"Vida más allá del fútbol"

Resaca olímpica el día después. París dice adiós a unos juegos no exentos de novedades, polémicas e incluso de héroes inesperados, como el tirador turco Yusuf Dikeç, que se ha convertido en una leyenda en internet.

España, por su parte, queda lejos de los pronósticos -más que optimistas- del que podría denominarse "cuñadismo mediático deportivo": “Casi seguro que superaremos las 22 de Barcelona”, “imposible no sacar un resultado histórico con esta delegación", eran algunas de las perlas que nos dejaban los programas deportivos de sobremesa. Estos días se pone de auténtico manifiesto los profesionales del periodismo de este campo de los meros divulgadores del balón.

La célebre “soy español, ¿a qué quieres que te gane?” se da de bruces con la cruda realidad, con un resultado más que modesto. 18 metales y un puesto 16. Cierto es: con muchos “casis” y auténticos disgustos, como los de Carolina Marín, tan cerca de la gloria. Aún así, estamos lejos de resultados de Estados que podríamos considerar de nuestro entorno o medios. Como las más de 60 medallas de Francia o Inglaterra y a menos de la mitad de otro como Italia; y, lo que es más curioso, superados por países como Uzbekistán y Hungría, con muchos menos recursos y medios que España.

Cabe entonces preguntarse por las prioridades de competición de este país. Si realmente las federaciones o el COE guían y, sobre todo, ponen los medios necesarios a nuestros jóvenes para cumplir sus sueños menos mediáticos, pero igual o más loables; o si bien, invertimos en el foco mediático del fútbol para creernos un gigante deportivo que, cada cuatro años, desvela sus pies de barro.