Daniela Pina

Si a Carla le hubieran dicho que estallaría una pandemia mundial justo el mes que decidía abrir su local, seguramente, lo habría replanteado de otra manera. Carla Amat, fundadora del estudio Hydest.Carla Amat llevaba desde septiembre del 2019 organizando la apertura de un espacio en el municipio catalán del Bruc donde poder impartir clases de yoga, meditación y pilates; talleres de cocina vegana y vegetariana; y charlas sobre cómo llevar un estilo de vida más sostenible, entre otras actividades. “Al principio, pensé que sólo tendría que atrasar la inauguración del espacio unas semanas, pero la cosa empezó a alargarse hasta junio, cuando, por fin, pude abrir el local”, explica la joven de 27 años.

Carla Amat, fundadora del estudio Hydest.

Carla Amat es una de los miles de jóvenes emprendedores que en marzo vio cómo su pequeño proyecto se hacía añicos tras la declaración del estado de alarma por la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Según el informe ‘Situación del emprendimiento en España ante la crisis de la covid-19’ realizado por el Observatorio del Emprendimiento de España (GEM), el 35% de los nuevos proyectos han paralizado sus planes, el 4% ha abandonado la idea y más de un 40% ha decidido reorientar su modelo de negocio. Además, el estudio también concluye que los adjetivos que podrían resumir el impacto de esta crisis en el tejido empresarial son la incertidumbre (según el 56% de los encuestados) y la paralización (según el 40% de los encuestados).

Amat estudió diseño de moda y se formó en organización de eventos. Tras haber trabajado en diferentes empresas de estos sectores, se lanzó a la piscina para dedicarse a lo que más le llenaba. Hace dos años, la joven creó un blog en el que escribía sobre moda y promovía un estilo de vida saludable y sostenible. Hydest es el nombre que recibió este sitio web que, más tarde, se transformó en su principal proyecto profesional. Invirtió sus ahorros en el alquiler de un local y en la construcción de una cocina donde poder impartir sus talleres. No obstante, la pandemia no se lo ha puesto fácil.

Los talleres de cocina vegana y vegetariana son algunas de las actividades de Hydest.

La joven emprendedora no quiso rendirse a la primera de cambio y, tras ver paralizadas las actividades que había planeado, las adaptó en formato digital. “Con la profesora de yoga empezamos a grabar las clases y creamos un pack de 15 días de yoga en casa”. Finalmente, Amat pudo abrir el local en junio y empezó a llevar a cabo actividades con pocas personas. Sin embargo, hace un mes tuvo que tomar una de las decisiones más difíciles en su carrera profesional: cerrar el local. “Acabé cerrando porque costaba mucho que la gente viniera a los talleres y a las clases y estas actividades requerían un mínimo de personas para que fueran rentables”.

Tras la declaración del estado de alarma, Amat organizó un curso ‘on line’ de yoga en casa.

Redefinir el Negocio

Lo que podría haber acabado como una derrota, Amat lo acabó convirtiendo en una oportunidad. “He logado sacar la parte positiva de todo esto: ahora es el momento perfecto para redefinir el proyecto”, admite la joven. Hace pocas semanas entró a formar parte del programa de acompañamiento y ‘mentoring’ que llevan a cabo Endesa y la fundación Autoocupació. “Desde el Ayuntamiento me informaron de esta iniciativa creada para asesorar a jóvenes emprendedores tras la crisis por la covid-19”.

Este programa nace a raíz de la voluntad de acompañar a emprendedores y pequeñas empresas para ayudarles a hacer frente a la crisis económica provocada por el coronavirus. El proyecto tiene capacidad para llegar a 200 empresas en Catalunya y cuenta con un fondo de microcréditos sociales de hasta 5000 euros para aquellas empresas y autónomos que más lo necesiten. Se trata de un proyecto que se enmarca en una colaboración entre Endesa y Youth Business Spain que ayudará a 600 empresas a nivel estatal y cuenta con un fondo de 400.000 euros para microcréditos. Una acción que forma parte del Plan de Responsabilidad Pública de Endesa, presentado al principio de la pandemia y dotado con 25 millones de euros, que ahora se encuentra en una segunda fase de desarrollo.

A las empresas y autónomos adheridos a este programa, se les asigna un mentor voluntario. Una persona con experiencia empresarial que acompaña a los usuarios en la reorientación de su modelo de negocio y en la reactivación del mismo. Para ello Autoocupació cuenta con una base de 500 mentores voluntarios en Catalunya inscritos en la iniciativa SOS Mentoring, la mayoría empresarios y directivos y algunos de ellos, trabajadores de Endesa. Gracias a este proyecto, hace dos semanas le han asignaron una mentora a Carla Amat que le ayudará a poner en marcha de nuevo su proyecto. “Se llama Marta Albet, es una mujer muy enérgica que tiene muchas ideas y me está ayudando a organizarme mejor”, señala Amat.

Formación continua

Además, Amat asegura que su mentora le envía tareas y actividades que debe hacer semanalmente. Y es que el programa contempla un itinerario formativo orientado a dotar a los emprendedores de nuevas capacidades digitales. Tal y como asegura la joven emprendedora, “ahora estamos trabajando temas de ‘marketing’ y analizando qué ha fallado para que no vuelva a ocurrir”. Carla Amat organiza puntualmente clases de yoga y pilates en hoteles y espacios rurales. Además del proceso de ‘mentoring’, a lo largo del programa, que tiene una duración de tres meses, se impartirán 'webinars' en los que se tratarán diferentes temas relacionados con el mundo digital, como el posicionamiento SEO y SEM, el ‘marketing’ de influencia y el ‘design thinking’, entre otros.

Carla Amat organiza puntualmente clases de yoga y pilates en hoteles y espacios rurales.

Carla Amat tiene claro que no renunciará a su sueño. “Mi idea es seguir realizando actividades puntualmente en diferentes espacios y, algún día, volver a abrir un nuevo espacio, un estudio donde llevar a cabo las actividades, los talleres y diferentes charlas, quizás en una ciudad donde pueda llegar a más personas”, explica la joven. Amat asegura que la pandemia le ha servido como oportunidad para descubrir nuevos modelos de negocio, como el formato ‘on line’ y para aprender que “de lo negativo siempre se puede extraer algo positivo”.