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anco Santander ofrece una nueva solución bancaria para los clientes que viven en zonas rurales. Cuentan con Correos Cash para evitar que personas como Salvador Expósito, agricultor y vecino de El Higueral (Iznájar, Córdoba), tengan que desplazarse hasta la sucursal más cercana, a 10 km de donde vive. También facilita el trabajo de Jorge Delgado, empresario y director del Hotel Caserío de Iznájar y vecino de Salvador.

Jorge Delgado, empresario y director del Hotel Caserío de Iznájar y la cartera rural, María del Mar Ramírez. Foto: Sergio González / Freebox.

Fruto del esfuerzo de la entidad para garantizar el acceso universal a los servicios financieros, este nuevo servicio consiste en la entrega de efectivo a través de su cartera rural, María del Mar Ramírez. Todo ello se gestiona a través de la app de Banco Santander y, de esta forma, la entidad ofrece servicio a 1.500 municipios de la España rural donde no hay una sucursal del banco, garantizando que todas las personas que viven en estas zonas, como Salvador y Jorge, tengan acceso a los principales servicios financieros.

“Cuando necesito dinero, entro en la aplicación de Santander y lo solicito. Viene a través de Correos: María del Mar al día siguiente lo tiene aquí”, explica Salvador, en cuanto a la funcionalidad de este nuevo servicio. Y Jorge Delgado puntualiza: “Correos Cash nos está ayudando a agilizar las labores cotidianas que tenemos que hacer con el banco. Antes teníamos que desplazarnos a la sucursal –cosa que seguimos haciendo para las labores más complejas–, pero el día a día lo tenemos solucionado gracias a la cartera rural. Para nosotros, que te traigan dinero a casa es una de las claves que está facilitando que trabajemos satisfactoriamente con Banco Santander”.

Salvador Expósito, agricultor y vecino de El Higueral (Iznájar, Córdoba). Foto: Sergio González / Freebox.

Los clientes del banco pueden acceder de forma gratuita a estos servicios, tanto en aquellas oficinas de Correos ubicadas en municipios donde la entidad no tiene presencia física, como a través de la app de la entidad. Para ello, es necesaria simplemente una tarjeta bancaria de Santander y el documento de identidad. Andalucía, Cataluña, Castilla-La Mancha, Extremadura y Castilla y León son las comunidades más beneficiadas por este acuerdo.

En el 75% de los municipios con menos de 1.000 habitantes donde el banco no está presente existe un punto de atención de Correos, lo que permite a Santander llegar al 66% de la población que hasta ahora no disponía de un servicio de efectivo en su municipio. Así, además de Iznájar, en Córdoba, municipios como Sant Fruitós de Bages y Bigues i Riells, en la provincia de Barcelona; Villalvilla, en Madrid; El Saucejo y Tocina, en Sevilla; Cenes de la Vega, en Granada; San José del Valle, en Cádiz; Cómpeta, en Málaga; Muskiz, en Vizcaya; Cañete, en Cuenca, y Redován, en Alicante, pueden aprovecharse de esta iniciativa.

Frenar la despoblación en España

Un problema tan importante como la despoblación pasa por la puesta en marcha de propuestas que hagan más fácil la vida en las zonas rurales menos pobladas. Un trabajo conjunto público-privado que no solo frene ese éxodo rural, sino que sirva también como aliciente al emprendimiento. Y un claro ejemplo de ello es la iniciativa que une a Banco Santander y Correos para frenar la despoblación en España.

María del Mar Ramírez sale de la oficina de Correos de Iznájar. Foto: Sergio González / Freebox.

Y es que de este fenómeno derivan distintas problemáticas. Desde la pérdida de la biodiversidad del campo y la degradación de los entornos naturales rurales, cada vez más afectados por desastres como los incendios, la sequía o las inundaciones, hasta la desaparición de especies ganaderas y agrícolas, o la propagación de plagas.

Por no hablar de aspectos sociales como la pérdida de riqueza cultural, tradiciones que se olvidarán con el tiempo, y una población cada vez más envejecida y masculinizada, por la falta de oportunidades, y que propician una densidad poblacional en las ciudades cada vez más difícil de sostener. Según datos ofrecidos por Greenpeace, “los municipios rurales contribuyen un 34% menos al cambio climático y un 40% más a la conservación de la biodiversidad que los municipios urbanos”. La misma organización medioambiental afirma que “el 40% de las mujeres que abandonan su pueblo tiene entre 16 y 44 años”.

María del Mar Ramírez realizando una entrega. Foto: Sergio González / Freebox.

Los efectos negativos en el ámbito económico también son importantes: el campo alimenta a las ciudades. A pesar de que los sectores agrícola, ganadero y silvícola alcanzaron en 2020 un 11% del PIB, (incluyendo al pesquero), según datos del Instituto Nacional de Estadística, superando cifras de 2019, el abandono de la agricultura y la ganadería ya implica la pérdida de empleos en estos entornos, a favor de las oportunidades laborales que van surgiendo en los grandes núcleos de población, lo que lleva aparejado una reducción de los servicios, de todo tipo, que se ofrecen en estas zonas.

La despoblación en cifras

El círculo vicioso de la despoblación, tan difícil de romper, tiene su origen en el fenómeno de la despoblación del campo español, un problema que no es nuevo. El pasado siglo XX estuvo plagado de importantes movimientos demográficos, especialmente a partir de 1950, que empezaron a poblar intensamente los núcleos urbanos en detrimento de las zonas rurales, y que, en la actualidad, afecta también a otros países vecinos, especialmente las zonas del sur de Europa.

El país comenzaba el año 2002 con 41.035.271 habitantes, y casi veinte años más tarde, en 2019, llegó a alcanzar los 46.937.060. En ese mismo año, el 81% de los españoles vivía en núcleos urbanos, frente al 77% de países como Alemania, según datos ofrecidos por el Banco Mundial. Así, comunidades como Andalucía, Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Galicia y La Rioja son las que más población han perdido en las últimas décadas, y, en especial, provincias como Ávila, Lugo, Soria y Teruel son las más afectadas. En el lado contrario, Cataluña, Madrid, la Comunidad Valenciana e Islas Baleares se sitúan como las que más población han recibido en ese mismo periodo.

Impulso digital

En España, Banco Santander cuenta ya con 5,3 millones de clientes digitales que se conectan a la app y web del banco más de 22 veces al mes. Es decir, casi el 70% de sus clientes activos son clientes digitales. En este marco y gracias a este acuerdo, podrán disponer de servicios financieros básicos y complementarios a la banca digital, impulsando así la inclusión financiera de todos los colectivos de la población, independientemente de cuáles sean sus condiciones de vida o su lugar de residencia.