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Calidad del aire

¿Qué respiramos en realidad?

La contaminación del aire representa un importante riesgo tanto a nivel medioambiental como para la salud. Según la OMS, el 91% de la población vive en lugares donde no se cumplen sus directrices sobre calidad del aire. En la Unión Europea más de 130 ciudades europeas sufren problemas a causa de la polución, y Barcelona es una de ellas.

Cuatro de cada cinco españoles respiraron en el 2017 un aire con un nivel de ozono superior al recomendado por la OMS, según un estudio elaborado por Ecologistas en Acción. De la misma forma, hasta 16 ciudades de la península superaron de forma recurrente los niveles aconsejables de PM10.

La conclusión es evidente: la calidad del aire de las ciudades españolas no es buena. De hecho, España es el séptimo país europeo con más muertes prematuras a causa de la contaminación atmosférica, unas 30.000 al año, según la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA). Pero, ¿cuáles son los elementos clave en la polución urbana y de dónde procede?

El uno por uno de la contaminación

Barcelona suele rebasar los límites en PM y NOX establecidos por la legislación internacional

Un reto urbano

Barcelona, en concreto, es la quinta ciudad de Europa con más contaminación atmosférica, especialmente a causa de su alta densidad de vehículos. De hecho, ostenta el record europeo: más de 6.000 coches por kilómetro cuadrado. Eso significa el doble que Madrid y más del triple que Londres, por ejemplo. Según explica el propio Ayuntamiento de Barcelona, la capital catalana supera por un 30% los límites de polución recomendados por la OMS.

En este sentido, el 95% de los vecinos de Barcelona están expuestos a niveles anuales de partículas en suspensión (PM) superiores a los recomendados por el organismo internacional. A su vez, el 68% también se encuentran afectados por los altos niveles de dióxido de nitrógeno (NO2). Algo que se ve especialmente acrecentado en los episodios meteorológicos marcados por altas presiones. Sin embargo, ¿somos conscientes de lo que respiramos en realidad? El Periódico ha salido a la calle a preguntarlo:

Todo ello con los consiguientes efectos sobre la salud. En este sentido, el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) estima que se podrían evitar más de 600 muertes prematuras en la ciudad si los niveles de partículas contaminantes PM2,5 se redujeran por debajo de los límites recomendados por la OMS. Asimismo, cumplir esta recomendación permitiría aumentar en 47 días la esperanza de vida de los barceloneses.

Si Barcelona se ajustara a los límites marcados por la OMS evitaría al menos 600 muertes prematuras

La contaminación generada en el área metropolitana de Barcelona, además, no solo le afecta a ella, sino que se extiende por el resto de Catalunya. Por ejemplo, el ozono troposférico de la Plana de Vic y el Pirineo Oriental proviene básicamente del Barcelonès, el Baix Llobregat y el Vallès.

En este mapa se puede consultar a tiempo real el estado del aire de cada ciudad, reflejado tanto en el Índice de la Calidad del Aire (ICA) como en la presencia de partículas en suspensión, ozono y óxidos de nitrógeno. Haz click sobre el mapa para acceder:

En todo caso, un estudio elaborado por la Generalitat indica que en el 2017, se han producido buenas y malas noticias. Mientras que aumentan los óxidos de nitrógeno o NO2 (muy vinculado a los motores diésel), se ha reducido la contaminación por metales pesados, benceno, cloro, partículas PM2.5, dióxido de azufre (SO2) y monóxido de carbono (CO). Eso sí, aún queda mucho por hacer.

Gas natural para coches con menos humos

Si el tráfico de vehículos con motores de gasolina o diésel se erige como uno de los principales responsables de la contaminación urbana, la solución debe pasar por una movilidad sostenible que priorice el transporte público, los desplazamientos a pie o en bicicleta y el uso de vehículos alternativos, como los eléctricos, híbridos o propulsados por gas natural.

El funcionamiento y las prestaciones de un vehículo a gas natural son exactamente las mismas que las que tiene uno que funciona con gasoil o gasolina, pero presenta toda una serie de ventajas a nivel económico (el coste por kilómetro puede ser un 50% menor que los coches a gasolina y un 30% menor que los diésel), pero sobre todo a nivel medioambiental, tal y como se puede comprobar en el gráfico anterior.

El uso de medios no contaminantes, transporte público y vehículos eléctricos, híbridos o a gas natural, es clave para reducir la contaminación urbana

Por lo tanto, la sustitución de parte del parque de vehículos actual por coches propulsados por gas natural puede comportar una importante reducción de la polución urbana y ayudar en la lucha urgente contra el cambio climático. En ambos casos, se tratan de retos que debe afrontar la sociedad de manera inmediata para mejorar la calidad de vida en las ciudades y evitar que el incremento de temperatura supere los dos grados. El uso de vehículos de GNL (gas natural licuado) y GNC (gas natural comprimido) permite los siguientes logros:

→ Sustituir el 5% del parque de vehículos pesados y turismos de gasolina y diésel por un parque de gas natural supondría una reducción de emisiones de todos los gases contaminantes causantes de la contaminación urbana de entre un 1,5% y un 5%.

→ Transformar el 13% del parque móvil de Madrid y Barcelona en vehículos a gas natural reduciría al año 50.000 toneladas de emisiones de precursores de ozono (NOX, compuestos orgánicos volátiles) y otros contaminantes (CO, SO2, NH3, PM10, PM2.5).

→ Convertir el transporte por ferrocarril y marítimo actual, alimentado por combustibles fósiles, en uno basado en el GNL permitiría reducir notablemente los 6 millones de toneladas de CO2 que emiten anualmente.


Otras de las ventajas que presentan los coches GNC o GNL son su relación-calidad precio (cada vez más marcas cuentan con versiones de gas natural de sus modelos más populares) y su facilidad a la hora de repostar. Por eso, se señala estos vehículos como una pieza clave para una movilidad sostenible.

Choche con tecnología TGI Un conductora llena el depósito de su coche con gas natural comprimido.

En ese sentido, llenar el depósito es prácticamente igual de rápido que con los combustibles tradicionales, y para ello se puede acudir a una ‘gasinera’ que ya disponga de este servicio. Cada vez son más. Según los datos de Gasnam, actualmente hay en España 59 áreas de servicio con GNC-GNL y está prevista la apertura de 43, para hacer un total de 102. Además, en el caso de no encontrar dónde repostar, estos automóviles también admiten el uso de gasolina. Por eso se denominan vehículos bifuel, ya que cuentan con dos sistemas de alimentación y depósitos independientes.

Cuando se termina el GNL o GNC, el motor pasa a utilizar gasolina, sin que se produzca ninguna diferencia en el rendimiento. Gracias a ello, la autonomía crece hasta los 1.000 kilómetros, superando claramente a los vehículos eléctricos. En este mapa se pueden comprobar todas las ‘gasineras’ disponibles.

Los vehículos a gas natural reciben la etiqueta Eco bicolor de la Dirección General de Tráfico y esto significa toda una serie de ventajas para el conductor. Entre ellas, la bonificación de hasta el 75% del impuestos sobre vehículos de tracción, la exención del pago del impuesto de matriculación, la posibilidad de usar los carriles BUS-VAO, prioridad en la carga y descarga y descuento en algunos peajes. Asimismo, en el caso de restricciones de tráfico en Barcelona por episodios de alta contaminación, los vehículos a gas natural pueden circular libremente.

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