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29 abril 2021

Así es el robot de desinfección que combate la Covid-19 con luz ultravioleta

La pandemia ha reforzado el papel de la tecnología Xenex, implementada en Cataluña por Multiserveis Ndavant, filial de Clece, que utiliza luz pulsada ultravioleta generada por gas xenón para desinfectar y eliminar cualquier microorganismo de forma rápida y segura, incluido el virus causante de la Covid-19.

Texto: Cecilia Vega

“¡Buenos días Xenia!”, exclaman al llegar las trabajadoras del servicio de limpieza del Hospital Arnau Vilanova de Lleida. “¡Hola Lola!”, se escucha con frecuencia en los pasillos y salas del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona. Xenia y Lola son muy conocidas y apreciadas en sus respectivos hospitales, aunque su diseño les impida responder al saludo diario de sus compañeros. Bajo estos nombres se encuentran dos robots de desinfección que tras un año de pandemia han visto reforzado su papel, fundamental e imprescindible, en los hospitales y centros donde están presentes.

“Cuando la gente nos pregunta qué es esa máquina, decimos que es un dispositivo móvil de desinfección. Es el complemento perfecto a la limpieza y desinfección que hacen manualmente nuestros equipos de limpieza”, explica la responsable de calidad de Multiserveis Ndavant en el Hospital Arnau Vilanova, Alba Mitjavila, en relación al robot LightStrike de Xenex.

La función de las lámparas UVC como germicida

Su centro es uno de los hospitales que, como otras dependencias públicas y recintos multifuncionales de Cataluña, se beneficia de esta tecnología innovadora que usa la luz ultravioleta tipo C (UVC) para destruir el actual SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, hasta en un 99,99% en tan solo cinco minutos y a un metro de distancia. Así lo ha certificado el Texas Biomedical Research Institute, centro líder de investigación independiente, especializado en enfermedades infecciosas, así como, más recientemente, el Centro Nacional de Biotecnología (CNB) dependiente del CSIC.

“Xenia utiliza una bombilla de gas xenón que al agitarse genera la luz UVC.
Esta luz es absorbida por las bacterias y los virus, dañando su ADN y destruyéndolos”

Alba Mitjavila, responsable de calidad de Ndavant del Hospital Arnau Vilanova de Lleida.

La eficacia germicida de este sistema de desinfección pionero se basa en la potencia de la radiación con luz ultravioleta. Como describe Mitjavila, “Xenia utiliza una bombilla de gas xenón que al agitarse genera la luz UVC. Esta luz es absorbida por las bacterias y los virus, dañando su ADN y destruyéndolos”. “La UVC es la parte de la luz ultravioleta que no atraviesa la atmósfera y, por tanto, nunca llega a la tierra. Ya que los diferentes microorganismos no presentan resistencia a esta tipología de luz, por no haber estado nunca antes bajo su exposición, sus paredes celulares se deterioran con suma rapidez. Es decir, cuando una superficie queda iluminada por Xenex, los microorganismos que hay en ella mueren directamente”, aclara Isa Negreira, responsable de calidad de la compañía en el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona.

Ventajas frente a otros sistemas de desinfección

Si bien hay otras tecnologías de desinfección, ninguna presenta las características de Xenex, que destaca por su “rapidez, seguridad y sostenibilidad”, coinciden en señalar ambas profesionales. “La luz que se genera a partir de la excitación del gas xenón es tan potente que se reducen mucho los tiempos de aplicación y, además, una vez que la estancia está desinfectada puede ser ocupada inmediatamente, sin tiempos de espera, porque no quedan residuos”, subraya Negreira. “Con Lola ganamos tiempo, algo primordial en un hospital, más en un momento como este y, además, no entraña el peligro y toxicidad para las personas y el medioambiente de otros elementos como el mercurio”, añade.

Matiza Mitjavila que el único riesgo se produce durante la radiación y, por eso, las estancias deben estar vacías -como se hace en el hospital leridano- o divididas en sectores con sábanas o biombos especiales, pues la luz UCV no atraviesa estas superficies opacas, como tampoco el cristal, la madera o el plástico.

