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03 diciembre 2021

Limpieza en los Centros de Atención Primaria: una labor esencial pero poco reconocida

Si algo hemos aprendido durante los largos meses de pandemia es la importancia de una buena higiene y desinfección. Muy especialmente en los centros de salud que requieren –y no solo en situaciones de pandemia– una concienzuda labor de higienización. Esa es una de las principales misiones de Ndavant, responsable de la limpieza de más de 280 centros de atención primaria en Cataluña.

Texto: Beatriz García

El año 2020 ha marcado un antes y un después en la vida de todos. El estallido de la Covid-19 convirtió la salud y todo lo relacionado con ella en la principal preocupación y en el foco de atención del mundo entero. La magnitud de esta crisis sanitaria ha puesto de manifiesto la importancia de la higiene y la relevancia de algunos sectores que han trabajado en primera línea para combatir la pandemia. Entre ellos están los profesionales de la limpieza, que desempeñan –en la mayoría de los casos de manera imperceptible– una labor absolutamente esencial en el día a día. No solo durante los meses más duros de la pandemia, también antes de ella y en nuestra actual realidad.

Si algo hemos aprendido a lo largo de este tiempo, es que la higiene y la desinfección constituyen la primera barrera de seguridad y salud. Y esa es, precisamente, la responsabilidad de Ndavant: velar para que los lugares donde trabajan sean espacios limpios y minimizar al máximo cualquier riesgo de contagio. Los equipos de limpieza de Ndavant se ocupan, jornada tras jornada, de garantizar la desinfección de estos lugares que pueden convertirse, por la propia naturaleza de la labor que se desarrolla en ellos, en foco de infecciones. En consecuencia, su limpieza es una labor básica para garantizar la salud no solo de los pacientes y sus familias o acompañantes, sino también de los profesionales del ámbito sanitario.

Los equipos profesionales de limpieza, una pieza más del engranaje sanitario

Inma Villarés es una de las profesionales de limpieza de Ndavant en el CAP Just Oliveras de Hospitalet de Llobregat. En sus 17 años de experiencia recuerda situaciones sanitarias críticas como cuando el Ébola o la Gripe A protagonizaban las noticias, pero nunca hasta ahora había tenido que afrontarlas en primera persona. La llegada de la Covid-19 puso a prueba la capacidad de respuesta de la empresa, que fue excelente, y el compromiso de las personas que forman parte de ella. “Ha sido una situación estresante, la hemos vivido con mucho respeto, pero sabiendo que éramos muy necesarias y que teníamos que hacer nuestro trabajo con responsabilidad para proteger a los demás”, cuenta.

Ante la nueva situación provocada por la Covid-19, diferentes departamentos de la compañía se encargaron de preparar los protocolos de actuación necesarios para garantizar la seguridad de los profesionales en el desempeño de su actividad laboral y la implementación de los requisitos exigidos por las autoridades sanitarias. Entre otras medidas, Ndavant incrementó la frecuencia de limpieza y desinfección de los centros, reforzó los recursos tanto de personal como de material de protección (en un contexto en el que el abastecimiento de elementos de seguridad como buzos, mascarillas, guantes, pantallas y otros EPI era casi una misión imposible) y puso en marcha formaciones específicas para sus empleados. “Nos explicaron cómo teníamos que desinfectarlo todo, con procedimientos detallados paso a paso y técnicamente muy bien trabajados, lo que nos dio mucha tranquilidad para actuar desde el primer momento–relata Inma Villarés. Además de cómo limpiar las diferentes superficies, salas y consultas, nos explicaron que teníamos que llevar doble mascarilla, doble guante, batas impermeables… En zonas críticas o si había una consulta que tenía pacientes o rastros de SARS-CoV-2 (virus causante de la Covid) había además que ponerse el buzo, pantalla protectora, gafas, y utilizar empapadores en el suelo con lejía para desinfectarte los pies antes de salir”, explica.


Inma Villarés es una de las profesionales de limpieza de Ndavant en el CAP Just Oliveras de Hospitalet de Llobregat.

Control de calidad: protegiéndonos más allá de lo visible

Tal y como mencionaba Inma, la formación es uno de los pilares que distinguen a su empresa, y una de las herramientas más importantes para alcanzar el objetivo final: la calidad en la prestación de servicios, que consiguen implementando una supervisión y control permanentes, para lo que cuentan con personas especializadas y sistemas informáticos de trazabilidad y control.

