La situación de la mujer en el mundo de la ciencia

Hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se ha convertido en una fecha señalada en el calendario para reivindicar el papel de la mujer en este campo. Un día que sirve como altavoz para recordar y descubrir a numerosas científicas, que durante muchos años no han tenido la visibilidad ni el reconocimiento merecido. Según datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), menos del 30% de investigadores científicos son mujeres. En nuestro país, las mujeres ocupan el 25% de las plazas de catedráticas de universidad y profesoras de investigación en el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

En datos

En la última publicación del Ministerio de Educación y Formación Profesional, Igualdad en Cifras MEPF 2020, la tasa de matriculación universitaria de mujeres representa el 55,2% del alumnado. De hecho, el porcentaje de mujeres entre 25 y 34 años con estudios superiores es del 52,4% frente al 40,6% de hombres. El informe también pone en evidencia la diferencia que existe a la hora de elegir estudios, con una baja presencia femenina en las disciplinas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). En los grados y másteres universitarios hay pocas mujeres matriculadas en carreras relacionadas con Ingeniería, industria y construcción (28,5 %) o en Informática (12,9 %), y muchas en Educación (77,7 %) o Salud y Servicios Sociales (71,4 %).

Por su parte, en el último informe del Ministerio de Ciencia ‘Científicas en Cifras 2017’ el personal investigador mejora levemente el porcentaje de mujeres en la Administración Pública (48%) y universidades (43%), pero sigue siendo muy bajo dentro del personal investigador del sector empresarial (31%). Son notables las brechas de género a favor de los hombres en el conjunto de ayudas a proyectos de I+D+i.

Ausencia de referentes femeninos

Varios estudios señalan que los estereotipos de género son la razón principal por la que la presencia de mujeres en la ciencia es más reducida. La falta de modelos femeninos dentro del sector es un punto clave que hay que combatir. La presencia de la mujer en la ciencia es más necesaria que nunca, ya que es funda- mental contar con todos los talentos para que puedan aportar su visión. No estamos acostumbrados a ver a mujeres recoger un premio Nobel. Desde 1901, lo han ganado tan solo 54 mujeres frente a 871 hombres. Y la mayoría de mujeres que lo han conseguido, se han alzado con el Nobel de Literatura o de la Paz. Inconscientemente, los estereotipos

de género afectan a la percepción que pueden tener los niños y niñas sobre sus habilidades y capacidades. De hecho, el estereotipo de que las mujeres no tienen capacidad para dedicarse a la ciencia sigue presente y es la razón por la que muchas chicas desechan la idea de escoger la rama de ciencia. Por ello es importante fomentar la vocación en las niñas desde pequeñas. Vivimos en un mundo donde la tecnología cada vez está cobrando mayor protagonismo y muchos puestos del trabajo en el futuro estarán enfocados a carreras de ciencia como la inteligencia artificial o el 'big data'. Es importante que las niñas puedan identificarse desde ya con científicas relevantes para que podamos evitar un futuro masculinizado.

Mujer e ingeniería

De la preocupación de la Academia de Ingeniería por la escasez de mujeres en el sector ha nacido el proyecto ‘Mujer e ingeniera’ para trabajar en conjunto y romper la brecha de género en la ingeniería. Con este proyecto se busca motivar e interesar a niñas y adolescentes para favorecer la incorporación de mujeres al sector. El pasado 26 de enero tuvo lugar la primera reunión de trabajo del Consejo Estratégico Mujer e Ingeniera, que fue presidido por la Reina Letizia y donde participan exministras y directivas de grandes empresas.

Los integrantes del Consejo ven preocupante la ausencia de mujeres en carreras como industriales, aeronáutica o minas, donde la presencia de mujeres es del 25%. Para romper con esta brecha es imprescindible llevar a cabo acciones, entre las que reclaman un nuevo modelo educativo que favorezca la incorporación de más féminas en las carreras de ingenierías y técnicas.