El libro, un gran regalo bajo el brazo

LA SESIÓN DE JUAN. Con alumnos de 6º del Col·legi Santa Teresa de Jesús de Vilanova.

LA SESIÓN DE JUAN. Con alumnos de 6º del Col·legi Santa Teresa de Jesús de Vilanova.

CARME ESCALES / BARCELONA

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Reforzar la competencia lectora de los niños y niñas fuera del aula y servirse de la experiencia de maestros y profesores jubilados fue la combinación perfecta para poner en marcha, el invierno del 2013, Amb un llibre sota el braç!. Es una iniciativa impulsada desde la red de escuelas de la Fundació Escola Cristina de Catalunya a través de la cual 180 alumnos de 6 a 14 años son acompañados por una cuarentena de voluntarios de diversas edades en sesiones protagonizadas por la aventura de leer. «Su objetivo principal es disfrutar de la lectura en un espacio de ocio fuera del horario escolar», explica la directora del departamento Socio Educativo de la Fundación Escola Cristiana de Catalunya, Núria Alós. «La relación con personas adultas permite establecer un vínculo emocional que incide positivamente en la autoestima y la seguridad de los niños y niñas», añade. «No se trata de hacer clase, sino de establecer una relación distendida con la lectura como ingrediente principal», puntualiza Alós. «Son niños. No es tan estricto como en el aula. También explicamos chistes, nos lo pasamos bien. A veces les traigo bomboncitos y bien contentos que están. Así también se les motiva a estudiar», apunta Rosa Maria Ferrer. Es una de las voluntarias del programa. Todos los jueves por la tarde, de cinco a seis, se encuentra con su grupito de alumnos de 8 y 9 años en su sesión entorno a un libro, en el colegio Santa Teresa de Jesús de Vilanova i la Geltrú. Ferrer tiene 74 años y con esos chavales revive las sesiones de lectura que había tenido con sus nietos. «Siempre les doy muchos ánimos en todo, y aprendiendo a leer, hablamos de todo lo que a ellos les interesa», dice la voluntaria de Vilanova, que tiene una agenda bien llena. «No paro. Hago baile en línea, teatro y sesiones de play back», enumera. Su energía y vitalidad son un buen revulsivo para esos menores a los que ayuda a estimar la lectura.

Juan Calderón hace lo mismo que Rosa Maria Ferrer, pero los miércoles. Él también tiene un buen método. «A partir de algo que leemos, yo les explico otras cosas relacionadas. Por ejemplo, sobre la historia de Vilanova i la Geltrú», comenta. Él tiene 70 años y sus compañeros de lectura, 12. «Hago de moderador, les doy la palabra. Nos divertimos, pero aprendiendo y compartiendo con responsabilidad».