Gemma Arranz, responsable de Calidad de Ndavant en Centros de Atención Primaria, explica que el objetivo es asegurarse de que la limpieza y desinfección se realizan debidamente y que cada profesional tiene la formación y conocimiento para llevar a cabo sus tareas, con la garantía de hacerlo de la mejor manera. Para ello, se realizan formaciones continuas para que aprendan cuál es el protocolo de limpieza, a respetar los productos que están destinados para cada superficie, así como el uso adecuado de las bayetas y otros instrumentos y tecnologías de limpieza. Además, se organizan rutas diarias para hacer inspecciones y verificar que se cumple con lo establecido.

Por las características y las implicaciones del trabajo que se desarrolla en ellos, el protocolo de limpieza de centros sanitarios es diferente al de cualquier otro tipo de instalaciones. La principal diferencia es que en las dependencias destinadas a usos sanitarios hay distintos niveles de riesgo en función de las zonas a limpiar. “Esto es muy importante a la hora de realizar la limpieza pertinente, puesto que la técnica, el tiempo destinado y el grado de profundidad no será la misma, si por ejemplo nos referimos a un despacho que siempre lo usa la misma persona, o a una consulta de ginecología, pediatría o urgencias, donde las consecuencias de una actuación de limpieza incorrecta pueden ser graves”, explica Gemma Arranz.


Inma Villarés durante su jornada de trabajo en el CAP Just Oliveras de Hospitalet de Llobregat

Para minimizar al máximo cualquier riesgo de contagio, se realizan “exámenes” continuos de las diferentes superficies, con el objetivo de garantizar que los espacios de los CAPS se encuentran libres de microbios, virus y bacterias. Con este fin, se realizan pruebas de luminometría mediante la molécula ATP (Adenosin Trifosfato). Tal y como aclara, Gemma Arranz, “es una medición rápida de residuos orgánicos en las diferentes superficies a analizar. Esto nos permite saber, de manera ágil y sin grandes complejidades técnicas, si la ejecución de la limpieza y desinfección ha sido correcta. Por un lado obtenemos valores directos de niveles microbiológicos y por otro, valores indirectos que serían los residuos orgánicos que podrían albergar y nutrir posibles microorganismos. En ambos casos, ante la detección de cualquier parámetro anormal o de riesgo, realizamos una nueva intervención y revisamos la limpieza previa efectuada, por si hubiera aspectos a corregir”.

Codo con codo con los equipos sanitarios

El día a día en cualquier centro de atención primaria implica consultas médicas, análisis, curas, extracciones, pruebas diagnósticas, vacunaciones, rehabilitaciones y terapias… En esa rutina diaria, Ndavant tienen muy presente que la prestación de los servicios de limpieza se realice de forma no intrusiva, con la mínima interferencia en las dinámicas de los centros, en coordinación con sus equipos gestores, apoyando a los profesionales y con un trato cercano y sensible.

En este sentido, es imprescindible la coordinación entre el personal sanitario y técnico de los CAPS y el personal de limpieza. Y esa es la labor de, entre otras personas, Álvaro Álvarez, Jefe de Servicio de Ndavant, responsable de la gestión de los CAPS de la zona de Tarragona-Garraf. Su cometido es garantizar el buen funcionamiento del servicio y del personal, junto al equipo de encargadas, supervisoras y responsables de los edificios, así como encabezar la interlocución técnica con los responsables del Institut Català de la Salut.


Álvaro Álvarez, Jefe de Servicio de Ndavant.

Todos los profesionales de la limpieza son conocedores de sus zonas, de las tareas asignadas y de la franja horaria en que deben realizarse para el buen funcionamiento de su centro. No obstante, en un centro de salud siempre hay imprevistos cuya solución requiere celeridad y factores como el compromiso y la comunicación entre todos los implicados. “La vida en un CAP, así como las tareas de limpieza, “son vivas”, por lo que están sujetas a cambios –señala Álvaro Álvarez–. Y es ahí donde la coordinación es básica, entre la dirección del CAP y los encargados/supervisores que son los que reciben en primera instancia las necesidades ante las que se requiere actuar con rapidez, para no alterar las rutinas del centro. Asimismo, ante posibles incidencias o urgencias, también es primordial la comunicación y el entendimiento entre ambas partes, para poder dar una respuesta satisfactoria”.

Un claro ejemplo de ello, fue el período álgido de vacunación, en el que los CAPS recibieron un gran número visitas. “Nos enorgullece haber podido contribuir a garantizar la seguridad de todos los usuarios en un momento tan esencial.”, expone Álvaro Álvarez.

Que en muchas ocasiones, el desempeño del colectivo de profesionales de la limpieza pase desapercibido, es un signo más de su gran pericia, y por ello, no podemos continuar omitiendo, que con su dedicación y constancia, con su trabajo esencial, están garantizando que cuando acudimos a un Centro de Atención Primaria, puedan atendernos en un entorno más seguro. Algo por lo que debemos estar agradecidos.