Daniela Pina

Con más de 8.000 hectáreas, el parque natural de Collserola es el eje conector entre la urbanización y la naturaleza. Este espacio, que actúa como pulmón de Barcelona, es, además, una de las principales fuentes de alimentación energética de la ciudad condal. Un total de 200 kilómetros de línea eléctrica cruzan el parque para abastecer de energía a los hogares de los municipios colindantes del entorno del parque.

Con el objetivo de racionalizar e integrar la red eléctrica del parque y hacer que pase más desapercibida en favor del espacio verde, en el 2017, Endesa y el Consorci del Parc Natural de la Serra de Collserola firmaron un convenio mediante el cual la eléctrica ha invertido, hasta el 2020, un total de 4,5 millones de euros en la infraestructura y las instalaciones situadas en medio del espacio natural. Un acuerdo que, además, contribuye a proteger la avifauna que habita y transita por esta zona y a mejorar la calidad de suministro gracias a la introducción de las últimas innovaciones tecnológicas.

“Este acuerdo se traduce en la retirada de una cuarta parte de las líneas aéreas de distribución, es decir aquellas que transportan energía eléctrica de media tensión, lo que supone un total de 20 kilómetros de cableado”, explica el jefe de la sección de Medio Natural y Territorio del Consorci del Parc Natural de la Serra de Collserola, Joan Capdevila.

Teniendo en cuenta que se trata de un espacio natural, esta intervención comportará efectos muy positivos para la biodiversidad del parque. La retirada del cableado de la línea de distribución conllevará “menos riesgos medioambientales para la avifauna, ya que, hasta ahora, podía colisionar y electrocutarse con los cables, y para la vegetación, que podía crecer e incendiarse con el contacto del cableado”, explica Capdevila. Además, el cableado que no se pueda retirar será modificado por uno más seguro, con materiales resistentes que eviten este tipo de accidentes.

Principales actuaciones

Para reducir estos 20 kilómetros de cableado aéreo lineal, la eléctrica ha reconfigurado la red ubicada en este entorno. Para ello, se han soterrado las infraestructuras que visualiza el ojo humano cuando observa el paisaje. “Hemos aprovechado caminos y pistas forestales para poder soterrar las líneas de distribución y, de esta manera, nos ahorramos el mantenimiento de la zona vegetal que hay debajo de la línea eléctrica”, recalca Capdevila.

Por otro lado, se han substituido otros 22 kilómetros de cableado de media tensión por uno de última tecnología. Se trata de un cable trenzado que cuenta con soportes de poliéster reforzado con fibra de vidrio. Ésta es la primera vez que se instalan estos soportes tan innovadores en todo el Estado, de manera que se ha requerido que la Agencia Española de Normalización y Certificación (AENOR), los certificara tras ensayar el producto y comprobar el sistema de calidad aplicado por su elaboración.

“Hay algunas líneas aéreas que no se han podido soterrar, porque no había un camino cercano alternativo al trazado aéreo, pero sí se han podido modernizar”, explica el técnico del Consorci. “Hemos intentado darles más seguridad renovando los aisladores por unos más modernos y substituyendo el cableado convencional por cable trenzado. En el fondo, se trata de modernizar las líneas de trazado aéreo que no podemos eliminar para darles más seguridad”, concluye Capdevila.

Esta actuación se ha llevado a cabo en el municipio de Sant Just Desvern, concretamente, entre el Centro de Equitación Poni Club Catalunya -ubicado en el paseo de la Muntanya- y Can Merlès, cruzando, así, el interior del parque natural y en una zona de difícil acceso donde ha estado necesaria la utilización de helicóptero. De esta manera, se han substituido un total de 12 soportes de madera por 11 de poliéster y fibra de vidrio de forma troncocónica, es decir, de color marrón como el tronco de los árboles, y 13 metros de altura, así como un soporte metálico necesario para la configuración de la línea.

Para reducir los 20 kilómetros de cableado aéreo lineal, le eléctrica ha reconfigurado la red ubicada en este entorno.

Reducción de riesgos

Hasta ahora, la red trenzada era habitual solo en líneas de baja tensión ubicadas en entornos forestales o grapadas en los edificios de zonas urbanas. Esta innovación representa una reducción considerable de las medidas y la amplitud física de la línea, ya que las tres fases se mantienen unidas, pero aisladas, evitando, así, contactos no deseados por culpa del viento o de otras agresiones externas.

“En cualquier momento, los árboles pueden caer por vendavales y si caen sobre la línea es un riesgo, ya que, a parte de dejar sin corriente a una parte de la ciudadanía, se puede producir un incendio”, advierte el jefe de la sección de Medio Natural y Territorio del parque. De este modo, el nuevo diseño de cableado es más robusto y resistente a los fenómenos meteorológicos adversos, a la vez que ofrece más seguridad y queda mucho más integrado al entorno natural.

Otras intervenciones

Además de estas actuaciones, ya se habían realizado trabajos similares en la zona del parque que pertenece a Sant Cugat del Vallès, entre el camino de Can Flor, la calle Cadretla, la Avenida Pere Planas y la carretera BP-1417; así como en Cerdanyola del Vallès, en la zona boscosa. No obstante, en estos casos, se instaló un cable trenzado de media tensión y soportes convencionales.

Los trabajos para racionalizar y integrar la red eléctrica de este espacio natural se han llevado a cabo en las comarcas del Barcelonés, del Valles Occidental y en el Baix Llobregat y forman parte de un compromiso continuo de la Compañía para proteger la biodiversidad y los entornos en los que operan, bajo la voluntad de lograr una transición energética hacia un modelo de energía más sostenible y respetuoso con el medioambiente.