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25 noviembre 2021

“No hay nada más valioso que la autonomía personal que otorga la estabilidad económica y laboral”

El 25 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer para denunciar esta violación de los derechos humanos, que se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo y reclamar políticas en todos los países para su erradicación. Desde Ndavant hace años que, desde su compromiso social con las mujeres en esta situación, ofrecen oportunidades y acompañamiento personalizado para mirar hacia un futuro libre de violencia.

Texto: Gema Carrasco

En lo que va de 2021, 37 mujeres han sido asesinadas en España, 1.118 desde el 1 de enero de 2003, año en que se comenzó a contabilizar la cifra de víctimas. Pero más allá de este dato, según el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, las denuncias presentadas entre abril y junio de 2021 suman 40.721. Esto es solo una muestra de lo que han vivido o están viviendo muchas mujeres en nuestro país.

“Quizás yo no hubiera tardado tanto en salir de una situación tan difícil como la que me tocó pasar a mí y a mis hijos si hubiera tenido antes el respaldo laboral que tengo ahora”. La protagonista de esta historia es Karla Gómez, administrativa de soporte al área de producción de Ndavant. Una luchadora que consiguió salir de una situación complicada y que ha encontrado una oportunidad laboral que le ha ayudado a sentirse útil, bien acogida por sus compañeros, y que le ha otorgado una estabilidad económica para sacar adelante su casa y a sus hijos.

Karla siempre fue consciente de la situación que estaba viviendo, pero asegura que “tardé 5 años en salir de mi hogar, porque sabía que en una salida de emergencia nos iban a trasladar a mis hijos y a mí a un centro de acogida, y eso me enfadaba mucho, porque éramos nosotros los que teníamos que dejar nuestra casa y no la persona que nos estaba haciendo daño. Entrar en un centro de acogida implicaba que mis hijos dejaran sus colegios, su entorno, sus amigos…, lo único que, en aquella situación, les daba un poco de ánimo. Mi objetivo era encontrar un trabajo para salir por mis propios medios”. No obstante, antes de que eso ocurriera Karla tuvo que acogerse a la ayuda de servicios sociales.

Procedente de México, cursó sus estudios de Ciencias de la Comunicación en su país. “Por eso, en la primera cara de mi currículum aparecía sin estudios y en observaciones se especificaba que tenía el título en proceso de homologación”. Esto dificultó sus opciones de optar a trabajos vinculados con su bagaje formativo y empezó a conseguir trabajos temporales y con poca estabilidad. “Para mí era muy importante que alguien me diera una oportunidad de demostrar mis competencias de forma plena y también conseguir estabilidad laboral”. Hace un año, en Ndavant surgió la necesidad de cubrir un puesto administrativo que Karla entró a ocupar.

El papel crucial de la Unidad de Apoyo a las Personas

Ndavant es una empresa socialmente comprometida con las personas. Uno de sus principales retos es el impulso de la igualdad de oportunidades y el acceso efectivo de las personas al mercado de trabajo, mediante la sensibilización y la inclusión de personas especialmente vulnerables, como mujeres víctimas de violencia de género. Para ello, cuentan con la Unidad de Soporte y Apoyo a las Personas (USAP) que ofrece un acompañamiento continuo y personalizado a mujeres que han sido o son víctimas de violencia de género, así como a otros colectivos en situación de vulnerabilidad.


Olga Giner, psicóloga y USAP de Ndavant.

Olga Giner, psicóloga y USAP de Ndavant, nos explica que “es una figura que se encuentra dentro del departamento de recursos humanos y trabaja por el bienestar psicosocial de la plantilla, especialmente de aquellos trabajadores que forman parte de un colectivo vulnerable”. La psicóloga expone que se centran en colectivos en riesgo de exclusión social porque han detectado que se encuentran con más dificultades a la hora de mantener un trabajo. Cuando una mujer que ha sufrido una situación de violencia de género se incorpora a la plantilla de Ndavant, Olga mantiene una entrevista presencial con ella “para valorar su situación laboral, familiar, social y de salud, y ambas establecemos unos objetivos en los que trabajar conjuntamente, ya sea para mejorar sus competencias laborales o contribuir a su estabilidad personal, mediante un acompañamiento continuo”.

La empresa juega un papel clave como generadora de oportunidades para las mujeres que logran salir del círculo de la violencia de género, mediante el acceso al mercado laboral. En Ndavant se ocupan, además, de que en el día a día el trabajo no sea un obstáculo para rehacer su proyecto de vida. “Queremos ser lo más flexibles que nos sea posible para que, en el camino que empiezan, el trabajo no sea una dificultad más”. Es por ello que adaptan el puesto teniendo en cuenta la situación familiar (monoparental) en la que se encuentran, facilitándoles en la medida de lo posible el horario. Así lo confirma Karla Gómez que asegura que la figura de la USAP, “ha estado muy pendiente de mi situación. Me dan mucha flexibilidad porque saben que estoy sola con los niños y si tengo alguna emergencia en el colegio o se ponen malos, siempre encuentro comprensión y posibilidades para gestionar estas situaciones”.

