millones de euros. Sin embargo, las previsiones de crecimiento del sector del turismo son sumamente positivas y muchas de las voces implicadas en esta recuperación comienzan a tener en sus manos los brotes verdes de las reservas de verano, otoño y hasta de Navidad.

Las previsiones son halagüeñas, aunque los datos que dejó el primer trimestre del año implicaron a sectores que siguen necesitando ayudas directas y crediticias. De acuerdo con la valoración empresarial de la Encuesta de Confianza Empresarial de Exceltur, los hoteles vacacionales (-88% en ventas vs IT19) y las agencias de viajes (-85,1%) han sido los subsectores más afectados por las restricciones a la movilidad en el primer trimestre de 2021. Las compañías de transporte (-72,8%), el alquiler de coches (-68,2%) y los hoteles urbanos (-76,2%) sufrieron algo menos por la actividad de viajes de negocios, que en cualquier caso ha sido escasa. Las empresas de ocio cayeron el 77%, sólo sostenidas por la demanda local de residentes, cuando se les ha permitido abrir.

Para el segundo trimestre, la intensidad en las caídas de ventas se relaja ligeramente en todos los subsectores de la cadena de valor turístico, aunque todavía se mantienen notables descensos en los establecimientos destinados al alojamiento en los destinos urbanos. Por esto, las ayudas directas, amén de los 11.000 millones de euros previstos por los Fondos Europeos, siguen siendo de vital importancia. De hecho, desde Hostelería de España consideran que son la única vía posible para garantizar la supervivencia de las empresas. El sector lo viene reclamando desde hace meses, pero aún son insuficientes.

Por este motivo, la contribución del sector privado se antoja necesaria. De ahí que Banco Santander haya puesto en marcha propuestas para que hoteles y restaurantes puedan terminar con éxito esta campaña y recuperar este impasse.

Jose Luis Yzuel Sanz, presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España. Algunas de estas medidas pasan por favorecer las soluciones de pago, como las TPV sin mínimos; los Servicio Multidivisa DCC, que permiten a los clientes extranjeros pagar en su moneda de origen; el leasing mobiliario, que además aporta ventajas fiscales; la posibilidad del cobro de las ventas o servicios desde el momento de emisión de la factura (“factoring”) y asegurando del cobro ante la insolvencia de un cliente; o el “confirming estándar”, una solución para realizar el pago a proveedores y que también ellos cobren por anticipado sus facturas, sin que la empresa tenga que hacer frente al pago de estas hasta el vencimiento.

En los primeros cinco meses del año, Santander ya ha destinado más de 1.000 millones de euros para la financiación de la hostelería y la restauración, de ahí su solvencia a la hora de crear propuestas de valor. La agilidad de la entidad a la hora de resolver la financiación de hosteleros y restauradores ha sido determinante para que muchos empresarios hayan podido seguir con su actividad.

Con todas estas ayudas, el sector comienza a levantar la cabeza de manera animosa. Para Jose Luis Yzuel Sanz, presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España (CEHE), “si se cumplen las perspectivas del Gobierno y terminan de cumplirse los planes de vacunación, somos bastante optimistas con este verano y creemos que puede suponer un impulso para la recuperación de un sector muy dañado. Si se mantienen los ritmos de vacunación y se implanta el pasaporte COVID-19, creemos que podemos estar en una caída de la facturación de entre un 20-30% con respecto al verano de 2019, el último normal que tenemos como referencia.”

¿Y más allá del 2021?

Yzuel da por sentado que será complicado llegar a niveles previos a la crisis, pero ” creemos que también va a dar la oportunidad de rediseñar el sector”. Y es que el futuro pasa necesariamente por la sostenibilidad y la digitalización, en la línea que marca Europa. También, recuerda el Presidente de la CEHE, “es necesario reforzar la profesionalización, no sólo en el servicio, sino en la gestión de los negocios. La formación es también una apuesta imprescindible de futuro”.

Mirando al futuro

De los 130.000 clientes del sector Horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías) con los que cuenta Banco Santander, el 68% de los restauradores son autónomos y el 60% de los hosteleros está conformado por micropymes. Esta clientela está digitalizada en torno al 60% y representa un volumen de negocio de 12.500 millones de euros. En 2019, Santander creó una unidad específica de atención al sector hotelero, volcada en atender sus necesidades concretas y en apoyar a estos empresarios y autónomos en un momento especialmente complicado para ellos.