La Unión Europea no apoyará nunca un desmembramiento de una parte de España

El grado de la autonomía personal, como la de los Estados soberanos, está condicionado por la suficiencia económica. O sea, del nivel de recursos disponibles para hacer frente a sus necesidades.

Tener o no...la capacidad crediticia marca el grado de soberanía a que se puede esperar. En lo personal, el valor patrimonial neto es un indicador. Además del grado de cualificación o estar fijo o no, entre otras condiciones.

Esto es aplicable también en las empresas, incluyendo los autónomos. Los datos de penetración de mercado, las fortalezas y debilidades competitivas y los riesgos y oportunidades del sector son los otros datos determinantes a la hora de evaluar el nivel de solvencia.

Para atender a las necesidades de gasto e inversión, España, como estado soberano, tiene que recurrir al endeudamiento para financiar el déficit presupuestario que desde el estallido de la crisis de 2008 padece.

Esto incluye a las autonomías, donde la catalana es la más endeudada por volumen y por relación a su capacidad de crear riqueza. Uno de los indicadores más importantes es el porcentaje que representa la deuda del PIB.

La deuda española alcanza el 98.8%. Esto significa que si tuviéramos que pagarla en un año, no tendríamos nada para sobrevivir y por supuesto nada para invertir en crecimiento o reposición de estructuras. Esta nos hace depender de manera preponderante de los mercados de capitales.

Conclusión: la autonomía de España está sometida al control de la Unión Europea, por lo que su capacidad de aplicar políticas de gasto e inversión es reducida. Su elevado nivel de deuda la constriñe. 

En Catalunya es aún más grave, no solo por el tamaño de su economía, sino por su dependencia comercial con todas las autonomías que constituyen España. La Unión Europea no apoyará nunca un desmembramiento de una parte de ella, por el contagio y los problemas de ineficiencias que traería consigo para todos. Los demás socios internacionales tampoco.