Complemento a la limpieza manual

Para entender cómo se utiliza el robot y alcanza “la excelencia” en la desinfección, la responsable de calidad insiste en que “lo primero es hacer una limpieza y desinfección manual como prevé nuestro protocolo y, a posteriori, completar esta limpieza convencional químico-mecánica con la máquina. Xienia no te va a quitar una mancha de sangre, por ejemplo, pero con su luz germicida sí llega a lugares donde la mano no puede”. Y continúa: “El tiempo depende del espacio, pero normalmente una habitación estándar se limpia y desinfecta en 20 minutos, porque solemos hacer tres aplicaciones, dos en la zona donde están las camas y el mobiliario y otra en el baño. La persona encargada del dispositivo, que ha sido formada específicamente para su uso, entra con el robot en la habitación, desplaza el mobiliario si es necesario, abre puertas de armarios, mesitas… lo programa, empieza a pitar y tiene 20 segundos para abandonar la habitación. Cuando ha acabado su ciclo de radiación -que puede ser de dos, cinco y diez minutos-, entra y la cambia de sitio o la retira”, describe.

Ambas profesionales, evidencian que el valor del dispositivo Xenex no afloraría sin el trabajo esencial de los equipos de limpieza, que previamente efectúan una limpieza convencional.

En este sentido, Isa afirma que, “la sinergia entre el factor humano y la innovación tecnológica, es uno de los ejes de nuestra compañía, y en su trabajo complementario se encuentra la mayor garantía que podemos ofrecer: espacios limpios, desinfectados y seguros para los profesionales sanitarios y pacientes.”

“¿Y qué ocurriría si una persona entra en la sala cuando Xenia o Lola trabajan?”. “Siempre se coloca en la puerta un cartel de aviso y además, tenemos dos conos, uno naranja, que se coloca fuera de la puerta y tiene un botón manual de apagado y otro negro, que lo ponemos detrás de la puerta y que contiene un sensor que detecta el movimiento y desactiva la máquina en caso de que alguien acceda mientras está en funcionamiento, para evitar cualquier riesgo”, responde Mitjavilla.

Tranquilidad y seguridad

El robot Xenex ya había sido empleado con éxito en emergencias sanitarias como el MERS (Síndrome Respiratorio de Oriente Medio), en 2012, o el ébola, en 2014, y fue en 2016 cuando Clece y Ndavant lo empezaron a incorporar en varios de los hospitales catalanes donde son responsables de sus servicios de limpieza. Aunque el primer centro que contó con un dispositivo fue el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, en poco tiempo le siguieron el Hospital Germans Trias i Pujol y el Hospital de Bellvitge, y dos años después lo hizo el Arnau Vilanova de Lleida. Actualmente Ndavant cuenta con 11 dispositivos Xenex, repartidos no solo en los principales hospitales del territorio, sino también realizando intervenciones en otras dependencias públicas, eventos e infraestructuras de alta sensibilidad.

Si bien antes de la pandemia Xenia y Lola ya formaban parte de las desinfecciones de muchas áreas críticas de sus hospitales, como describen ambas responsables de calidad, el uso de esta tecnología en los servicios de limpieza se ha multiplicado exponencialmente en el último año.

“La verdad es que la Covid ha evidenciado que contar con Lola es una necesidad imperiosa, ya que genera tranquilidad y seguridad en todos, equipo de limpieza, sanitarios y pacientes”, dice Negreira. “Lo único bueno que nos ha traído la pandemia es que ahora nos sentimos más valoradas. Antes, la limpieza en los centros hospitalarios era importante, pero ahora es esencial y cuando explicas que hemos reforzado nuestros equipos, las medidas de higiene y que además, contamos con tecnología puntera para que la desinfección en el hospital sea óptima, ven que estamos utilizando todos los recursos y se sienten más protegidos”, concluye Mitjavila.