Pero la figura de la USAP no solo hace el acompañamiento integral a las mujeres que han salido de una situación de violencia. Esta figura también ofrece acompañamiento a cualquier trabajador que le pueda surgir una situación de emergencia social en cualquier momento. También para aquellas trabajadoras a las que les sobreviene una situación de violencia de género. “En un año natural podemos tener unos 4 casos de violencia sobrevenida”, desvela Olga. Muchas mujeres deciden pedir ayuda en el entorno laboral porque es donde se sienten más protegidas ya que están alejadas de la unidad familiar y el hogar. “En estos casos, el referente es el encargado o encargada, que ya conoce mi figura y se pone en contacto conmigo”. Una vez detectada la situación desde la empresa lo que hacen es acompañar a la profesional. “Le preguntamos qué necesita y estamos junto a ella en las decisiones que vaya adoptando, como denunciar, por ejemplo. Si solo quiere compartir su situación y ser escuchada, estamos con ella el tiempo que necesite y le damos toda la información necesaria. No obstante, si vemos una agresión denunciamos nosotros”. También cuentan con protocolos para trasladar a la trabajadora en el que caso de que exista una situación de peligro o si entra en un centro de acogida. “Priorizamos el traslado laboral de estas mujeres a un centro donde estén seguras”.


Olga Giner, psicóloga y USAP de Ndavant.

El trabajo, una herramienta transformadora

Encontrarse una situación así dentro de un equipo no es fácil. Desde Ndavant ofrecen a los encargados y encargadas de los servicios, las herramientas necesarias para saber cómo actuar con las mujeres que son víctimas de violencia de género. “También organizamos jornadas de sensibilización y formación a las personas responsables de equipos, para que conozcan la realidad de la violencia de género y sepan cómo atender a una mujer que pide ayuda en estos momentos iniciales. Toda la empresa va a una y hacemos sesiones periódicas para que así sea”, describe Olga.

Lola Rodríguez es encargada de Ndavant y está muy comprometida con las mujeres que han sido víctimas de violencia de género. En su equipo de profesionales hay mujeres que han pasado por esta situación por lo que, para ella, identificar y actuar ante un caso es fundamental. “Cuando se incorpora una mujer que ha sido víctima de violencia de género la apoyamos siempre, sin vacilación. Yo suelo reforzarla positivamente en su trabajo porque normalmente son mujeres cuya autoestima está muy deteriorada”, expresa Lola. Para la encargada, la formación y apoyo de la empresa es fundamental. “Yo intento ayudarlas lo máximo posible, pero también lo comparto con mi responsable para que se active toda la coordinación y los recursos de la empresa”. Se apela al compañerismo para ayudarlas a integrarse. Lola se enorgullece de tener personas en su equipo que desde que se incorporaron han tenido una evolución muy positiva.


Lola Rodríguez es encargada de Ndavant.

Y es que, como recuerda Olga, “el trabajo no solo es una vía de escape psicológica y emocional, sino también una herramienta para sustentarse ella y a su familia”. Estas mujeres necesitan crear nuevos lazos con su entorno social y el trabajo puede ayudarlas mucho. “El empleo les permite participar en igualdad en la sociedad y recuperar esa autoestima que lamentablemente se les ha intentado quitar”, remarca Olga, USAP de Ndavant.

Karla Gómez reconoce que salir de una situación como la que ella ha vivido es un proceso personal de cada una, pero ella quiere transmitir que “no hay nada más valioso que la tranquilidad personal a nivel económico y laboral”. Encontrar esa estabilidad ha ayudado mucho a Karla que asegura que “soy feliz trabajando en una empresa donde dan valor a las personas”. Además, recuerda que siempre hay recursos en los que apoyarse para seguir adelante.

Ndavant establece alianzas de valor con entidades del Tercer Sector para la inserción en el mundo laboral de mujeres que sufren o han sufrido violencia de género. Desde la compañía trabajan para promover nuevos entornos y nuevos comienzos que pueden ser las semillas de nuevas vidas.

Olga Giner y Karla Gómez.

Si está sufriendo violencia de género o cualquier forma de violencia contra la mujer, puede llamar al servicio 016 para recibir información, asesoramiento jurídico y atención psicosocial inmediata.